To «BID» or not to «BID»
Por Robert Vasquez
Abogado y periodista gibraltareño

Calle comercial de Gibraltar. Foto NG
Foro
- 25 Oct
*El programa BID es responsabilidad del Gobierno GSLP-Liberal
*El Ministro responsable es el diputado Vijay Daryanani
*Una pequeña parte de las empresas afectadas decidió la introducción del programa BID
*Estadísticamente sólo una pequeña minoría apoya al BID
*El coste para algunos negocios es desproporcionado
*El coste está aún más sesgado en contra de los que menos se beneficiarán, si es que lo hacen
*Los factores de Gibraltar son muy diferentes a los del Reino Unido, en donde se atrae a los residentes de los suburbios
*El programa BID está mal concebido
*Es necesario que se suspenda y hacer una nueva votación
*El nuevo voto debería ser ponderado por referencia al tamaño de los locales, al igual que la tasa
RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO
La responsabilidad de la introducción del programa de Mejora de los Negocios en el Distrito (BID) recae justa y directamente sobre los hombros del Gobierno GSLP- Liberal. Son ellos los que han aprobado las leyes en el Parlamento y luego los reglamentos hechos por el Ministro de Negocios, Vijay Daryanani MP, que hacen obligatorios los pagos por parte de los negocios afectados.
Hay 1.175 empresas que deben pagar la tasa BID por la fuerza de la ley bajo la amenaza de un proceso judicial por impago. La realidad es que una parte muy pequeña de los afectados participó en la decisión de que se introdujera la tasa, pero el ministro Daryanani lo ha ignorado. Ha puesto toda la fuerza de la ley detrás de la iniciativa de unos pocos sin una reflexión más profunda.
El Sr. Daryanani debe asumir toda la responsabilidad política por la iniciativa y por la oposición al BID que ahora ha surgido. No le corresponde lavarse las manos de la culpa política de una iniciativa por la que muchos deben pagar, algunos hasta 5.000 libras al año.
SÓLO UNA PEQUEÑA MINORÍA APOYA LA OFERTA
Independientemente del esfuerzo realizado para informar del proyecto y de la votación, sólo 291 negocios de los 1.175 elegibles han votado el programa BID, por la razón que sea, es decir, el 25% del número total de negocios. Es una cifra ridícula.
Sólo el 65% de los negocios que votaron lo apoyaron. Esto se traduce en 189 negocios solamente, por lo que 102 se opusieron. Por lo tanto, sólo el 16% del número total de empresas de la zona BID apoyó el plan.
Las estadísticas no mienten, ni la complacencia de ninguna empresa puede utilizarse como apoyo al plan. Independientemente del esfuerzo realizado para informar. Las estadísticas muestran la realidad del apoyo al programa, así como la reunión que se opone a la tasa BID indica que hay oposición al programa; el que llegue fuera de plazo no es una razón para que el Gobierno GSLP-Liberal, especialmente el Ministro, el Sr. Daryanani la ignore.
A pesar de esa clara falta de apoyo estadístico, el Gobierno GSLP-Liberal ha considerado oportuno imponer el programa BID a todas las empresas de la zona BID. Hay que preguntarse si fue una decisión acertada del gobierno. Es una pregunta especialmente pertinente cuando las empresas siguen luchando después de la pandemia y ahora por la recesión que se avecina.
EL COSTE A las empresas se les cobrará en función del tamaño de los locales, al igual que se calculan las tasas. Cuanto más grande sea el local ocupado, más pagará la empresa. El cálculo de la tasa no tiene en cuenta la naturaleza del negocio emprendido, ni su rentabilidad, ni el beneficio que obtendrá del programa BID. Es un sistema palpable e intrínsecamente injusto. No se tiene en cuenta el potencial de cualquier negocio para beneficiarse o no beneficiarse, por ejemplo, si hay algún beneficio en absoluto, los negocios de venta al por menor, sin duda, se beneficiarán más que los locales de oficinas y locales comerciales que no dependen de la afluencia de público, sin embargo, los locales de venta al por menor no pagan más por pie cuadrado. El aumento de los costes para las oficinas no es insignificante. Los propietarios deberían tomar nota. Puede resultar económicamente rentable para una empresa trasladarse fuera de la zona BID, especialmente a un edificio que todavía se beneficia de las reducciones de tasas debido a la ayuda al desarrollo. El coste de la BID oscila entre 100 libras esterlinas al año para los locales más pequeños (menos de 201 pies cuadrados) y 5.000 libras esterlinas