
Theresa May ha confirmado al Parlamento británico que ha solicitado a la Unión Europea una prórroga de la salida hasta el 30 de junio próximo. El Gobierno británico confía en llevar el mismo acuerdo por tercera vez al Parlamento, a pesar de la advertencia de su presidente, porque considera que hay “caminos reglamentarios” para hacerlo.
La primera ministro británica ha desvelado sus propósitos en la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes y ha afirmado que no está dispuesta a prolongar más allá del 30 de junio el proceso de retirada de la Unión Europea. Fuentes de la UE han confirmado, por otra parte, la recepción de la carta enviada por May.
En la acalorada sesión parlamentaria de esta mañana, la primera ministro se mostró contraria a postergar mucho más el Brexit para evitar, entre otras cosas, que el Reino Unido participe en las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Ante la actual crisis, Theresa May dijo que el pueblo británico "merece más de lo que esta cámara le ha dado hasta ahora", en referencia a la falta de consenso sobre la manera en que el país debe concretar su separación del bloque europeo.
Definitivamente esta es la opción menos compleja de las posibles, porque se limita a trasladar la fecha de salida tres meses y no interfiere en los procesos electorales europeos ni condiciona al Reino Unido a abordar un segundo referéndum o, incluso, unas elecciones generales anticipadas como se planteaba desde Bruselas para aceptar, en su caso, una prórroga de más largo plazo que alcanzara el año 2020.
El problema es que la salida del bloqueo sigue estando pendiente del Parlamento británico, donde por dos veces el Gobierno inglés ha sido incapaz de sacar adelante una propuesta que, según se afirma una y otra vez en Bruselas, es el “mejor acuerdo posible” y no hay ninguna intención de renegociarlo.
Así que o esta vez May es capaz de convencer a sus propios compañeros de partido y de Parlamento para que apoyen el acuerdo o la situación de bloqueo se mantendrá incluso con la prórroga del 30 de junio.
Entretanto, también tendrá que resolver la forma de presentar al Parlamento por tercera vez el mismo acuerdo, después del aviso de su presidente Bercow de que no sería posible una tercera votación para la misma propuesta. Diputados británicos han tranquilizado a los europeos asegurándoles que existen “vías reglamentarias” para hacerlo.