
A la finalización de la Guerra de la Independencia el Campo de Gibraltar quedó postrado en su economía y, al mismo tiempo, se produjo una disminución de residentes extranjeros, especialmente genoveses.
Aunque no hay información suficiente, siguiendo los datos obrantes en el Archivo Municipal de San Roque, se aprecia un menor número de registrados oficialmente en las poblaciones de Puente Mayorga y Campamento, dos de los núcleos más importantes de la bahía. No así en La Línea -entonces barrio del término sanroqueño-, donde la multiculturalidad era más acusada.
De Puente Mayorga aparecen los siguientes datos en el referido archivo:
En 1815 figuraban anotados -a ello se unía el conjunto familiar-: Cayetano Gallardo (Génova), católico. Tienda de vinos. Sebastián de Clara (Nápoles), católico. Tienda de café. Andrés Menchi (Alemania), católico. Sirviente. El padrón había sido realizado por el alcalde de barrio Bartolomé Becerra, donde por error, aparecía Andrés Menchi como alemán, pues su origen era genovés.
En 1818: Antonio Sarabales (Génova), católico, soltero. Marinero. Cayetano Gallardo (Génova), católico. Tabernero. Casado con Margarita Raya, de Génova y con tres hijos. Andrés Menchi (Génova), católico. Sirviente. Casado con la española María López y con un hijo. Lorenzo Masa (Génova), católico. Marinero. Casado con María Fernández, de Puente Mayorga, y con tres hijos.
Y en 1821: Miguel Ñolo, 49 años (Génova), católico. Tabernero. Casado con española.
Gaitán Gallardo, 42 años (Génova), católico. Marinero. Casado con extranjera. Con un hijo de 21 años nacido en Génova, llamado Jacinto Cele. Jenaro Dayela (Nápoles), de 42 años, católico.
De otro lado, en La Línea, en 1815, el alcalde pedáneo o celador informó de 27 extranjeros varones y sus respectivas familias. La mayoría dedicados al comercio y a la agricultura, predominando la colonia genovesa.
Entre estas familias figuraba la de José Faba, al que ya me referí en el primer capítulo. Ello viene a evidenciar que no fue expulsado en 1813 y que mantenía su huerta. Aparece también otro familiar, tal vez un hermano, de manera independiente, Lorenzo Faba.
En los padrones posteriores el número de extranjeros se fue incrementando en La Línea. En el correspondiente a 1818 -presentado al Ayuntamiento a principios de enero del siguiente año- aparecen anotado cerca de sesenta hombres, multiplicados por un cierto número de familiares -esposas e hijos, principalmente-, siempre con predominio de los genoveses. Y un incremento de los Faba: Manuel y Juan Faba, con sus respectivas familias.
De otro lado, continuaba obteniéndose la carta de nacionalidad en ocasiones diversas. En 1816 se llevó a cabo el juramento y renuncia del fuero de extranjero de Arturo Maysar, establecido en el cortijo del Rocadillo, en San Roque. Se hallaba casado con Joaquina Moreno y tenía dos hijos.
También se naturalizó español el griego Anastasio Sabbas, en algunos sitios escrito Sava. Estaba casado con Isabel Díaz de la Vega Fernández de Córdoba, y su profesión era la de negociante. Su juramento incluyó “renunciar a todo fuero de extranjería y país en que nació, observar la religión católica, apostólica y romana; ser fiel al Rey nuestro Señor y constituirse en su vasallo”.
Avanzado el tiempo y superada esta coyuntura política -dada la posición ventajosa en la que se desenvolvían-, otros vecinos manifestaron su intención de seguir como extranjeros.
Así, en el padrón de 1845, la genovesa Clara Raggio, viuda de 32 años, manifestó la voluntad de permanecer como tal, junto a sus hijos Juan, Victoria, Vicenta y Rosa.
Otros, como Federico Paxot, en 1847, trasladó a la autoridad municipal el testimonio de su nacionalidad británica. Ocurría ello cuando se producían llamamientos para el ejército. En este caso, el Ayuntamiento rebatió tal afirmación, sosteniendo que dicha persona era de padres españoles con residencia en San Roque.
El mismo caso que su hermano Adolfo, de la quinta de 1854.