
El grupo ecologista Verdemar ha denunciado que una nueva ley de la Junta de Andalucía permite la legalización de 300.000 viviendas irregulares, sin considerar el perjuicio que suponen para el medio ambiente y los acuíferos, especialmente en el caso del Campo de Gibraltar.
Considera Verdemar Ecologistas en Acción que la nueva ley legalizará “miles de viviendas que se encuentran en situación irregular, que son un mal endémico del urbanismo sin control en Andalucía” porque “muchas de estas viviendas están afectando al medio ambiente a saber: impactos paisajísticos, ecológicos, residuos, contaminación, esquilmación de acuíferos y en muchas ocasiones han ido creciendo bajo los incendios forestales”.
La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, denuncia el grupo ecologista, está elaborando “planes especiales autónomos, no dependientes de los planes generales, como vía más ágil y específica para resolver la situación de estas viviendas, al mismo tiempo que se contempla también ampliar el reconocimiento de la figura ya existente de asimilado fuera de ordenación (AFO) a los propietarios de estas viviendas”.
El gobierno en coalición PP-Ciudadanos, continúa, “pretende con esta iniciativa perder biodiversidad en los Espacios Protegidos del Campo de Gibraltar y sus zonas de influencia. Esto va a permitir que se siga esquilmando y contaminando el acuífero del Plioceno y Cuaternario Detrítico del Campo de Gibraltar, que ocupa un área de 1.512 Km2 y representa la quinta parte de la provincia de Cádiz”.
Según explica Verdemar, este importante acuífero se divide en 5 unidades hidrogeológicas independientes tales como el Pliocuaternario de Guadarranque-Palmones, constituida por depósitos pliocenos y cuaternarios de 105 km2; el Plioceno de Sotogrande, acuífero que es una cubeta rellena por materiales detríticos (arenas y areniscas) de 33,5 km2 existentes en la desembocadura del río Guadiaro; el del Cuaternario de La Línea, con una extensión de 10 km2 y que ocupa la llanura costera entre Sierra Carbonera y el Peñón; los depósitos aluviales del Guadiaro y Hozgarganta, formados por depósitos de arcillas, arenas, limos y niveles de gravas que ocupan las Vegas de Guadiaro y su afluente Hozgarganta, con una superficie de 40 km2 y una anchura que no suele superar los 600 metros; y las Areniscas de Aljibe, que forma parte del área de las sierras de Salada Vieja, Ojus, Guna, El Cabrito, El Bujeo, Algarrobo y La Palma, con un área de casi 500 km2 y formado por arenas silíceas de grano fino principalmente.
En todos los acuíferos, denuncia Verdemar, “existen viviendas ilegales y la Junta de Andalucía abre la puerta a su esquilmación y envenenamiento”.