Gibexit: la incertidumbre y el pesimismo reinan en España
Por Robert Vasquez
Abogado y periodista gibraltareño

Aeropuerto y Peñón de Gibraltar. Foto NG
Foro
- 17 Mayo
*Incertidumbre y disminución del optimismo
*Recientes revelaciones perjudican un anuncio favorable
*Culpan al Reino Unido
*Las negociaciones internacionales se juegan hasta el final
*Europa Sur del 13 de mayo informa de muchos desacuerdos
*Se consideran difíciles la cooperación policial, la vigilancia fronteriza, la persecución en caliente y los intercambios de sospechosos
*Hay que superar las objeciones a la presencia de la policía española en el puerto y el aeropuerto
*No reconocimiento del autogobierno de Gibraltar ni de su autoridad judicial independiente
*La aplicación de los requisitos fiscales de la UE causa dificultades
*Europa Sur es más positivo el 15 de mayo destacando el espíritu constructivo
*Sin embargo, insiste en que la pelota está en el tejado del Reino Unido
*El mensaje del Reino Unido sigue siendo trabajar duro para llegar a un acuerdo
*Panorama, de Gibraltar, enlaza el anuncio del tratado con la presidencia española de la UE
*Panorama subraya los esfuerzos para llegar a un acuerdo
*Irlanda del Norte es diferente, pero Panorama considera positiva su resolución
PERSISTEN LOS PROBLEMAS
Las especulaciones sobre la probabilidad de un acuerdo del Gibexit entre el Reino Unido y la UE sobre Gibraltar y su relación con la UE, continúan sin ninguna certeza y con un optimismo cada vez menor en España. Las informaciones apuntan a que persisten los problemas, que la pelota está en el tejado del Reino Unido y que cualquier anuncio está relacionado con la inminente presidencia española de la UE.
Las dos primeras cuestiones desmienten que cualquier anuncio inminente vaya a ser favorable. Los desacuerdos pendientes de los que se ha informado tendrían que resolverse, y parece que se culpa al Reino Unido de la falta de resolución.
En definitiva, el optimismo sobre la consecución de un tratado del Gibexit que se expresa en Gibraltar no se refleja en lo que se desprende de las filtraciones y, en general, de la prensa española. Sin embargo, en las negociaciones internacionales se juega hasta el final, se oculta mucho y se esconden bien las manos hasta que se alcanza el acuerdo y el texto definitivo.
CUESTIONES IDENTIFICADAS El 13 de mayo, Europa Sur informó de algunas de las dificultades a las que podrían enfrentarse los negociadores. Una de ellas es que la policía española o la Real Policía de Gibraltar puedan continuar la persecución de presuntos delincuentes más allá de la frontera con Gibraltar/España a pesar de que los controles de inmigración y aduanas hayan desaparecido. La cuestión en Irlanda no se resuelve mediante la persecución en caliente, sino mediante una estrecha cooperación. La persecución en caliente y otras cuestiones de seguridad siguen siendo objeto de debate. Estos asuntos surgen debido a lo establecido en el Acuerdo Marco de Fin de Año de 2020, para controlar la inmigración y las aduanas en el puerto y el aeropuerto. Los problemas que se plantean son, según Europa Sur, aparentemente grandes y están dificultando que se acuerde un tratado. Se habla, según Europa Sur, de acordar inicialmente un marco normativo que se iría completando con el tiempo, a medida que surjan y se resuelvan cuestiones y problemas, antes de ultimar un tratado. Se considera imposible superar los retrasos en la extradición que se producirían si un presunto delincuente cruzara a Gibraltar. La extradición podría tardar más de un año. El coste se suma al problema del retraso. El Tratado de Schengen contempla la cooperación policial, la vigilancia fronteriza, la persecución en caliente y los intercambios controlados de sospechosos. Se cree que estas medidas son demasiado difíciles, si no imposibles, de aplicar en