Aunque desde la distancia pueda parecernos mentira, en el canal de la Mancha también hay pateras. La Royal Navy ha enviado un buque patrullero a las aguas del canal para evitar el paso de inmigrantes desde Francia hacia Gran Bretaña de forma irregular. La información ha sido confirmada por el Ministerio de Defensa británico.
El HMS Mersey cumplirá esta misión de forma provisional hasta que lleguen a la zona otros dos barcos de la fuerza de fronteras del Reino Unido que están desplazados al Mediterráneo, el HMC Protector y el HMC Seeker.
Desde noviembre, se calcula que alrededor de 239 personas han cruzado al Reino Unido desde las costas francesas, razón por la que el ministro de Interior, Sajid Javid, ha pedido la colaboración de las Fuerzas Armadas.
Antes de la confirmación oficial, la BBC había informado de cierto repunte de las llegadas a las costas británicas a bordo de embarcaciones precarias. Uno de los incidentes más relevantes tuvo lugar el 25 de diciembre, cuando 40 migrantes, incluidos dos menores, cruzaron el canal en cinco embarcaciones. En su mayoría eran iraquíes, iraníes, sirios y afganos, informó la agencia Efe. El secretario británico de Interior manifestó su preocupación de que “sea solo cuestión de tiempo antes de que la gente pierda la vida” en estos intentos.
Los gobiernos francés y británico han establecido conversaciones para afrontar de forma conjunta esta situación. Las medidas, reveladas por Londres, serán implementadas en las próximas semanas por el Centro de Coordinación e Información franco-británico situado en Coquelles, cerca de Calais, informa la Agencia France Presse.
Los dos ministros han acordado celebrar un encuentro a lo largo del presente mes de enero. Según una investigación de la BBC, los traficantes le están incitando a los inmigrantes para que intenten llegar a Reino Unido antes de que “las fronteras se cierren de verdad” con el Brexit.
Pese a todo, el número de inmigrantes que en 2018 han escogido esta forma de llegar al Reino Unido supera ligeramente el medio millar, nada que ver con los casi 60.000 que en 2018 llegaron a la costa sur española a través del estrecho de Gibraltar y mar de Alborán.
