Miércoles, 31 de Mayo de 2023
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La democracia parlamentaria desdeñada por el Ministro Principal

  • Imagen de Robert Vasquez
    Por Robert Vasquez
    Abogado y periodista gibraltareño
    Fabian Picardo, en una imagen de archivo. Foto InfoGibraltar
    Foro
    *El enfrentamiento Picardo-Azopardi ejemplifica las carencias democráticas del Parlamento

    *Picardo, iracundo sin control

    *Picardo muestra desprecio por la Oposición y por el Parlamento con acciones improvisadas

    *El Presidente no intervino, a pesar de la falta de buen talante y moderación de Picardo

    *Azopardi preocupado porque a los diputados de la Oposición se les debe permitir realizar sus tareas democráticas

    *Picardo socava la democracia manipulando la agenda del Parlamento

    *El Ministro Principal controla las reuniones del Parlamento, mientras que en el Reino Unido las reuniones se programan según un calendario

    *Se necesitan reformas en Gibraltar

     

    EL PARLAMENTO TRISTE REFLEJO DE LA DEMOCRACIA

    El Sr. Picardo se equivocó al mostrar su enfado contra el Sr. Azopardi, sin embargo, el Presidente no protegió al Sr. Azopardi del ataque vitriólico dirigido contra él por el asunto de la precipitadamente anunciada reanudación del Parlamento, a capricho del Sr. Picardo, programada para las 17:30 horas del 15 de febrero de 2023.

    Los acontecimientos, ampliamente difundidos, entre Fabián Picardo, Ministro Principal, y Keith Azopardi, Líder de la Oposición, en el Parlamento son un ejemplo de los muchos de nuestro sistema parlamentario como un triste reflejo de la democracia, tanto en sus procedimientos como por su composición.

    En sus procedimientos, por el control que el Ministro Principal ejerce sobre sus reuniones. En su composición, por el proceso electoral y su composición.

    CONTROL DEL PARLAMENTO

    Al cambiar el orden del día y las fechas del Parlamento, el Sr. Picardo muestra su desprecio y falta de respeto por los diputados de los bancos de la Oposición.

    A continuación, se lanzó a un monólogo iracundo, posiblemente como prueba de su actual disposición estresada y nerviosa, criticando al Sr. Azopardi con acusaciones de que los diputados de los bancos de la Oposición no se ganan el sustento y que el Sr. Azopardi se comporta como «un abogado de barra de bar».

    El Presidente no se involucró a pesar de que los diputados deben mostrar buen temple y moderación para que sus intervenciones estén dentro de «las características del lenguaje parlamentario», citando la Práctica Parlamentaria de Erskine May. El lenguaje no parlamentario incluye «el lenguaje abrasivo e insultante susceptible de crear desorden», según Erskine May.

    La queja presentada por el Sr. Azopardi no indicaba ningún deseo de no estar en el Parlamento o de que los diputados de los bancos de la Oposición no se ganaran el sustento, como les acusa el Sr. Picardo. El motivo de la queja era todo lo contrario. Se hizo precisamente para que se permitiera a los diputados de la Oposición ejercer sus funciones con conocimiento de causa.

    LA RESPUESTA DE AZOPARDI





    La reacción del Sr. Azopardi ante el repentino anuncio de la reunión del Parlamento en la tarde del 15 de febrero de 2023 estuvo motivada por el legítimo deseo de que los diputados de los bancos de la Oposición estuvieran en condiciones de desempeñar sus funciones en aras de la democracia, y no de que esto se viera obstaculizado por las payasadas del Sr. Picardo con la agenda motivadas por su conveniencia política.

    El Sr. Azopardi afirmó claramente que sus diputados socialdemócratas gibraltareños están «contentos de estar en el Parlamento todos los días y hasta altas horas de la noche», contrariamente a la acusación que se permitió hacer al Sr. Picardo.

