Martes, 28 de Noviembre de 2023
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La política rancia de Gibraltar

  • Imagen de Robert Vasquez
    Por Robert Vasquez
    Abogado y periodista gibraltareño
    Paso de la Verja y monumento al trabajador transfronterizo. Foto Sergio Rodriguez
    Foro
    *La economía y las finanzas públicas no ocupan el centro de la política en Gibraltar

    *Nuestras diversas fuerzas políticas no anuncian políticas diferentes sobre el Gibexit

    *Se necesita una gran población activa para conseguir ingresos con los que pagar los gastos públicos

    *Por tanto, se hace necesario el tratado del Gibexit

    *Ningún partido político pronuncia políticas sobre las realidades a las que ahora se enfrentan

    *El GSD y TG están paralizados bajo una gran presión

    *La causa es la mala gestión financiera del pasado, motivada por la ambición egoísta de ser elegido

    *La crisis de las finanzas públicas de Gibraltar puede ser peor que la del Reino Unido

    *El silencio de todos nuestros políticos es ensordecedor

     

    NO HAY CENTRO DE ATENCIÓN

    La economía y las finanzas públicas deberían ser el centro de la política en Gibraltar, pero no lo son debido al vacío político que existe hoy en día por la inactividad de la oposición. Hay una ausencia de políticas o de declaraciones apropiadas o de debate por parte del GSD y del TG. Todo ello hace que, en nuestra política, haya una atmósfera vacía.

    El estado de la economía y de la política está ocupando el centro de atención en los medios de comunicación del Reino Unido y de la actualidad en general. La atención se debe principalmente a la recesión económica a la que todos nos enfrentamos debido a las políticas económicas y de gasto público del pasado, agravadas por el Brexit y la agresión rusa contra Ucrania, coincidiendo con el coste de la pandemia del Covid-19.

    En Gibraltar eso se agrava por la mala gestión de las finanzas públicas y los préstamos del pasado debido a la ambición por llegar al gobierno.

    CONVERSACIONES SECRETAS SOBRE EL GIBEXIT

    El debate público sobre las conversaciones del Gibexit entre el Reino Unido y la UE sobre la futura relación de Gibraltar dentro de la UE está sofocado también por el secretismo. Sin embargo, se ve aún más ahogado porque los que tienen opiniones sobre el tema no expresan ni hacen públicas sus posiciones políticas sobre este asunto.

    ¿Qué harían el GSD o el TG si estuvieran en el gobierno? ¿Participarían en las negociaciones del Gibexit con la UE? Si la respuesta es no, ¿cómo reorientarían nuestra economía y las finanzas públicas? Si la respuesta es sí, ¿hasta dónde estarían dispuestos a llegar en cualquier negociación?

    También hay una dura realidad que todos deben afrontar. Cuanto mayor sea la población activa de Gibraltar, más repartido estará el coste de cualquier crisis financiera, ya que los contribuyentes y los ingresos fiscales son mayores. Una gran fuerza de trabajo necesita una frontera abierta y de libre circulación. Por lo tanto, la situación financiera a la que se enfrenta Gibraltar tiene un gran impacto en las negociaciones del Gibexit.

    VACÍO EN LA POLÍTICA

    El GSD y el TG deberían exponer públicamente las bases sobre las que apoyarían o se opondrían a cualquier «acuerdo» que se anuncie sobre el Gibexit. Deberían establecer sus parámetros definiendo lo que violaría su respectiva comprensión de la «soberanía, jurisdicción y control». Ninguno de ellos lo hace.

    La situación se agrava porque ninguno de esos partidos políticos ha presentado un plan para hacer frente a la falta de «acuerdo». De hecho, tampoco lo hacen los GSLP-Liberales, más allá de repetir una y otra vez la resistencia de nosotros, los gibraltareños, que hemos vivido tantos asedios.





    Se trata de un vacío político que hace que la respuesta sobre la situación económica y de las finanzas públicas a la que se enfrenta Gibraltar sea prácticamente nula. Las políticas alternativas son inexistentes por parte del GSD y del TG a pesar de que ambos aspiran a ser elegidos y a gobernarnos.

    Es la ausencia de oposición política lo que permite a los GSLP-Liberales jugar al despiste en la resolución del problema sin que aborden la crisis real que se avecina.

    PARALIZADOS POR LA PRESIÓN

    El GSD y la oposición del TG parecen paralizados por la presión porque no expresan ninguna posición de importancia política o económica a pesar de los innumerables problemas a los que se enfrenta Gibraltar. Al Gobierno GSLP-Liberal se le permite bailar alegremente a pesar de sus enormes fracasos. Emite comunicados de prensa sin importancia. Se ocupan de muchas cosas, pero de nada importante.

    El Gobierno actúa como si dirigiera un ayuntamiento y no un gobierno. Un gobierno tiene el nivel de obligación y responsabilidad que la Constitución de 2006 le otorga para administrar Gibraltar. No hay un gobierno real, hay una actitud general de seguir lo que pasa y reaccionar ante ello. No hay una iniciativa proactiva.

