Sábado, 1 de Abril de 2023
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Francisco María Montero y su relación con Gibraltar

  • Contrario al cierre de la frontera por los gobernadores británicos

    Detalle de la portada de la edición inglesa del libro de Montero. Foto: NG
    Detalle de la portada de la edición inglesa del libro de Montero. Foto: NG
    Historia

    Francisco María Montero Delgado, conocido en San Roque como Historiador Montero, a raíz de su obra Historia de Gibraltar y de su Campo, editado en Cádiz en 1860, destacó por su sentido de acercamiento entre ambas comunidades sin que ello significase renunciar un ápice a la reivindicación del Peñón.

    De ello hay buenas muestras en el citado libro, que le abriría las puertas de la Academia de la Historia, y cuyo beneficio de venta dedicó a las viudas y huérfanos de la comarca, víctimas de la epidemia de cólera de 1855.

    Montero había nacido en 1818 en Jimena de la Frontera. Su familia poseía terrenos y ganado bravo en dicho término municipal, pero no tardaría en vincularse a San Roque, donde daría origen a la saga sanroqueña de los Montero, que tendrían un peso específico en la sociedad local hasta bien entrado el siglo XX. En San Roque, donde residió de manera definitiva, fallecería en 1893.

    En esta ciudad, en 1844, adquirió el antiguo establecimiento de los mercedarios descalzos -fruto de una desamortización anterior- a su propietario Manuel Rey.

    Aparte de su actividad profesional como abogado y líder del Partido Conservador -fue diputado desde mayo de 1851 a junio de 1852- practicó la colaboración periodística y la poesía.

    Colaborador del Gibraltar Guardian, publicó en sus páginas una oda titulada A las ruinas de Carteia. A este respecto, se tiene constancia también de su inclinación por la arqueología, tanto en la propia Carteia como en Barbésula, los dos yacimientos de importancia del término sanroqueño.

    Asimismo, en esa vinculación gibraltareña, la Imprenta de la Biblioteca Militar de Gibraltar publicó un Compendio de la Historia de Gibraltar, para uso de las escuelas católicas, firmada baja el seudónimo de “Un católico”.



    ITI - CAMPAÑA EXTENDA
    ITI - CAMPAÑA EXTENDA


    CONTRA EL CIERRE ARBITRARIO DE LA FRONTERA

    Montero criticó las decisiones que en torno al cierre fronterizo practicaban los gobernadores de Reino Unido. Así ocurrió en 1853 a cargo del general Gardiner, y que tuvo su origen en una fricción con el general del Campo de Gibraltar, derivado de los controles sanitarios.

    El historiador recoge en su libro citado: “Habiendo aparecido el cólera morbo en Inglaterra (octubre de 1853) el gobernador Gardiner, de acuerdo con el general del Campo, decidió establecer una cuarentena de ocho días de observación a los buques procedentes de los puertos ingleses. De esta manera quedaría abierta la comunicación de la plaza con los pueblos del Campo”.

    Sin embargo, una semana más tarde, sin previo aviso, Gardiner suprimió la cuarentena acordada, dando acceso a un buque procedente de Inglaterra. “Entonces, el general del Campo y la Junta de Sanidad de Algeciras, impusieron una observación de ocho días a las procedencias de Gibraltar, y resentido el gobernador inglés por este acuerdo, que era arreglado a nuestras leyes sanitarias, cortó de repente la comunicación por tierra con el Campo y cerró la plaza con tanta estrechez como si fuese a sufrir un sitio”.

    Esa oposición a las decisiones unilaterales del representante colonial se manifestó nuevamente en 1877, cuando el gobernador de Gibraltar Napier adoptó medidas para eliminar el contrabando desde el Peñón, sin coordinación alguna con la autoridad española.

    El cierre llevado a cabo por el gobernador fue criticado públicamente por Montero y por el obispo católico gibraltareño Scandela, ya que parecía dirigido exclusivamente a los más modestos y no a los grandes contrabandistas.

    Montero remitió una carta a la prensa del Peñón en la que se decía que “como es sabido hay mucha gente pobre que hacen un comercio pequeño y que diariamente visitan la plaza y vuelven con lo que ganan, el pan de sus hijos”.

    También crítico a las autoridades españolas: “España tiene un cuerpo numeroso de Carabineros y suficiente fuerza naval, que cuestan millones, para proteger sus fronteras y costas y son suficientes en número para ser efectivos; no es necesario que España prive a otros de sus derechos, especialmente cuando esto traería miseria a sus propios hijos”.