
La prisión de Botafuegos en Algeciras ha vuelto a ser escenario de otro suceso cuanto menos sorprendente y es que un preso, T. J. C. lleva más de un año en prisión provisional por un presunto delito de homicidio que aún no ha sido juzgado.
Por ello, su mujer le apoya y ha denunciado la “injusticia” que se está cometiendo porque cree en su inocencia y trató de explicarlo en redes sociales donde aprovechó para colgar una videollamada realizada con él en los últimos días.
Tal y como apunta el diario La Razón, ella, en libertad, difundió las imágenes desde su perfil de Facebook donde se podía apreciar la imagen del funcionario de prisiones que le custodia. El trabajador, equipado con una mascarilla quirúrgica, difunde así su rostro y que ha sido visionado por amigos y familiares de los presos de Botafuegos, para intranquilidad del funcionario de la prisión.
Los trabajadores del centro penitenciario han denunciado la situación, alertando de que ya llevaban semanas advirtiendo de que podían suceder casos de este tipo. Ocurre desde que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, repartiera móviles para que los presos realicen videollamadas a sus familiares ya que, con motivo de la pandemia, se suprimieron las comunicaciones familiares (visitas de familares o vis a vis con sus parejas).
El centro penitenciario ya está estudiando el asunto y, de momento, al interno se le han suspendido las comunicaciones por un uso indebido de las mismas, según estas fuentes.