Este miércoles 27

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá que comparecer este miércoles 27 de febrero, en el último pleno del Congreso de esta legislatura, para hablar sobre el conflicto de Venezuela, el Brexit y las sociedades instrumentales de los ministros. Lo hace a petición del Partido Popular en lo que será la última sesión de control al ejecutivo central del mandato.
La comparecencia de Sánchez es significativa a nivel de calendario. Y es que su pronunciamiento sobre la salida británica de la Unión Europea se producirá a escasamente un mes de que se haga efectivo el inicio del periodo de transición que marcará el proceso del Brexit. Sánchez defenderá, en teoría, la posición de España como estado miembro de las ‘veintisiete’, que se ha negado como el resto de países a renegociar el texto negociado entre Londres y Bruselas que regirá esa desconexión.
Sánchez repetirá lo que ya ha venido defendiendo en reiteradas ocasiones, que el acuerdo “es el mejor posible” para los intereses de ambas partes, así como para “los derechos de los ciudadanos” y de “los operadores económicos. “Se trata de lograr una salida ordenada y reabrir el texto conduciría a un escenario peligroso”, aseguró en una de sus últimas declaraciones el presidente del Gobierno, quien volverá a trasladar esa idea el miércoles, en la cámara baja, según fuentes de Moncloa.
Falta por adivinar si Sánchez incluirá la situación de Gibraltar y el Campo de Gibraltar en su comparecencia. Parece que sí, porque el líder español ha venido presumiendo de que este asunto “está arreglado con o sin acuerdo”. Se refiere a los memorandos suscritos entre su ejecutivo y el de Reino Unido para, específicamente, establecer la futura relación de Gibraltar. En esos acuerdos se estima la protección de los derechos de los trabajadores españoles en el Peñón y, fundamentalmente, la agilidad de éstos en el paso por la Verja.
El Gobierno español lleva, además, desde hace meses preparando su Plan de Contingencia en caso de salida de Reino Unido sin acuerdo. Un proyecto que, de momento, no tiene ninguna incidencia en el Campo de Gibraltar más allá de la preocupación existente en el tejido empresarial que llevó a la Cámara de Comercio a organizar, la pasada semana, una jornada para establecer la hoja de ruta ante un posible Brexit duro.