Miércoles, 31 de Mayo de 2023
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La popularidad del GSLP-Liberal está en declive

  • Imagen de Robert Vasquez
    Por Robert Vasquez
    Abogado y periodista gibraltareño
    Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar y líder político del GSLP. Foto InfoGibraltar
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    *Signos crecientes de impopularidad de la alianza GSLP-Liberal

    *Los GSLP-Liberales han sobrepasado la fecha de caducidad colocando a Gibraltar en problemas financieros

    *El GSD no es una opción tal y como está organizado ahora

    *El GSD o una nueva fuerza deben proponer las medidas políticas necesarias para sacar a Gibraltar del fango

    *El mensaje es impopular pero hay que decirlo

    *El autogobierno conlleva responsabilidades y obligaciones

    *Ahora nos enfrentamos a 500 millones de libras de sumisión al Reino Unido

    *Es poco probable que la prórroga de 25 años sea incondicional

    *Es probable que se acaben los «chollos»

     

    ¿CAMBIAN LAS LEALTADES DE LOS VOTANTES?

    Hay indicios de que la opinión pública está en contra del Gobierno GSLP-Liberal. Sin embargo, es necesario ofrecer a los votantes una alternativa que hoy no existe. La pregunta es: ¿quién está disponible para sustituir a ese Gobierno?

    Un ejemplo del cambio de lealtades es que el artículo publicado aquí ayer sobre Keith Azopardi, el Líder de la Oposición Socialdemócrata gibraltareña [GSD], ha recibido más visitas que cualquier otro post publicado hasta ahora.

    LOS GSLP-LIBERALES ESTÁ MÁS ALLÁ DE SU FECHA DE CADUCIDAD

    Los GSLP-Liberales están demostrando que ya no tienen lo que hay que tener. Han gobernado mal durante bastantes años. Devastando las finanzas públicas, han contribuido enormemente a poner a Gibraltar en donde está. Saben cómo gastar para objetivos egoístas. No saben gestionar las finanzas de Gibraltar en beneficio de todos.

    Es la mala administración del Gobierno GSLP-Liberal la que ha puesto las finanzas públicas en la grave situación en la que las encontramos ahora. Lo han hecho para obtener beneficios políticos egoístas sin preocuparse ni pensar en el bien común. No se puede confiar en ellos en el gobierno, pero ganarán las próximas elecciones por falta de una alternativa creíble.

    SE NECESITA UN NUEVO LIDERAZGO





    El GSD no es todavía una opción que merezca la pena y puede que nunca llegue a serlo bajo su actual líder, a pesar de ser hoy día la única otra opción real. Sea lo que sea lo que haya que afrontar, haya o no un «acuerdo» sobre el Gibexit entre el Reino Unido y la UE sobre Gibraltar, se necesita una nueva forma de liderazgo.

    Se necesita un liderazgo que promueva la unidad nacional, una capacidad de gestión enorme en circunstancias muy difíciles, nada de corrupción, un buen gobierno y una administración que pueda ofrecer lo mejor en una situación que no beneficia a Gibraltar. El GSD no está ahí, ni cerca de estarlo.

    EL GSD NO OFRECE LA ALTERNATIVA, POR AHORA

    El GSD no es una alternativa creíble, por ahora. No ofrece nada diferente de lo que han hecho los GSLP-Liberales. Alternativamente, es necesario que surja una nueva fuerza que proponga nuevas medidas políticas, pero no parece haber impulso ni un movimiento popular para que eso ocurra.

    La política necesita renovarse con mensajes a la altura de las circunstancias, pero al GSD le falta coraje, visión y capacidad para plantear lo que hay que plantear, y ningún otro partido se presenta.

    Lo que hay que decir no es un mensaje popular, pero es un mensaje que hay que difundir. Si no se difunde, no habrá ningún cambio a mejor. Entonces seguiremos por la pendiente resbaladiza en la que nos encontramos.

    Si los votantes no quieren escuchar lo que se necesita frente a la realidad, simplemente volverán a elegir a los GSLP-Liberales. Entonces Gibraltar tendrá que vivir con las consecuencias de esa elección. Con el tiempo llegará a chocar contra un muro del que no hay vuelta atrás, pero ese choque llegará si nadie está dispuesto a dar un volantazo para evitarlo.

    AUTOGOBIERNO Y RESPONSABILIDAD

    Un mayor autogobierno conlleva responsabilidad y obligaciones, dos requisitos que nuestros gobiernos, desde 2006, no nos han dado. Ha habido muchos campos en los que ha fracasado, pero el más importante ha sido el de las finanzas públicas.

    Nuestro Gobierno GSLP-Liberal tuvo que recurrir al Reino Unido en busca de una garantía de 500 millones de libras para poder hacer frente al déficit financiero que nos habría llevado a una catástrofe debido a la pandemia del Covid-19. Gibraltar por sí solo no tenía los medios para hacer frente a esa situación. Ya estábamos sobreendeudados. Tuvimos que recurrir al Reino Unido. ¿Qué mayor prueba de nuestro estatus colonial?

    ¿500 MILLONES DE LIBRAS DE SUMISIÓN?

    Ahora tenemos una deuda adicional de 500 millones de libras como peso muerto colgando colectivamente de nuestros cuellos; adicional porque antes de eso ya teníamos un nivel inasumible de deuda pública. Vence el 3 de diciembre de 2023, que es la fecha en la que finaliza la garantía del Reino Unido.

    Se habla de que el Reino Unido ha acordado una prórroga de 25 años para la devolución de ese préstamo. La primera consideración es si incluso entonces es asequible en vista de las perspectivas económicas, especialmente si no hay un «acuerdo» del Gibexit entre el Reino Unido y la UE sobre la futura relación de Gibraltar con la UE.

    En segundo lugar, teniendo en cuenta la mala gestión financiera actual, cabe preguntarse qué condiciones ha impuesto el Reino Unido para «controlar» las finanzas públicas y la economía. En resumen, otra forma de mando directo del Reino Unido sobre Gibraltar. Una situación que se verá exacerbada por un Gibexit «sin acuerdo», e incluso por un «acuerdo», aunque en menor grado.

    ¿FINAL DE LOS «CHOLLOS»?

    Parece muy poco probable que el Reino Unido acepte apoyarnos durante 25 años, mientras seguimos con los «chollos». Un modo de vida que incluye un sector público sobredimensionado y caro, pensionistas que no pagan el impuesto sobre la renta, autobuses públicos gratuitos y muchas otras prebendas a costa del erario público.

    Parece muy probable que el Reino Unido quiera corregir muchos asuntos, pero sólo el tiempo y los presupuestos lo dirán. También puede explicar por qué la gente se muestra reacia a incorporarse a la política electoral de forma que corra el riesgo de formar gobierno.