La evolución de la movilidad urbana
Por Ignacio Holgado
Ex-concejal de Ciudadanos del Ayuntamiento de Algeciras
La aparición de los vehículos de movilidad personal (VMP) como patinetes eléctricos (regalo estrella estas navidades) o segway han alterado la circulación de nuestras ciudades y la falta de legislación que regule su uso ha resultado un verdadero quebradero de cabeza para las autoridades locales.
En el mes de noviembre de 2018 se aprobó por unanimidad una moción que presenté instando al Ayuntamiento de Algeciras a normalizar la circulación de estos vehículos, para evitar los futuros incidentes que pudieran generar. Desgraciadamente nunca fue redactada ordenanza alguna.
Recientemente, la DGT ha publicado una instrucción transitoria de obligado cumplimiento que dicta unas normas básicas para facilitar la convivencia de los VMP con peatones y el resto de vehículos. Cabe destacar que prohíbe su circulación por aceras y zonas peatonales además de utilizar cascos o auriculares durante su uso, también limita la velocidad máxima que pueden alcanzar a 25 km. Algunas grandes ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Sevilla ya tienen legislación propia debido a la proliferación de estos vehículos. En el resto de municipios donde todavía no se ha regulado su utilización se quiere evitar que exista un limbo legal con la aplicación de esta nueva norma. Todos debemos poner de nuestra parte para conseguir que la movilidad por nuestras calles no se convierta en un deporte de riesgo, facilitando que el uso y disfrute de este tipo de vehículos no entorpezca el tránsito y, especialmente, hoy día que se tiende a peatonalizar los centros urbanos.
Recientemente, la DGT ha publicado una instrucción transitoria de obligado cumplimiento que dicta unas normas básicas para facilitar la convivencia de los VMP con peatones y el resto de vehículos. Cabe destacar que prohíbe su circulación por aceras y zonas peatonales además de utilizar cascos o auriculares durante su uso, también limita la velocidad máxima que pueden alcanzar a 25 km. Algunas grandes ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Sevilla ya tienen legislación propia debido a la proliferación de estos vehículos. En el resto de municipios donde todavía no se ha regulado su utilización se quiere evitar que exista un limbo legal con la aplicación de esta nueva norma. Todos debemos poner de nuestra parte para conseguir que la movilidad por nuestras calles no se convierta en un deporte de riesgo, facilitando que el uso y disfrute de este tipo de vehículos no entorpezca el tránsito y, especialmente, hoy día que se tiende a peatonalizar los centros urbanos.