Lugar de formación religiosa y de reuniones antifranquistas

El futuro de la Casa de Ejercicios Cristo Rey, inactiva y cerrada, está pendiente de que se solventen las diferencias que mantiene el Ayuntamiento de San Roque y la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Mientras tanto una mirada atrás muestra un buen número de hechos relacionados con la historia del lugar. No hay que perder de vista que antes fue convento y luego prisión.
En el mismo lugar, en terrenos del antiguo convento situados a espaldas de la cárcel, ya de propiedad municipal, se llevó a cabo, en 1850, la construcción del cuartel de Caballería de la Guardia Civil, que desde 1849 había estado de forma provisional en el acuartelamiento militar de Caballería y en una finca particular. Desde esa fecha, en que se estableció esta sección, mandada por el teniente Juan Morillas, se había requerido del Ayuntamiento la construcción de un edificio.
Según los maestros alarifes Juan Leal y Antonio Morales, la distribución del cuartel sería en ocho habitaciones. En el cuerpo bajo: cuadra para caballos, cuerpo de guardia, cocina y cuarto excusado. En el alto: cuadra para la tropa, sala, alcoba y cocina para el jefe. El presupuesto de la obra ascendía a 15.063 reales. Después de construido debía arrendarse en 3.360 reales de vellón anuales.
Volviendo al período de centro penitenciario, en marzo de 1896, el juez Agustín Espejo, suspendió de manera cautelar al director del establecimiento, Lorenzo del Fresno, «por la multitud de contusiones causadas al negro Limonta». Un claro caso de malos tratos hacia un recluso.
Por otro lado, durante un tiempo y hasta 1958 -cuando la procesión de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad llegaba hasta la cárcel-, de acuerdo con el juez de la ciudad, se liberaba a uno de los internos próximos a cumplir condena o que se hallaba en prisión preventiva.
La existencia de la prisión en San Roque, como cabeza de partido judicial, se vio amenazada con los proyectos de supresión aprobados por el Ministerio de Justicia en la década de los cincuenta del siguiente siglo. Las numerosas gestiones y protestas no dieron su fruto y en 1959 la prisión pasó a establecerse en Algeciras.
En 1961 el edificio fue cedido a la Iglesia con destino a Casa de Ejercicios, gracias a las gestiones del párroco Rafael Caldelas. Dicho inmueble fue inaugurado en 1968. En principio se hicieron cargo del mismo varias mujeres vinculadas a la parroquia y en 1978 lo hizo la comunidad de Misioneras Cruzadas, que permaneció en el mismo hasta mediados de los 90 del siglo pasado, aproximadamente.
Como señala quien fuera párroco de la iglesia Santa María la Coronada y cronista oficial de la ciudad Rafael Caldelas, el 5 de noviembre de 1961 se firmó la escritura “de cesión de dicho edificio, por el Sr. Alcalde y el Sr. Obispo allí presentes”. No obstante, la autoridad eclesiástica sostiene que fue una donación, en base a la redacción del documento notarial.
Durante el franquismo, y en sintonía con los cambios que se venían produciendo en la Iglesia, la Casa de Ejercicios fue un lugar de encuentro cultural. Ello fue posible por el compromiso de las monjas seglares Hortensia y Estrella, a cuyo cargo estaba el edificio. Desde 1968 hasta 1971, estas dos religiosas no sólo prestaron las instalaciones para ello, sino que se involucraron decididamente con grupo de teatro Ciclo Cultural de San Roque, que, alentado por la profesora canaria de literatura, Esperanza Alcón, estaba formado por estudiantes de la localidad pertenecientes al instituto de bachillerato de La Línea. El grupo practicó un teatro de autores comprometidos, primero con lecturas, y luego con interpretaciones en el salón de la Casa de Ejercicios. El tragaluz, de Buero Vallejo, Las moscas, de Albert Camus; Acto sin palabras y La última cinta de Samuel Beckett, fueron algunos de los trabajos. La propia Estrella intervino en La casa de Bernarda Alba, de García Lorca,
Años después la Casa de Ejercicios Cristo Rey, en 1974, fue el escenario de una semana cultural, organizada por el Club Parroquial, que supuso la primera manifestación contra la dictadura en la ciudad desde la guerra civil. Actuó el grupo Teatro Algabeño, uno de los más conocidos dentro del panorama del teatro independiente andaluz y se llevó a cabo la actuación de varios cantautores antifranquistas, así como sesiones de teatro y cine.
Historia de un edificio que el Ayuntamiento cedió a la Iglesia y que ahora trata de recuperar.