
Desde el pasado 22 de diciembre, el Almirante de Acción Marítima (ALMART) es el comandante del Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima (MVSM). Hasta ese día, y desde diciembre de 2012 en que fue creado, su mando había correspondido al Almirante de la Flota (ALFLOT).
En la Orden del Ministerio de Defensa del pasado 18 de diciembre en que se adopta el traspaso de dicho mando se afirma que, por la experiencia adquirida en todo este tiempo, centrada “en la gestión del conocimiento del entorno marítimo y la capacidad de respuesta efectiva ante las diversas incidencias” que se producen en las operaciones, se ha visto la necesidad de designar a ALMART como comandante del MVSM, designándole igualmente comandante a nivel nacional del Sistema de Cooperación y Orientación al Tráfico Marítimo.
Para llevar a cabo sus funciones, cuenta en su Cuartel General, ubicado en Cartagena, con el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (COVAM) y con una serie de unidades navales permanentemente asignadas a esta función. El Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima es una organización operativa permanente y, por lo tanto, subordinada directamente al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), que es quien determina las misiones a desarrollar en los espacios marítimos nacionales, bajo control operacional del Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) del EMAD.
El COVAM, sin embargo, es mucho más que el cerebro de esta misión, dado que es capaz de monitorizar cualquier buque de interés nacional, no solo de bandera española, que navegue por cualquier mar del planeta y centra buena parte de su actividad en la estrecha colaboración con el sector privado marítimo. Frente a los 132 buques de bandera española que navegan en la actualidad, hay unos 1.200 que pueden considerarse de interés y otros 10.000 son pesqueros. De hecho, es este centro de operaciones el que suministrará al nuevo Cuartel General de la Operación Atalanta (ES-OHQ), que comenzará a funcionar el 29 de marzo en Rota, la información necesaria para el desempeño de sus funciones.
Visitar el COVAM es adentrarse en una visión global de la situación del tráfico marítimo alrededor de la península Ibérica y de los archipiélagos balear y canario, de un solo vistazo. El control marítimo del estrecho de Gibraltar es una de sus funciones y la prueba palpable de ello la pudimos comprobar los miembros de la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar que lo visitamos, dado que dos de los terminales de presentación de actividad estaban centrados en esa zona y un destacamento de artillería de costa del RACTA-4 se encontraba en esos momentos en la sala, sirviendo de enlace durante unos ejercicios que se estaban realizando, también en esos momentos, en el Estrecho. Un monitor con imágenes en directo, transmitidas desde un POVIL (Punto de Observación Móvil) de dicho Regimiento, desde El Bujeo (Tarifa), era la prueba más palpable.
El COVAM nace y se configura como el elemento “aglutinador” que la Armada pone a disposición de la Comunidad Marítima, sin menoscabo de su propia capacidad de vigilancia y conducción de operaciones, según el capitán de fragata Mauricio de la Gándara.
Es por ello que todos sus medios se encuentran distribuidos de forma permanente en tres “capas” distintas, interrelacionadas entre sí, según el nivel de seguridad de la información que en ella se maneja.
La primera capa, sin clasificación de seguridad o “abierta”, está diseñada para la obtención, fusión, análisis y distribución de toda aquella información de conocimiento general que se mueve en el entorno marítimo. La segunda, aun cuando no trata información militarmente clasificada, sí lo hace con la de carácter “sensible”. Al producto final de esta capa podrían acceder los organismos que se determinaran en cada momento. Por último, el COVAM dispone de una tercera capa, en la que se maneja la información clasificada, de acceso y uso exclusivamente militar.
Este sistema por capas diferenciadas permite obtener, en cada momento, los elementos necesarios de cada una de ellas y el producto final puede ser fácilmente distribuido en base a la “necesidad de conocer” y a la “necesidad de compartir”. Para las funciones de apoyo a la Comunidad Marítima se utilizan básicamente las dos primeras, añade De la Gándara.