al año para los locales de más de 9.999 pies cuadrados. Los locales de 500 pies cuadrados pagarán 250 libras, los de 1.000 pies cuadrados 500 libras, los de 2.000 pies cuadrados 1.000 libras, los de 3.000 pies cuadrados 1.500 libras y los de 5.000 pies cuadrados 2.500 libras al año. Por tanto, los que más pagan son los locales de oficinas. Son precisamente esos tipos de locales los que menos se beneficiarán, a menos que los organizadores del BID puedan presentar planes que compensen a esos grandes pagadores por lo que están obligados a pagar. Es probable que esos negocios reclamen para entender qué beneficio están obteniendo por lo que les está costando. NINGÚN O ESCASO BENEFICIO PARA MUCHOS Muchos de ellos no verán ningún o escaso beneficio, ya que ocupan varias plantas de oficinas que no dependen del aumento de la afluencia de público, que es la principal promesa del programa BID. Es una promesa que va acompañada de la declaración de que el programa está condicionado a no gastar un centavo en lo que ya el gobierno tiene la obligación de proporcionar. Es difícil ver lo que esto deja a los organizadores del BID y en qué gastarán el dinero recaudado a la fuerza. BID no ha anunciado detalles, sólo generalidades vagas, será interesante ver cuáles serán los detalles, especialmente para aquellos contribuyentes que no dependen de la afluencia de público, pero que estarán entre los mayores contribuyentes individuales. LOS FACTORES DE REINO UNIDO Y GIBRALTAR DIFIEREN Es comprensible que los programas BID funcionen en el Reino Unido, pero las mismas consideraciones no son de aplicación en Gibraltar. En el Reino Unido, los centros de las ciudades están rodeados de grandes zonas urbanas y suburbios donde residen muchos clientes potenciales. Los programas BID tienen como objetivo atraer a esas personas a las zonas comerciales del centro de la ciudad con iniciativas que van más allá de las de los ayuntamientos, muchos de los cuales no financian dichas iniciativas. Gibraltar no tiene esos suburbios. Tiene a España. Tiene a los turistas que vienen de España y de los cruceros. El Gobierno tiene una Agencia de Turismo. Entonces, seguramente es una responsabilidad del gobierno aumentar la afluencia de turistas en Gibraltar. Siendo así, ni un céntimo del dinero del BID debe gastarse en aumentar la afluencia de turistas extranjeros a Gibraltar, ya que eso es responsabilidad del gobierno. Es una afluencia de turistas que, una vez en Gibraltar, inevitablemente aumenta enormemente el número de visitas a la zona BID. Es palpable con sólo dar un paseo por la calle Real. El mismo aumento no se observa en Irish Town, Engineer Lane u otras zonas incorporadas al programa BID. Será interesante ver cómo los organizadores de la BID se ocuparán de ello, algo que no es obligación del gobierno. UN PROGRAMA ERRÓNEO PARA GIBRALTAR El programa BID está claramente mal concebido en su encarnación gibraltareña. Además, ha sido introducido obligatoriamente por el Gobierno GSLP-Liberal sin la debida consideración y cuidado. El Gobierno tenía la obligación de garantizar una consulta más amplia y que se obtuviera una aprobación más amplia basada en las estadísticas. También debería haber garantizado una mayor equidad en el concepto del programa que la que existe hasta la fecha. La reacción que está sufriendo ahora el programa BID la tiene bien merecida. Retener el pago no es probablemente la mejor manera de avanzar. Los organizadores de la oposición al programa BID deberían reunirse con el Sr. Daryanani para conseguir la suspensión del programa. Una vez suspendido, puede someterse a una votación más abierta y transparente con muchos más participantes. Es probable que en dicha votación haya una oposición mayor. También es más justo que los votos se ponderen en función del tamaño de los locales comerciales, al igual que se ponderan los pagos del BID. Si todo esto falla, entonces los que están obligados a pagar las contribuciones deberían ejercer una presión enorme sobre los organizadores del BID para que cumplan con lo prometido. Después de todo, si uno paga, tiene derecho a exigir. N.T. El autor hace un juego de palabras en el titular del artículo, en alusión a la frase de Shakespeare “To be or not to be”. En este caso BID es Business Improvement District (Mejora de los Negocios en el Distrito), es un programa con el que se intenta mejorar las posibilidades comerciales de la calle Real y sus aledaños.
