Como viene siendo ya habitual, el submarino nuclear HMS Ambush, que entró en puerto el pasado miércoles está siendo reparado en Gibraltar y abandonará de nuevo la base de la colonia británica en los próximos días, cuando concluyan las tareas.
El HMS Ambush entró en puerto bajo el supuesto de una “visita de rutina programada”, según informó en su día la oficina de prensa del Gobierno de Gibraltar, que hacía suya la versión del Ministerio de Defensa británico. No obstante, ha quedado en evidencia que el HMS Ambush, como otros submarinos nucleares antes, no ha venido en visita de rutina, sino a realizar reparaciones.
Nada más llegar a puerto, fueron emplazadas unas estructuras en el HMS Ambush que servían para facilitar los trabajos y el movimiento de las piezas. Y desde el día siguiente, el sumergible ha estado entrando y saliendo de puerto el tiempo suficiente para realizar maniobras alrededor del Peñón, que le permitieran confirmar el resultado de las reparaciones.
Es evidente que el submarino nuclear HMS Ambush, que se espera quede reparado en los próximos días, ha estado solventando problemas en su sistema de navegación o en su sistema de combate.
El eufemismo utilizado por Gibraltar, que calificaba estas reparaciones de “visita rutinaria programada”, no ha servido para calmar al principal grupo ecologista de la comarca, Verdemar, que hizo pública su protesta desde el mismo día de la llegada del submarino, calificó de “bombas flotantes” estos sumergibles nucleares y denunció que el puerto militar de Gibraltar “se está convirtiendo en un puerto X donde el Reino Unido lleva sus submarinos nucleares a reparar, iniciando unos tipos de trabajo que ponen en peligro y en riesgo la población del Campo de Gibraltar”.