La UE se prepara para un Brexit sin acuerdo

Da la impresión que los dirigentes europeos están perdiendo la paciencia con Theresa May y su actitud respecto a la salida de la Unión. Anoche, al término de la cumbre europea, se confirmó lo que estaba previsto, la UE no está dispuesta a reabrir la negociación pero, además, le ha pedido al Reino Unido que diga claramente qué es lo que quiere, mientras anuncian preparativos para un Brexit sin acuerdo.
May llegó a la reunión con sus aún socios europeos con la ambición de lograr "garantías legales y políticas" de que la red de seguridad para el Úlster (“backstop'” en la jerga comunitaria) es un mecanismo de último recurso que, de aplicarse, sólo sería de manera temporal, también pidió que no dejaran "nada en la recámara" y que les convenía ayudarle a "cambiar la percepción" del 'backstop', si no querían "correr el riesgo de un “no acuerdo accidental”.
La primera ministro llegó a plantear que había que cambiar "la percepción de que la salvaguarda es una trampa", dejando en claro que la misma solo funcionaría por un tiempo limitado. Juncker, sin embargo, le dijo a May que satisfacer las demandas de diputados rebeldes no era trabajo de la Unión Europea.
Tampoco convenció al resto de los socios comunitarios la intervención de May, que consideraron imprecisa y le indicaron algo que a estas alturas resulta una obviedad, que la primera ministro no es capaz de conseguir la aprobación de su Parlamento aun contando con una fecha límite. De hecho, los socios comunitarios han anunciado que el próximo 19 de diciembre la comisión publicará más información sobre sus preparaciones para un Brexit sin acuerdo, escenario que ya se considera probable, aunque también manifiestan su voluntad de establecer relaciones futuras después de firmar la salida, momento en que iniciarían esas negociaciones.
Aunque la primera ministra no había llegado a pedir expresamente la reapertura del acuerdo de divorcio, sí había solicitado "garantías jurídicas", algo que mandatarios como el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, habían descartado a su llegada a la reunión en Bruselas. El riesgo de elevar la oferta de declaración política a una de tipo jurídico era que otros Estados miembros vieran la oportunidad de reabrir otros debates que quedaron zanjados en la cumbre de noviembre y se reabrieran asuntos como Gibraltar o la pesca.
La primera jornada del Consejo Europeo acabó, por tanto, con la conclusión de que “no está abierto a la renegociación” y la afirmación de que están dispuestos a establecer una nueva relación con el Reino Unido “tan estrecha como sea posible”, pero como un país tercero de la UE.