    Los GSLP-Liberales fracasan en ese sentido en el momento en que Gibraltar se enfrenta a las decisiones más cruciales que jamás haya tenido, considerando el Brexit y la actual crisis económica y de las finanzas públicas. Hay una dura realidad, a saber, que si no llega el dinero exterior del Reino Unido, no hay muchos caminos que puedan tomarse.

    Ya hemos tenido una garantía de 500 millones de libras de endeudamiento público. Es una ayuda que empeora las cosas, no las mejora, si no se encuentran caminos que nos saquen del nivel actual de deuda pública directa e indirecta y de gasto recurrente.

    No se sabe si el Reino Unido aportará más ayuda. Lo que tampoco se sabe es qué condiciones se impondrán para ampliar el plazo de ese préstamo. La garantía expira hacia finales de 2023. Es una fecha que coincide estrechamente con el plazo máximo en el que se pueden convocar elecciones generales.

    MAL GOBIERNO FINANCIERO

    La pésima situación de las finanzas públicas, que compromete tanto la deuda como el gasto recurrente, se ha visto agravada por el exceso de endeudamiento y el gasto público exagerado del pasado. El camino hacia esa situación se inició con el mandato de Sir Peter Caruana en el gobierno. Lo continuó y empeoró el actual Gobierno GSLP- Liberal de Fabián Picardo.

    Su objetivo es egoísta. Los enormes préstamos y gastos fueron motivados por el deseo de reelección y no por el bien superior de Gibraltar. Es esa misma motivación la que disuade a nuestros políticos de reformar nuestros sistemas electorales y parlamentarios para incorporar un mejor gobierno para Gibraltar de forma sistémica y constitucional.

    LA CRISIS DE GIBRALTAR PROBABLEMENTE SEA PEOR

    Es probable que Gibraltar se enfrente a una crisis de las finanzas públicas peor que la del Reino Unido. La dependencia del dinero del gobierno para las ayudas es proporcionalmente mucho mayor aquí que en el Reino Unido. El sufrimiento se concentrará también en aquellos que dependen en gran medida de las finanzas públicas para sus propias finanzas privadas y su bienestar. Se trata de una dependencia inasequible en el mundo actual.

    La razón es que el número de personas directa o indirectamente empleadas y pagadas por el sector público es enorme y sigue siendo desproporcionadamente grande. Muchas de esas mismas personas se habrán jubilado.  Aquellos cuya pensión depende del número de años cotizados y su sueldo, tendrán grandes pensiones de jubilación financiadas con fondos públicos. Todo eso y mucho más debe pagarse con los ingresos públicos.

    El gobierno de Gibraltar tiene muchas menos posibilidades de resolver la escasez de las finanzas públicas que los gobiernos de países más grandes y una base impositiva mucho menor. En el análisis final, si una crisis de las finanzas públicas socava la seguridad interna, el Gobernador entraría en juego en virtud de la Constitución de 2006. Sería una medida de último recurso que habría que evitar por todos los medios disponibles.

    POLÍTICOS SILENCIOSOS

    En la actualidad, ningún político habla en voz alta no sólo de cómo van a pagar todo eso y todos los demás departamentos financiados con fondos públicos, sino también de la existencia o el alcance de la mala situación financiera. El silencio es ensordecedor, aunque todos ven la crisis que se desarrolla ante sus ojos.

    Cualquiera que quiera ser Ministro Principal o estar en el gobierno en este momento necesita que le examinen la cabeza. Nuestros anteriores gobiernos de los últimos 27 años nos han llevado a un callejón sin salida. Ahora estamos frente a la pared. Pues bien, escuchemos soluciones antes de que tengamos que votar en las próximas elecciones generales para que podamos elegir a personas con soluciones que no nos pongan en manos de España.

    Una cosa es segura, cualquier solución será impopular. Al final es cada trabajador el que tendrá que pagar para sacarnos de la crisis de la deuda pública y del gasto recurrente. Esto significa aumentar los impuestos y otras cargas gubernamentales. Lo que hemos visto hasta ahora probablemente se desvanecerá en la insignificancia.

    Cuanto mayor sea la fuerza de trabajo de Gibraltar, más repartida estará la carga de cada persona. Para tener una gran fuerza de trabajo no sólo necesitamos una economía próspera, sino también una frontera abierta y fluida. Una economía próspera requiere medidas monetarias y fiscales que no ahuyenten a los empresarios, sino que atraigan más inversiones y, por tanto, más empleo.

    ¿Qué tienen que decir nuestros políticos de todos los sectores sobre todo esto? ¿Nada, una vez más? Que nuestros políticos sean realistas de una vez por todas. Que vean el juego como lo que realmente es. Que dejen de fingir que al final todo va a salir bien.

    Los pocos que lo decimos somos rechazados por todos los partidos políticos y evitados por todos los políticos. ¿Cuándo ha leído alguno de ustedes un comentario de un diputado en este blog como respuesta? ¿Significa eso que están de acuerdo? Es muy poco probable.