Jueves, 21 de Septiembre de 2023
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España anima votar GSLP-Liberal

  • Imagen de Robert Vasquez
    Por Robert Vasquez
    Abogado y periodista gibraltareño
    Gilbert Licudi, bajo la mirada de Fabian Picardo, en una imagen de archivo
    Foro
    *El grito para el 'no cambio' es un eslogan pro-español y antidemocrático

    *Ofrece a España el poder de dictar cómo votamos

    *La capacidad de cambio es central en una democracia

    *Los GSLP-Liberales ofrecen a España ese influjo sobre la soberanía diciendo que no es tiempo de cambiar

    *Gilbert Licudi y los GSLP-Liberales, que repiten el llamamiento a no cambiar, le hacen el juego a España

    *Los actos en el gobierno de los GSLP-Liberales se pagan con enormes empréstitos directos e indirectos

    *La capacidad de devolver el préstamo está por ver

    *Los gobiernos entrantes siempre han gestionado el cambio con habilidad y destreza

    *No hay razón para creer que sería imposible que el GSD se hiciera cargo de las conversaciones sobre el Gibexit

    *La continuidad en las conversaciones sobre el Gibexit la dictan muchos factores

    *Los votantes deberían ejercer libremente su voto democrático basándose en motivos más amplios que sólo el Gibexit

     

    LOS GSLP-LIBERALES PREGONAN «AHORA NINGÚN CAMBIO»

    El grito de los GSLP-Liberales de que ahora no es el momento de cambiar el gobierno es el eslogan pro-español más antidemocrático que cualquier partido político pueda escoger. Es un eslogan repetido por Gilbert Licudi en su discurso de despedida del Parlamento.

    Es pro-español porque se da a España el poder de dictar cómo debemos votar. Es antidemocrático porque su objeto es cercenar el voto libre que da a los electores el derecho a cambiar de gobierno.

    Es la capacidad de hacer un cambio lo que constituye una esencia enormemente importante de la democracia. Es aún más antidemocrático si la petición de «no cambio» se respalda, como es el caso, con argumentos que, por la elección de España de actuar en el frente del Gibexit, otorgan a España influencia para dictar lo que ocurre en unas elecciones en Gibraltar.

    ESPAÑA ES SOBERANA SI MANDA EN LAS ELECCIONES





    Si España manda indirectamente en unas elecciones en Gibraltar, ¿quién tiene la soberanía? ¿La tiene el pueblo que expresa libremente su voluntad democrática votando? ¿O corresponde a España, que con sus palabras y sus actos puede dictar a quién deben votar los gibraltareños?

    Si la respuesta a esta última pregunta es afirmativa, se pone de manifiesto el control soberano que España ejerce sobre lo que consideramos la soberanía británica de Gibraltar. Los GSLP-Liberales dan a España esa ventaja soberana al decir que ahora no es el momento de cambiar el gobierno de Gibraltar.

    Si se da un peso serio a ese argumento, entonces la elección democrática que cada uno de nosotros tiene en las urnas queda controlada por lo que España decida sobre cuál es el partido más adecuado para gobernarnos. Deja de ser una elección libre de cómo elegimos ser gobernados y por quién. Gilbert Licudi y todos los «apparatchiks» del GSLP-Liberal que repiten el llamamiento a no cambiar le están haciendo el juego a España.

    BIEN COLECTIVO

    El Sr. Licudi continúa diciendo que el Gobierno GSLP-Liberal ha «actuado en todo momento por el bien colectivo de Gibraltar». Y continúa: «... nos pusimos a trabajar en un programa que era ambicioso y transformador, tanto, que se dijo que nuestro programa electoral no se podía cumplir y que no se podía pagar.»  Y se sigue teniendo que pagar.

    La ambición se satisfizo con una enorme deuda pública directa e indirecta cuya viabilidad y capacidad de reembolso está por ver. En cualquier caso, la transformación puede ser devastadora si la viabilidad y la capacidad de reembolso se convierten en un problema serio, pero más aún si no hay un acuerdo del Gibexit. El Sr. Licudi no dice una palabra sobre esos frentes. Se limita a presumir: «Pudimos demostrar que nuestros escépticos estaban equivocados», pero el tiempo lo dirá.

    Tal vez considere que la devolución y la capacidad de pago de la deuda pública es un problema para los que le sigan, así que ‘aya ellos’[i]. Al fin y al cabo, dejó de ser ministro en agosto de 2020 y dejará el Parlamento en breve. Los problemas que puedan acarrear sus actos de gobierno se los deja a otros: 'el problema se lo dejo a los demás, yo he echo lo mío'[ii].

    UNA REALIDAD DEMOCRÁTICA

    Los argumentos esgrimidos por el Sr. Licudi son argumentos aplicables a cualquier elección. Siempre habrá planes que no estén ultimados y problemas que queden por resolver.

    No son argumentos para ahogar la democracia esposando a los votantes. En las democracias, los gobiernos entrantes siempre han gestionado el cambio con habilidad y destreza. No hay razón para creer que sería imposible gestionarlo por parte de los Socialdemócratas gibraltareños [GSD].

    En lo que respecta a las conversaciones sobre el tratado del Gibexit, la continuidad vendrá dada por el hecho de que la delegación que participa en las conversaciones es una delegación del Reino Unido (no de Gibraltar).

    Además, el propio Ministro Principal del Gobierno GSLP-Liberal, Fabián Picardo, ha dicho que sólo quedan pequeñas partes por acordar; no será difícil que esas partes sean recogidas rápidamente por cualquier gobierno recién elegido.

    Además, los funcionarios gibraltareños que forman parte del contingente gibraltareño de la delegación británica también aportarán continuidad.

    El argumento de la continuidad en el Gibexit de los GSLP-Liberales no sólo es antidemocrático y pro-español, sino que en el análisis final es una tontería. El GSD es perfectamente capaz de retomar las negociaciones si ese partido fuera elegido para gobernar. Los votantes deberían ejercer libremente su voto democrático basándose en razones más amplias que se argumentarán durante la campaña electoral.

     

     
    [i] N. del T. Así en el texto original en inglés

    [ii] N. del T. Así en el texto original en inglés