Buenos resultados
Por Juan Antonio Palacios
Escritor, profesor y político. Ha sido alcalde de Algeciras y vicepresidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar.

Juan Antonio Palacios aboga por las buenas actitudes ante cualquier desafío. Foto: NG
Foro
- 16 Feb
En demasiadas ocasiones los resultados de nuestras actuaciones no se corresponden con nuestras expectativas. Si nos investimos con el traje del optimismo, casi siempre tendremos más posibilidades de gozar de importantes alegrías y momentos de paz y felicidad.
Hay quienes sin embargo juegan todas las papeletas para ser perdedores, y que las consecuencias de lo que proyectan y hacen no sean las mejores. Piensan que los cambios que sucedan van a ser con toda probabilidad para que nos sintamos mejor.
La gente que nos quiere, nos da ánimos cuando nos encontramos de bajón, y hace que ante las preocupaciones logremos mantener nuestra mente en blanco y disfrutar de cada instante, soltando amarras de aquello que nos ata a cualquier tipo dependencia.
Los pretenciosos que quieren invadir nuestra intimidad y manipularnos, ignoran que no los necesitamos y podemos vivir sin seguidismo de sus instrucciones y manejos. Aún así, si tenemos la fortaleza de seguir nuestro camino obtendremos buenos resultados.
Será muy difícil que nuestros propósitos se cumplan con satisfacción, si no somos capaces de estar atentos a escuchar otras voces, dispuestos a discutir sobre nuestras ideas con otra gente y trabajar para enriquecer nuestro lenguaje con nuevo vocabulario, incluso inventándonos palabras que no existen..
Si conseguimos crear en nuestro alrededor un contexto seguro, tendremos más posibilidades de obtener buenos resultados con cualquier cosa que nos propongamos, en el que lo urgente no se lleve a lo importante y nos impida desarrollar todas nuestras fortalezas.
Hemos de dejarnos un tiempo para nosotros, para sin caer en la petulancia, la egolatría o la pedantería, sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido con nuestro trabajo y nuestra lucha. Difícilmente podremos transmitir energía positiva a los demás si no la sentimos nosotros mismos. Gocemos del día que tenemos por delante y procuremos eliminar los obstáculos que bloquean nuestros caminos en la consecución de nuestros objetivos, sin necesidad de provocar desencuentros ni tensiones, que lejos de proporcionarnos paz, tranquilidad y relajamiento, nos mantienen en un estado de inquietud e irritación. Cada amanecer hemos de contemplarlo con la visión favorable, en la que se pueden hacer realidad nuestros sueños e ilusiones o al menos estar más cerca de que se cumplan. Busquemos siempre los momentos ideales para viajar, hacer otras actividades o salir de nuestras rutinas y círculos habituales. Aprendamos a despejar nuestra mente de los problemas y tensiones que algunos con sus tonterías y papanatas nos intentan crear. Es necesario que le demos descanso a nuestra mente y nos dejemos inundar por olas favorables de buen humor y optimismo. A veces lo único que necesitamos para reconectar es desconectar , sin descartar nada que nos haga polemizar sin ninguna utilidad, con admiraciones pero sin culto a ninguna personalidad. Aquellos que nos quieren, nos aceptan tal y como somos, y nos hacen sentirnos bien con nosotros mismos y vivir de acuerdo con nuestros valores, pero sin creernos los mejores y sabiendo admitir nuestras indefensiones y miedos y procurando escribir el final de la historia nos digan lo que nos digan. En un espacio donde percibimos la importancia de los buenos resultados es en las responsabilidades políticas, en la que descubrimos que un buen político no es el va a los sitios y habla con la gente para conocer de cerca sus problemas, sino aquel que es capaz de volver porque ha cumplido sus promesas.
Hemos de dejarnos un tiempo para nosotros, para sin caer en la petulancia, la egolatría o la pedantería, sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido con nuestro trabajo y nuestra lucha. Difícilmente podremos transmitir energía positiva a los demás si no la sentimos nosotros mismos. Gocemos del día que tenemos por delante y procuremos eliminar los obstáculos que bloquean nuestros caminos en la consecución de nuestros objetivos, sin necesidad de provocar desencuentros ni tensiones, que lejos de proporcionarnos paz, tranquilidad y relajamiento, nos mantienen en un estado de inquietud e irritación. Cada amanecer hemos de contemplarlo con la visión favorable, en la que se pueden hacer realidad nuestros sueños e ilusiones o al menos estar más cerca de que se cumplan. Busquemos siempre los momentos ideales para viajar, hacer otras actividades o salir de nuestras rutinas y círculos habituales. Aprendamos a despejar nuestra mente de los problemas y tensiones que algunos con sus tonterías y papanatas nos intentan crear. Es necesario que le demos descanso a nuestra mente y nos dejemos inundar por olas favorables de buen humor y optimismo. A veces lo único que necesitamos para reconectar es desconectar , sin descartar nada que nos haga polemizar sin ninguna utilidad, con admiraciones pero sin culto a ninguna personalidad. Aquellos que nos quieren, nos aceptan tal y como somos, y nos hacen sentirnos bien con nosotros mismos y vivir de acuerdo con nuestros valores, pero sin creernos los mejores y sabiendo admitir nuestras indefensiones y miedos y procurando escribir el final de la historia nos digan lo que nos digan. En un espacio donde percibimos la importancia de los buenos resultados es en las responsabilidades políticas, en la que descubrimos que un buen político no es el va a los sitios y habla con la gente para conocer de cerca sus problemas, sino aquel que es capaz de volver porque ha cumplido sus promesas.