EL COSTE A las empresas se les cobrará en función del tamaño de los locales, al igual que se calculan las tasas. Cuanto más grande sea el local ocupado, más pagará la empresa. El cálculo de la tasa no tiene en cuenta la naturaleza del negocio emprendido, ni su rentabilidad, ni el beneficio que obtendrá del programa BID. Es un sistema palpable e intrínsecamente injusto. No se tiene en cuenta el potencial de cualquier negocio para beneficiarse o no beneficiarse, por ejemplo, si hay algún beneficio en absoluto, los negocios de venta al por menor, sin duda, se beneficiarán más que los locales de oficinas y locales comerciales que no dependen de la afluencia de público, sin embargo, los locales de venta al por menor no pagan más por pie cuadrado. El aumento de los costes para las oficinas no es insignificante. Los propietarios deberían tomar nota. Puede resultar económicamente rentable para una empresa trasladarse fuera de la zona BID, especialmente a un edificio que todavía se beneficia de las reducciones de tasas debido a la ayuda al desarrollo. El coste de la BID oscila entre 100 libras esterlinas al año para los locales más pequeños (menos de 201 pies cuadrados) y 5.000 libras esterlinas al año para los locales de más de 9.999 pies cuadrados. Los locales de 500 pies cuadrados pagarán 250 libras, los de 1.000 pies cuadrados 500 libras, los de 2.000 pies cuadrados 1.000 libras, los de 3.000 pies cuadrados 1.500 libras y los de 5.000 pies cuadrados 2.500 libras al año. Por tanto, los que más pagan son los locales de oficinas. Son precisamente esos tipos de locales los que menos se beneficiarán, a menos que los organizadores del BID puedan presentar planes que compensen a esos grandes pagadores por lo que están obligados a pagar. Es probable que esos negocios reclamen para entender qué beneficio están obteniendo por lo que les está costando. NINGÚN O ESCASO BENEFICIO PARA MUCHOS Muchos de ellos no verán ningún o escaso beneficio, ya que ocupan varias plantas de oficinas que no dependen del aumento de la afluencia de público, que es la principal promesa del programa BID. Es una promesa que va acompañada de la declaración de que el programa está condicionado a no gastar un centavo en lo que ya el gobierno tiene la obligación de proporcionar. Es difícil ver lo que esto deja a los organizadores del BID y en qué gastarán el dinero recaudado a la fuerza. BID no ha anunciado detalles, sólo generalidades vagas, será interesante ver cuáles serán los detalles, especialmente para aquellos contribuyentes que no dependen de la afluencia de público, pero que estarán entre los mayores contribuyentes individuales. LOS FACTORES DE REINO UNIDO Y GIBRALTAR DIFIEREN Es comprensible que los programas BID funcionen en el Reino Unido, pero las mismas consideraciones no son de aplicación en Gibraltar. En el Reino Unido, los centros de las ciudades están rodeados de grandes zonas urbanas y suburbios donde residen muchos clientes potenciales. Los programas BID tienen como objetivo atraer a esas personas a las zonas comerciales del centro de la ciudad con iniciativas que van más allá de las de los ayuntamientos, muchos de los cuales no financian dichas iniciativas. Gibraltar no tiene esos suburbios. Tiene a España. Tiene a los turistas que vienen de España y de los cruceros. El Gobierno tiene una Agencia de Turismo. Entonces, seguramente es una responsabilidad del gobierno aumentar la afluencia de turistas en Gibraltar. Siendo así, ni un céntimo del dinero del BID debe gastarse en aumentar la afluencia de turistas extranjeros a Gibraltar, ya que eso es responsabilidad del gobierno. Es una afluencia de turistas que, una vez en Gibraltar, inevitablemente aumenta enormemente el número de visitas a la zona BID. Es palpable con sólo dar un paseo por la calle Real. El mismo aumento no se observa en Irish Town, Engineer Lane u otras zonas incorporadas al programa BID. Será interesante ver cómo los organizadores de la BID se ocuparán de ello, algo que no es obligación del gobierno. UN PROGRAMA ERRÓNEO PARA GIBRALTAR El programa BID está claramente mal concebido en su encarnación gibraltareña. Además, ha sido introducido obligatoriamente por el Gobierno GSLP-Liberal sin la debida consideración y cuidado. El Gobierno tenía la obligación de garantizar una consulta más amplia y que se obtuviera una aprobación más amplia basada en las estadísticas. También debería haber garantizado una mayor equidad en el concepto del programa que la que existe hasta la fecha. La reacción que está sufriendo ahora el programa BID la tiene bien merecida. Retener el pago no es probablemente la mejor manera de avanzar. Los organizadores de la oposición al programa BID deberían reunirse con el Sr. Daryanani para conseguir la suspensión del programa. Una vez suspendido, puede someterse a una votación más abierta y transparente con muchos más participantes. Es probable que en dicha votación haya una oposición mayor. También es más justo que los votos se ponderen en función del tamaño de los locales comerciales, al igual que se ponderan los pagos del BID. Si todo esto falla, entonces los que están obligados a pagar las contribuciones deberían ejercer una presión enorme sobre los organizadores del BID para que cumplan con lo prometido. Después de todo, si uno paga, tiene derecho a exigir. N.T. El autor hace un juego de palabras en el titular del artículo, en alusión a la frase de Shakespeare “To be or not to be”. En este caso BID es Business Improvement District (Mejora de los Negocios en el Distrito), es un programa con el que se intenta mejorar las posibilidades comerciales de la calle Real y sus aledaños.