Sábado, 9 de Diciembre de 2023
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Azopardi lidera la temporada de mensajes navideños

  • Imagen de Robert Vasquez
    Por Robert Vasquez
    Abogado y periodista gibraltareño
    Keith Azopardi, líder del GSD y de la Oposición en el Parlamento de Gibraltar
    Foro
    *Azopardi necesita lecciones de relaciones públicas

    *Si las soluciones no son la panacea hay que decir la verdad

    *El GSD de Azopardi no es la solución

    *Los patrones de voto deben cambiar para elegir a diputados capaces y no a «apparatchiks» del partido.

    *El GSD de Azopardi no es la alternativa

    *El Sr. Azopardi da muchas vueltas a todo, pero no dice nada sustancial y no menciona el Gibexit

    *Se necesita un cambio completo y fundamental que apoye las reformas para mejorar el gobierno

    *El Sr. Azopardi espera que le llegue el «turno de Buggin»[i]

    *Se necesita un cambio revolucionario en los patrones de voto para elegir a personas capaces

    *Utiliza tus 10 votos para elegir a personas capaces y no sólo a «apparatchiks» de partido

     

    LOS MOMENTOS DE ALEGRÍA NO LLEGARÁN SIN REFORMAS

    Quizás Keith Azopardi, el líder de los socialdemócratas gibraltareños [GSD], debería aprender algunas lecciones de relaciones públicas si quiere llegar a algo como político, especialmente como líder de un partido político. La lección es sencilla: los mensajes positivos deben ir primero antes de llegar a los aspectos negativos.

    La gente busca soluciones, los problemas son bien conocidos. Si las soluciones no aportan un remedio completo, hay que decir la verdad. Su mensaje navideño falla en todos esos frentes porque el Sr. Azopardi no los aborda.

    Puede que sea la época de la felicidad, pero leer los dos primeros tercios del Mensaje de Navidad del Sr. Azopardi quita toda la alegría, no es que esté equivocado en lo que dice. Afortunadamente, en el último tercio ofrece algunas reflexiones positivas, pero no sugiere ninguna solución.

    El Sr. Azopardi afirma que «las elecciones no pueden llegar lo suficientemente pronto como para volver a encarrilar Gibraltar», pero no es su GSD quien puede conseguirlo. Por desgracia, nuestro sistema electoral no ofrecerá alternativas viables para formar gobierno sin un cambio drástico en los patrones de voto. Ese cambio es necesario para llevar a cabo la revolución democrática que Gibraltar está pidiendo a gritos.

    AZOPARDI FRACASA EN LO FUNDAMENTAL

    Nuestro sistema electoral limita la capacidad de elección, ya que la tendencia es votar a los integrantes de un partido en lugar de elegir a las personas que puedan formar un gobierno que ofrezca soluciones, por desagradables que éstas sean.

    El GSD, bajo el liderazgo del Sr. Azopardi, no es esa alternativa, hasta el punto de que no identifica ni señala las reformas necesarias de nuestros sistemas electoral y parlamentario, ni ninguna solución realista a los problemas que él mismo identifica. Son esos sistemas actuales los que nos han llevado al mismo desastre que el Sr. Azopardi reconoce ahora, a pesar de su participación en el Gobierno del GSD que inició el problema.

    Un nuevo Gobierno del GSD seguirá con el mismo tiovivo, con algunos retoques para mantener el nivel del agua a una profundidad que impida que Gibraltar se ahogue. Si es que no estamos ya a punto de ahogarnos.

    EL GSD ESTÁ DESCABEZADO

    El GSD no va a ninguna parte bajo su liderazgo, especialmente cuando pregona que lo que debe hacerse es precisamente lo que el propio GSD no hizo en su mandato, con él como ministro durante dos legislaturas. Un GSD que inició el despilfarro de las finanzas públicas y el endeudamiento que los GSLP-Liberales prometieron detener en su programa electoral de 2011.

    Después, los GSLP-Liberales pasaron a magnificar enormemente ese despilfarro financiero. De ahí el desastre al que se enfrenta Gibraltar en la actualidad, tanto en términos de cuenta corriente como de deuda pública directa e indirecta.





    Lo que se necesita es un cambio completo y fundamental que traiga a Gibraltar las reformas que permitan una mejora continua del gobierno. El Sr. Azopardi no promete esa reforma, por lo que el GSD no está a favor de ese cambio esencial tan necesario.

    Conseguiremos un cambio de personalidades, pero no un cambio de política si el GSD del Sr. Azopardi es elegido con mayoría en el Parlamento. El circo continuará y Gibraltar saldrá perdiendo.

    EL MENSAJE POSITIVO DE AZOPARDI

    «La realidad es que ahora el Gobierno dirigido por el Sr. Picardo es parte del problema, y es un obstáculo para la reforma porque cree que lo está haciendo bien. A menos que haya un cambio de Gobierno no habrá una reforma decisiva y radical». El Sr. Azopardi tiene toda la razón, pero un cambio a un Gobierno del GSD no marcará la diferencia de la que presume en los términos más vagos.

