Asesinato yihadista en Algeciras
Por Patricio González
Político y escritor. Alcalde de Algeciras tres legislaturas. Ingeniero técnico naval
Patricio González lamenta el suceso que ha sacudido esta semana a Algeciras. Foto: NG
Diego Valencia, sacristán de la Iglesia de La Palma fue asesinado el miércoles por un sujeto que le asestó dos machetazos mortales. También el párroco de San Isidro (Antonio Rodríguez) fue ingresado grave en el Hospital Universitario Punta Europa.
El asesino, un hombre marroquí llamado Yasin Kanza, parece ser que actuó solo. No sé si era un lobo solitario o actuaron en manada, me da igual. Además de asesinar a Diego Valencia, el terrorista yihadista dejó varios heridos a su paso.
Kanza seguramente no está loco y, además, tenía una órden de expulsión desde el 22 de junio del pasado año y aquí sigue matando. Ojalá todos estos terroristas, que siembran el terror en nombre de Dios, estuvieran locos porque con una buena terapia se podría solucionar gran parte del problema.
Pero este indeseable está convencido (muerte a los cristianos), algo para lo que no existe cura posible. Cree que lo que hace es lo correcto, cree que el mundo occidental es enemigo del progreso de su propio pueblo, cree firmemente en el castigo como herramienta divina ante la injusticia. Kanza cree que Dios existe y que solo es el suyo el que tiene un hueco entre nosotros.
Si no matase a personas inocentes, si fuera un vecino con el que hablásemos de Pascuas a Ramos, diríamos de él que es un tipo raro. Pero este sujeto usa un machete de grandes dimensiones y se convierte en terrorista yihadista, se convierte en una enfermedad incurable y peligrosísima para la sociedad. Ahora bien, Yasin Kanza no representa a todos los marroquíes, no puede representarlos, ni a todos los inmigrantes que llegan en patera a España de forma ilegal, ni tiene mucho que ver con lo que dice el Corán. Ni hablar. Por eso los mensajes contra el conjunto de árabes, contra el islam en su totalidad, son mensajes estúpidos e injustos. Este tipo debería pudrirse entre rejas el resto de sus días, y con él los que son como él. El resto de magrabíes, que son gente de bien, tienen derecho a vivir en comunidad y ser respetados. Es una pena que la muerte de mi querido amigo Diego Valencia se utilice para hacer política, como mercancía electoral. Más de uno tendrá que rendir cuentas con la historia por todo el odio que se está generando, una crispación innecesaria al lanzar mensajes que involucran a todo un pueblo.
Si no matase a personas inocentes, si fuera un vecino con el que hablásemos de Pascuas a Ramos, diríamos de él que es un tipo raro. Pero este sujeto usa un machete de grandes dimensiones y se convierte en terrorista yihadista, se convierte en una enfermedad incurable y peligrosísima para la sociedad. Ahora bien, Yasin Kanza no representa a todos los marroquíes, no puede representarlos, ni a todos los inmigrantes que llegan en patera a España de forma ilegal, ni tiene mucho que ver con lo que dice el Corán. Ni hablar. Por eso los mensajes contra el conjunto de árabes, contra el islam en su totalidad, son mensajes estúpidos e injustos. Este tipo debería pudrirse entre rejas el resto de sus días, y con él los que son como él. El resto de magrabíes, que son gente de bien, tienen derecho a vivir en comunidad y ser respetados. Es una pena que la muerte de mi querido amigo Diego Valencia se utilice para hacer política, como mercancía electoral. Más de uno tendrá que rendir cuentas con la historia por todo el odio que se está generando, una crispación innecesaria al lanzar mensajes que involucran a todo un pueblo.