En los Jardines Saccone de Villa San José

Día grande para la ciudad de La Línea. Uno de sus históricos personajes, Luis Ramírez Galuzo, iba a ser reconocido con la Orden del Imperio Británico en calidad de Comandante, distinción con la que Jorge V, monarca de Reino Unido, premiaba los servicios prestados en la I Guerra Mundial.
La concesión era efectiva desde el mes de abril de 1921, dejándose la entrega del galardón para el verano. A principios de julio la prensa se hacía eco del solemne acto, organizado en el palacete de Villa San José y su conocido espacio exterior, los Jardines Saccone.
Para recibir a los invitados, se situó en la puerta principal del jardín el comandante británico Pedley y el agente consular Juan Seaniglia, así como los miembros varones de la familia del homenajeado. La imposición de la medalla se realizó en el jardín.
Una nutrida representación oficial gibraltareña se hizo presente en la celebración: el fiscal del Tribunal Supremo, el secretario y tesorero colonial y el jefe de Policía. También, en lugar preferente, el cónsul general y vicecónsul general de España.
La prensa contó con el director de El Calpense, Miguel Parral, que también era cónsul de Paraguay en la colonia. Por el también periódico gibraltareño El Anunciador, estuvieron el redactor jefe Miguel Puyol y el periodista Héctor Licudi. Ostentando dos delegaciones participó Manuel García Bazo: teniente alcalde del Ayuntamiento de Algeciras y director de la revista Comercio. Asimismo, Constantino Romero lo hizo en delegación de Prensa Asociada y de El Noticiero del Estrecho.
La Línea estuvo ampliamente representada, por un número importante de ediles, con el alcalde a la cabeza, José Cayetano Ramírez Galuzo.
Del mismo modo, la ciudad contó con el comandante militar y subdelegado gubernativo, Adolfo Díaz Enrique, que lo hacía en representación del gobernador militar del Campo de Gibraltar; el capitán López Amor, el juez municipal Infante, el párroco Juan Rodríguez Cantizano, el teniente de la Guardia Civil Enrique de Benito, el jefe de la Guardia Municipal y el presidente de la Cruz Roja Juan Díaz Escribano.
Sin embargo, quien acaparó especial atención fue el diputado del distrito José Luis de Torres, que como la persona distinguida pertenecía al Partido Conservador, y que había llegado acompañado por el diputado provincial Emilio Morillas.
Fue De Torres el interviniente que más emocionó a la concurrencia: “¡Lo de luchas que ha tenido que sostener don Luis, lo de dificultades a vencer para deshacer leyendas absurdas y burdas, tramadas por la prevención y el prejuicio!”, elogió a Ramírez Galuzo.
Acto seguido los invitados pasaron a los salones de la villa, donde, según recogía la prensa, “fueron todos espléndidamente agasajados con dulces y pastas variadísimas, vinos de las más exquisitas marcas y ricos habanos y cigarrillos”. Posteriormente, el homenajeado invitó a los asistentes a trasladarse a su domicilio, en la fábrica La Concepción.
Luis Ramírez Galuzo había sido uno de los impulsores de la segregación del barrio de La Línea de la ciudad de San Roque, siendo también uno de sus primeros alcaldes (luego lo sería en otras ocasiones). Fue propietario de fábricas de gaseosas y de licores, así como de embalajes, entre otras actividades comerciales. Falleció en 1927.
Por su parte, el escenario del acontecimiento vivido en la ciudad con motivo de su homenaje, la finca Villa San José, se convertiría al siguiente año en la Casa Consistorial, mediante compra a la familia Saccone.
No recogía la prensa los detalles que avalaban la distinción británica más allá del enunciado de colaboración en la pasada guerra (tal vez el suministro de materiales de su industria). Eso sí, se describía la misma de la siguiente manera: “Medalla en forma de cruz, ostentando en el centro el escudo de Gran Bretaña, teniendo a su alrededor la inscripción For God and the Empire (Por Dios y el Imperio), sobre la cruz, una áurea corona británica”.