Desviar el foco

En un año electoral como este de 202, dos son nuestros mayores poderes, nuestra atención y nuestros votos. Hay verdaderos maestros durante las campañas en desviar el foco, para que automáticamente nuestra mente cambie de estado. Pasado un tiempo volvemos a centrarnos en lo negativo y de nuevo volvemos a la situación emocional y mental inicial.

Las mentiras y las falsas promesas están a la orden del día en nuestra sociedad, en la calle y en lo simbólico, en las palabras y en los hechos, en lo que vemos y en lo que intuimos, de múltiples formas y maneras nos las pueden presentar. Hemos de estar muy atentos, para que no nos desvíen el foco de nuestros objetivos con martingalas, trucos y trampas.

En los tiempos que corren, los engañabobos que nos quieren disfrazar la realidad directamente o a través de las redes sociales, utilizándolas como autopistas para envolvernos en papel de regalos sus ofertas y tentaciones, para demostrarnos una y otra vez por muy inteligentes que seamos o nos creamos, todos podemos caer.

No deben distraernos en que miremos el dedo en lugar de enfocar las soluciones y buscar los recursos necesarios para hacerlo, y no dejarnos llevar por las presiones y ser victimas del estrés o de la presión mediática que en ocasiones nos harán creer las cosas como no son.

Hemos de tener el cuerpo preparado porque hasta diciembre nos vamos a encontrar a Aladinos de pega y lámparas que tendrán de todo menos mágica, y no solo de todos los colores sino más bien en blanco y negro, algunos candidatos se sacaran conejos de la chistera y nos prometerán desde lo más cotidiano y básico hasta lo más increíble y magnifico.

Y no se olviden que aquellos que vienen gobernando y lo hacen fatal echaran la culpa a quienes todavía no lo hacen, y nos advertirán de todos los males y errores que pueden afectarnos si caemos en la tentación de darles nuestra confianza.

¿Cuántas veces nos han dicho que todo quedaría arreglado a partir de la semana y que estaban en ello? Y sin sonrojarse lo más mínimo afirmarán y asegurarán que arreglaran todos los servicios esenciales aunque la realidad evidencia lo contrario , que son un verdadero desastre.

Una de las cosas más sorprendentes es como ahora que estamos a escasos días de las próximos elecciones municipales, y se cumplen cuarenta y cuatro años de las primeras allá por 1979 y cincuenta y cinco del mayo del 68, algunos políticos quieran transformar el mensaje de "seamos realistas, pidamos lo imposible" por el de "seamos mentirosos y prometamos todo aquello que no vamos a cumplir".

Como somos tan curiosos hay especialistas en jugar con nuestros deseos y nos intentan ilusionar con falacias, bolas, timos y trolas... Vivimos en un mundo globalizado en el que cualquier influencer político nos intenta dar gato por liebre con tal de llevarnos a comprar el producto o el servicio que nos ofrezcan.

Leonardo da Vinci ya decía aquello de "muchos han comerciado con ilusiones y falsos milagros engañando a la multitud". Y a todos los que hayáis tenido la paciencia de leer este artículo hasta sus últimas líneas, os pido una penúltima reflexión, todos los demócratas hemos de ir a votar en las distintas elecciones a las que estamos convocadas y será el mejor antídoto para evitar que resurjan los movimientos ultra, que tal y como afirma el Presidente Sánchez hoy en día son "la mayor amenaza del mundo" y que nadie nos intente desviar el foco con falsos gestos de patriotismo, que solo arrollan y desvirtúan la democracia con sus palabras y actuaciones.