la frontera de Gibraltar. El segundo es el conocido problema de la objeción a la presencia de policía española en el puerto y el aeropuerto. En principio, Frontex daría cobertura durante cuatro años, pero el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dicho que es esencial que haya agentes españoles. El Reino Unido/Gibraltar no desea esos agentes uniformados. Supuestamente, la última propuesta es que no estén visibles, sino detrás de unas ventanas de cristal oscuro. Otro problema surge del no reconocimiento por parte de España del autogobierno de Gibraltar, incluido su sistema judicial, que no forma parte del sistema del Reino Unido. El sistema judicial sería clave en cualquier nuevo sistema de seguridad si no hubiera controles fronterizos. Además, según Europa Sur, es necesario garantizar la igualdad de condiciones si se van a realizar controles de inmigración y aduanas en el puerto y el aeropuerto. Eso exigiría que Gibraltar aplicara las normas de la UE en asuntos como ayudas estatales, medio ambiente, fiscalidad, lucha contra el blanqueo de dinero y financiación del terrorismo. También habría que aplicar la igualdad de condiciones al suministro de combustible. Además, habría que aplicar el código aduanero de la UE, la fiscalidad de la UE (incluido el IVA) y las normas de la UE sobre productos. También está previsto el intercambio de información para prevenir el tráfico de drogas, el contrabando y el fraude fiscal. Ello incluiría la reducción de las diferencias de precios, especialmente del alcohol, el combustible y el tabaco. EL PESIMISMO IGNORA EL ÁNIMO POSITIVO Curiosamente, Europa Sur se limita a repetir en ese artículo todos los problemas que ya se sabía que existían. Ha habido un sinfín de reuniones y debates ministeriales y técnicos. Es difícil, si no imposible, creer que muchos de ellos no se hayan resuelto ya, hasta el punto de que hay otras noticias más positivas procedentes del Reino Unido, Gibraltar y la UE, que ese artículo pesimista ignora. Afortunadamente, Europa Sur es más positivo en su información del 15 de mayo. Destaca que el Sr. Albares ha dicho que hay un espíritu constructivo en el Reino Unido para llegar a un acuerdo para ofrecer «una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo». Sin embargo, ha dicho con más cautela que «la pelota sigue estando en el tejado del Reino Unido», que «un acuerdo necesita a dos» después de que España haya puesto sobre la mesa una propuesta global, y que para que haya un resultado es necesaria la aceptación de la propuesta española por parte del Reino Unido. Subrayó que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo lo antes posible. El Reino Unido declaró a Europa Sur en marzo que «estamos trabajando intensamente para lograr un tratado que contribuya a la prosperidad futura de Gibraltar y del Campo». Defiende que la base para un tratado es el acuerdo de Nochevieja de 2020, pero que éste plantea la cuestión de los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto. PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE Localmente Panorama se refiere ayer a todos los asuntos destacados anteriormente, pero sugiere que un tratado del Gibexit «coincidirá probablemente con el inicio de la presidencia española [de la UE] el 1 de julio». Se centra en los esfuerzos realizados para superar las diferencias en las reuniones celebradas en abril en Gibraltar, Madrid, Bruselas y Londres. Una de ellas es la probable renovación del Memorándum de Entendimiento sobre cooperación policial y aduanera, que será flexible para adaptarse a cualquier nueva situación. La resolución de la relación norirlandesa en el Acuerdo de Windsor es un incentivo añadido para que el Gibexit encuentre vías de progreso, aunque la UE ha subrayado en todo momento que la cuestión de Gibraltar ha sido siempre muy diferente.
