Gobernar con notas de prensa
Por Patricio González
Político y escritor. Alcalde de Algeciras tres legislaturas. Ingeniero técnico naval

Patricio González reflexiona sobre las formas de gobernar en auge, en estos tiempos. Foto: NG
Foro
- 18 Abr
Las relaciones entre la clase política y la periodística se mueven en una horquilla que va de la pasión al odio. Es la tónica de los medios de comunicación en España: vivir del conflicto -real o ficticio- y de las bodas -también reales o inventadas- con los responsables de la cosa pública.
En este intercambio, ambas partes salen favorecidas. Así, mientras el político nos cuenta sus supuestos logros, sus grandes planes para el futuro o las soluciones de algún problema en estilizadas y estudiadas notas de prensa o anuncios en redes sociales, el periodismo se ahorra el trabajo de preguntar, contrastar y redactar. limitándose, en demasiadas ocasiones, a un copia-pega no muy decoroso.
La cosa es aún mejor si se inventan algunas palabras mágicas que se conviertan en un eslogan resultón.
El famoso “IBI social” o las transformaciones que nos cuentan como eso de la “movilidad sostenible”, “Corredores verdes” o las “rutas culturales”, los fabulosos proyectos de las miles de viviendas sociales en alquiler, las contínuas promesas del enlace ferroviario, la maravillosa «diversificación de la economía», unidades de atención temprana que se inauguran en la misma que ya estaba abierta… y así hasta el infinito y más allá. Lo cierto, sin embargo, es que, a derecha o a la izquierda del panorama político nada cambia. Barrios olvidados, sin aceras y sin servicios. Calles y carreteras en las que hay que ir haciendo motocross o la cantidad de baches sin arreglar, listas de espera interminables en Sanidad, y pobreza, miles y miles de personas malviviendo en infraviviendas y malcomiendo gracias a sus infratrabajos. Es lo que tiene gobernar a base de notas de prensa o de notas en las redes sociales, un trabajo ya hoy al alcance de una inteligencia artificial tan insensible como la estupidez natural.
El famoso “IBI social” o las transformaciones que nos cuentan como eso de la “movilidad sostenible”, “Corredores verdes” o las “rutas culturales”, los fabulosos proyectos de las miles de viviendas sociales en alquiler, las contínuas promesas del enlace ferroviario, la maravillosa «diversificación de la economía», unidades de atención temprana que se inauguran en la misma que ya estaba abierta… y así hasta el infinito y más allá. Lo cierto, sin embargo, es que, a derecha o a la izquierda del panorama político nada cambia. Barrios olvidados, sin aceras y sin servicios. Calles y carreteras en las que hay que ir haciendo motocross o la cantidad de baches sin arreglar, listas de espera interminables en Sanidad, y pobreza, miles y miles de personas malviviendo en infraviviendas y malcomiendo gracias a sus infratrabajos. Es lo que tiene gobernar a base de notas de prensa o de notas en las redes sociales, un trabajo ya hoy al alcance de una inteligencia artificial tan insensible como la estupidez natural.