Le acusan de hacer concesiones

En una intervención ante un Parlamento hostil, que le ha acusado de “bajar la guardia” y hacer concesiones a España, la primera ministro británica se ha defendido afirmando que el Gobierno español “no ha conseguido lo que quería con Gibraltar” y ha asegurado que el Reino Unido negociará las relaciones futuras en nombre de toda la familia británica, incluida su colonia.
La presencia de Theresa May en el Parlamento británico correspondía a las explicaciones del Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la Unión Europea que el próximo 11 de diciembre (Downing Street ya ha confirmado la fecha) deberá aprobar o no el pleno de los Comunes. Su intervención ha consistido en una repetición de los argumentos y mensajes ya utilizados a lo largo de esta semana y en una defensa ante las numerosas críticas de los diputados.
Según May, España no ha conseguido lo que quería porque no ha podido modificar el texto del acuerdo, aunque no ha entrado en los detalles y el compromiso de la Declaración Interpretativa británica sobre el polémico artículo 184 y muchos menos en cuanto a las cartas de compromiso de los principales órganos de dirección de la Unión Europea, Consejo y Comisión, que son al final los socios de España y con quienes tendrá que negociar, desde fuera ya de la Unión, el Reino Unido.
De hecho, el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, le acusó de hacer concesiones al Gobierno español respecto a Gibraltar y de permitir que España “tenga un papel” en las decisiones futuras que afecten al Peñón, para concluir calificando el acuerdo de “chapucero” y “muy malo para el país” y anunciando el voto en contra de su grupo.
En ese ambiente, en el que los euroescépticos del propio partido conservador fueron los más hostiles pero no los únicos, la primera ministro May ha insistido una y otra vez en que éste es el mejor acuerdo posible y que se trataba o de aprobar éste o de salir de Europa sin acuerdo, manteniendo la misma estrategia sobre la que lleva ya semanas insistiendo: o este acuerdo o el caos.
En realidad, según la prensa británica, sus propios ministros sondean ya otras alternativas en caso de no aprobarse este Acuerdo de Retirada pactado con Bruselas y, entre ellas está el llamado Plan B, un escenario similar al caso de Noruega que sin pertenecer a la Unión forma parte del Espacio Económico Europeo.
Mientras, Theresa May se hace fuerte ante su Parlamento en la defensa de Gibraltar, que “quedará cubierto por todo el acuerdo y en las futuras negociaciones sobre la relación del Reino Unido con Bruselas", y ha agradecido al ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo, su “capacidad política”.