CUESTIONES IDENTIFICADAS El 13 de mayo, Europa Sur informó de algunas de las dificultades a las que podrían enfrentarse los negociadores. Una de ellas es que la policía española o la Real Policía de Gibraltar puedan continuar la persecución de presuntos delincuentes más allá de la frontera con Gibraltar/España a pesar de que los controles de inmigración y aduanas hayan desaparecido. La cuestión en Irlanda no se resuelve mediante la persecución en caliente, sino mediante una estrecha cooperación. La persecución en caliente y otras cuestiones de seguridad siguen siendo objeto de debate. Estos asuntos surgen debido a lo establecido en el Acuerdo Marco de Fin de Año de 2020, para controlar la inmigración y las aduanas en el puerto y el aeropuerto. Los problemas que se plantean son, según Europa Sur, aparentemente grandes y están dificultando que se acuerde un tratado. Se habla, según Europa Sur, de acordar inicialmente un marco normativo que se iría completando con el tiempo, a medida que surjan y se resuelvan cuestiones y problemas, antes de ultimar un tratado. Se considera imposible superar los retrasos en la extradición que se producirían si un presunto delincuente cruzara a Gibraltar. La extradición podría tardar más de un año. El coste se suma al problema del retraso. El Tratado de Schengen contempla la cooperación policial, la vigilancia fronteriza, la persecución en caliente y los intercambios controlados de sospechosos. Se cree que estas medidas son demasiado difíciles, si no imposibles, de aplicar en la frontera de Gibraltar. El segundo es el conocido problema de la objeción a la presencia de policía española en el puerto y el aeropuerto. En principio, Frontex daría cobertura durante cuatro años, pero el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dicho que es esencial que haya agentes españoles. El Reino Unido/Gibraltar no desea esos agentes uniformados. Supuestamente, la última propuesta es que no estén visibles, sino detrás de unas ventanas de cristal oscuro. Otro problema surge del no reconocimiento por parte de España del autogobierno de Gibraltar, incluido su sistema judicial, que no forma parte del sistema del Reino Unido. El sistema judicial sería clave en cualquier nuevo sistema de seguridad si no hubiera controles fronterizos. Además, según Europa Sur, es necesario garantizar la igualdad de condiciones si se van a realizar controles de inmigración y aduanas en el puerto y el aeropuerto. Eso exigiría que Gibraltar aplicara las normas de la UE en asuntos como ayudas estatales, medio ambiente, fiscalidad, lucha contra el blanqueo de dinero y financiación del terrorismo. También habría que aplicar la igualdad de condiciones al suministro de combustible. Además, habría que aplicar el código aduanero de la UE, la fiscalidad de la UE (incluido el IVA) y las normas de la UE sobre productos. También está previsto el intercambio de información para prevenir el tráfico de drogas, el contrabando y el fraude fiscal. Ello incluiría la reducción de las diferencias de precios, especialmente del alcohol, el combustible y el tabaco. EL PESIMISMO IGNORA EL ÁNIMO POSITIVO Curiosamente, Europa Sur se limita a repetir en ese artículo todos los problemas que ya se sabía que existían. Ha habido un sinfín de reuniones y debates ministeriales y técnicos. Es difícil, si no imposible, creer que muchos de ellos no se hayan resuelto ya, hasta el punto de que hay otras noticias más positivas procedentes del Reino Unido, Gibraltar y la UE, que ese artículo pesimista ignora. Afortunadamente, Europa Sur es más positivo en su información del 15 de mayo. Destaca que el Sr. Albares ha dicho que hay un espíritu constructivo en el Reino Unido para llegar a un acuerdo para ofrecer «una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo». Sin embargo, ha dicho con más cautela que «la pelota sigue estando en el tejado del Reino Unido», que «un acuerdo necesita a dos» después de que España haya puesto sobre la mesa una propuesta global, y que para que haya un resultado es necesaria la aceptación de la propuesta española por parte del Reino Unido. Subrayó que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo lo antes posible. El Reino Unido declaró a Europa Sur en marzo que «estamos trabajando intensamente para lograr un tratado que contribuya a la prosperidad futura de Gibraltar y del Campo». Defiende que la base para un tratado es el acuerdo de Nochevieja de 2020, pero que éste plantea la cuestión de los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto. PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE Localmente Panorama se refiere ayer a todos los asuntos destacados anteriormente, pero sugiere que un tratado del Gibexit «coincidirá probablemente con el inicio de la presidencia española [de la UE] el 1 de julio». Se centra en los esfuerzos realizados para superar las diferencias en las reuniones celebradas en abril en Gibraltar, Madrid, Bruselas y Londres. Una de ellas es la probable renovación del Memorándum de Entendimiento sobre cooperación policial y aduanera, que será flexible para adaptarse a cualquier nueva situación. La resolución de la relación norirlandesa en el Acuerdo de Windsor es un incentivo añadido para que el Gibexit encuentre vías de progreso, aunque la UE ha subrayado en todo momento que la cuestión de Gibraltar ha sido siempre muy diferente.