    MANIPULACIONES DE LA AGENDA POR PARTE DE PICARDO

    El Sr. Azopardi aclaró acertadamente que los airados intercambios del día anterior no se referían a la asistencia, sino al «hecho de que el Sr. Picardo intente deliberadamente perturbar el trabajo mediante el que se le va a exigir que cumpla sus responsabilidades, moviendo el orden del día y no diciendo [a la Oposición] cuándo o qué se va a debatir hasta el último minuto». El Sr. Azopardi se refería a perturbar el trabajo de los diputados en los bancos de la Oposición.

    Together Gibraltar's Marlene Hassan Nahon se unió a las críticas del Sr. Azopardi sobre las payasadas antidemocráticas del Sr. Picardo.

    Es triste ver el Parlamento de Gibraltar reducido a esto por el comportamiento del Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, y que se le permita salirse con la suya sin control. Él es quien prometió a los votantes un «gobierno abierto y transparente» y, sin embargo, socava la democracia continuamente por todos los medios a su alcance.

    REUNIONES DEL PARLAMENTO

    El control de las reuniones del Parlamento de Gibraltar por parte del Ministro Principal es desmesurado y disminuye la democracia. Se trata de un control totalmente contrario a la separación del Parlamento del ejecutivo, que le permite supervisar y servir de contrapeso al Gobierno.

    Según la Constitución, el Parlamento se reúne «como el Ministro Principal pueda de vez en cuando... determinar», con la salvedad de que la primera reunión debe celebrarse en los 30 días siguientes a unas elecciones generales y una segunda reunión en el plazo de tres meses. La única otra condición impuesta al Ministro Principal es que «se celebren al menos tres reuniones... en cada año natural», salvo que sólo deban celebrarse dos en un año electoral.

    Las Órdenes Permanentes establecen que las reuniones del Parlamento se celebrarán donde y cuando lo notifique el Ministro Principal, con la necesidad de avisar con al menos siete días laborables de antelación.

    Hay que cambiar las normas, pero ese impulso por el cambio debe venir, por ahora, del Sr. Picardo y su Gobierno GSLP-Liberal. Es evidente que no creen en ello a pesar de sus promesas incluidas en su programa electoral.

    DISPOSICIONES BRITÁNICAS

    En el Reino Unido, las reuniones del Parlamento no están bajo el control del Primer Ministro. Están determinadas por un calendario que permite unos 135 días en los que el Parlamento se reúne. El turno de preguntas al Primer Ministro se celebra semanalmente los miércoles al mediodía, mientras el Parlamento está reunido.

    También existe una clara separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo, de forma que un Gobierno puede ser derrotado, y en el carácter bicameral del Parlamento británico, a saber, la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. Las acciones del gobierno son supervisadas de cerca por un poder legislativo independiente.

    REFORMA

    La sesión continua que existe en el Reino Unido es innecesaria en Gibraltar, pero las sesiones deberían estar determinadas por un calendario fijo y no dictadas a voluntad del Ministro Principal. Es un cambio que debería haberse producido hace tiempo.

    Es un cambio que debería ir acompañado de una reforma de nuestro sistema electoral y de la composición del Parlamento con la introducción de diputados sin responsabilidades de gobierno, para garantizar la separación de poderes entre el legislativo y el ejecutivo.

    La probabilidad de cualquier cambio bajo el actual Gobierno es nula, como demuestra la forma en que ha ignorado las recomendaciones formuladas en enero de 2013 por la Comisión para la Reforma Democrática y Política.

    Se trata de una Comisión que creó el Gobierno GSLP-Liberal de Fabián Picardo. Evidentemente, se hizo con total cinismo y como pretexto para que los votantes se creyeran la falsa promesa que hizo en su programa electoral.

    La rancia rueda de la política seguirá girando sin reformas hasta que llegue el caso en que una crisis provoque un cambio urgente. Hay dos catalizadores en el horizonte cercano que pueden conducir a tal crisis. Uno es el tratado del Gibexit, el otro el calamitoso estado de las finanzas públicas.