
Dentro de su campaña ‘Orillas sin colillas’, el grupo ecologista Verdemar ha instalado dos nuevos colilleros en la playa de Palmones de Los Barrios, junto al Chiringuito de Reyes, concretamente en la desembocadura, y en Guadarranque, San Roque.
Está estructura está compuesta por tablas reutilizadas que sujetan latas colgadas de cuerdas, del que los fumadores pueden recoger uno de los colilleros y, una vez utilizados, colocarlos de nuevo para que otro usuario fumador pueda hacer lo mismo.
Los océanos, recuerdan los ecologistas, “regulan el clima del planeta, aunque nos suene a teoría de libro de meteorología. Sin embargo, a costa de nuestro desenfrenado ritmo de consumo sus aguas se están calentando, eutrofizando, acidificando. Esto provoca, entre otras consecuencias, el blanqueamiento de los corales, la expansión de zonas muertas, y la drástica reducción de poblaciones de infinidad de especies que apenas nos ha dado tiempo a conocer”.
Añaden que “reciben nuestra contaminación por aportes y vertidos desde tierra sin criba ni vergüenza, provocando el deterioro progresivo de la calidad de las aguas costeras y poniendo en serio peligro los ecosistemas litorales”.
Es el caso de las colillas, en lo que “en apariencia es un inocuo filtro de los cigarrillos es en realidad una bomba química altamente contaminante. El acetato de celulosa del que está compuesto retiene en su interior un cóctel de sustancias en el que, además de nicotina y alquitrán, podemos encontrar arsénico, cadmio, cobre, níquel y otros metales pesados”.