    Lo hace diciendo: «Lo que hace falta es un plan claro para salir de esta crisis de las finanzas públicas y esto será el núcleo de nuestro programa electoral para las próximas elecciones. Un plan para equilibrar nuestras cuentas y ofrecer una buena relación calidad-precio, transparencia y normas. Un plan para reducir el despilfarro, los abusos y la corrupción».

    Dignas palabras suyas, o de cualquier político, pero ni una sola indicación de cómo el GSD, bajo el Sr. Azopardi, logrará algo de eso, a pesar de su referencia a «un plan claro». Ni siquiera excusa su propia implicación en el lío mientras era ministro del GSD.

    Si se le cree a él y al GSD, se trata sólo de un acto de fe ideológica, o de una enorme aversión al actual Gobierno GSLP-Liberal. Una victoria resultante del GSD va en contra de las evidencias palpables que no apoyan su capacidad para gobernar en la crisis a la que él mismo dice que se enfrenta Gibraltar.

    Es enormemente revelador que no haga ni una sola mención al Gibexit y a las nefastas consecuencias que acarreará si se llega a un «no-acuerdo». ¿Cuál es su posición y la del GSD sobre una cuestión tan crucial a la que todos nos enfrentamos en este momento? Es un misterio.

    EL LIO

    Las explicaciones del Sr. Azopardi sobre el lío en el que se encuentra Gibraltar son significativas. Es sobresaliente su falta de honradez al no divulgar el sufrimiento que representa para cada uno de nosotros.

    Incluye menos dinero, subidas generalizadas de los precios (incluso de los productos básicos), aumento de los alquileres y de los pagos hipotecarios, subida de los impuestos, reducción de los salarios, costes adicionales para las empresas, aumento de la seguridad social, de las tasas y de las cargas y las consecuencias del gasto excesivo, el endeudamiento excesivo y la mala gestión financiera del Gobierno GSLP-Liberal durante 11 años.

    Luego admite con razón que «la recesión global o la inflación» no pueden controlarse, pero que «el despilfarro y el abuso financiero» y el gasto no presupuestado pueden controlarse para permitir la protección de «los menos pudientes frente a las subidas de impuestos.»

    Lo que el Sr. Azopardi no explica es que una cosa no anula la otra. La gente sufrirá, ya que no hay una salida absoluta; así que sea franco y dígalo, señor Azopardi, no oculte media verdad para lograr su propia ambición política. Si la gente no vota al GSD por haber oído la verdad, que gobiernen los GSLP-Liberales y se vean obligados a imponer lo necesario a sus propios votantes.

    EL CAMBIO REVOLUCIONARIO ES ESENCIAL

    El Sr. Azopardi nunca ha explicado su salida del PPD y su regreso al GSD. Su ambición es simple, como demuestra esa misma maniobra. Es ser Ministro Principal.

    En esa búsqueda dirá lo que considere que le llevará hasta allí. Su creencia es simple: ahora será mi turno, el «turno de Buggin», porque la gente se cansará de Fabián Picardo y de los GSLP-Liberales. Cuando eso ocurra, no habrá nadie más que yo.

    Es necesario un cambio revolucionario en los patrones de voto en las próximas Elecciones Generales para detener ese tiovivo de políticos engreídos que masajean sus propios egos. La política debe centrarse en el bien común. Nuestros sistemas parlamentarios y electorales no lo consiguen.

    ES HORA DE CAMBIAR, PERO NO A OTRO PARTIDO

    Es hora de utilizar el sistema electoral para conseguir lo que tantos desean: un cambio en lo fundamental que beneficie al mayor número de personas. ¿Cómo se consigue eso? Sencillamente, utilizando el sistema electoral para lo que fue diseñado.

    No fue para elegir a un gobernante egoísta y engreído calificado de Ministro Principal. Su objetivo era elegir a personas para el Parlamento, y que aquellas que obtuvieran el apoyo de la mayoría de los diputados formaran gobierno y eligieran a un Ministro Principal.

    En las próximas elecciones, NO votes en función de los partidos. Fíjate bien en la valía y las características de cada persona de las que se presentan a las elecciones. Tapa la parte que dice a qué partido pertenece cada uno.

    A continuación, vota todos o el máximo número de tus 10 votos a aquellos candidatos individuales que creas que te representarán mejor en el Parlamento. Si ningún partido obtiene la mayoría, deja que cada diputado decida a quién, cómo y por qué apoyará para formar gobierno.

    En ese proceso cada uno puede dar importancia a lo que considere más esencial. La reforma electoral y parlamentaria ocupará un lugar prioritario en la lista si ese resultado se produce en unas elecciones generales, sin sombra de duda.

     
    [i] Término británico humorístico y despectivo para el nombramiento de un puesto por rotación o antigüedad en lugar de por mérito.




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