El pasado martes, el general Curtis M. Scaparrotti, comandante supremo aliado en Europa (SACEUR) de la OTAN, puso de manifiesto ante el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense que necesita dos destructores de misiles guiados más bajo su mando en Europa, es decir, en el Mediterráneo, además de la presencia de un portaaviones adicional en el Atlántico Norte.