Las expansiones británicas de Gibraltar, que se iniciaron con la epidemia de fiebre amarilla de 1815 cuando ocupa el istmo para los enfermos gracias a la generosidad española, continua en 1854 con otra epidemia y se confirma en 1909 cuando el ejército inglés levanta la actual verja. La siguiente fase de expansión se orienta, desde entonces, a las aguas de la bahía de Algeciras.