El miedo
Por Patricio González
Político y escritor. Alcalde de Algeciras tres legislaturas. Ingeniero técnico naval

Un momento de uno de los concentraciones en Algeciras. Foto: NG
Foro
- 31 Ene
Creo que demasiado buenos hemos salido los de mi generación para el miedo que nos metieron en la cabeza. Quizá sea este el motivo de que personalmente me fastidie tanto que nuestros gobernantes nos metan tanto miedo con el contrario y con todo.
Con esto me refiero tanto a la derecha con la izquierda, o al revés. Recuerdo un día (hace tiempo) que leí en prensa una visita que había realizado Alfonso Guerra a una Residencia de Mayores. Y en la misma noticia se decía que Guerra le estaba diciendo a los viejecitos que si querían volver a trabajar de sol a sol y perder los derechos ganados, que votaran a la derecha.
Imagínense la cara que se les quedó a estos ancianos, muchos de ellos habían estado en la Guerra Civil y pasado muchas fatigas. Tenían todos la cara blanca y temblaban como un perrito callejero en diciembre.
Creo que los españoles han dado una lección de saber vivir en democracia, pasando de una dictadura al sistema político actual de una manera que ha sido admirada en todo el mundo.
Estamos de acuerdo que tanto la extrema izquierda como la extrema derecha suponen un peligro para la democracia en cualquier país del mundo. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que no dormiría tranquilo, ni los españoles tampoco, si gobernara con el populismo, es decir, con la extrema izquierda, con la que al final está gobernando.
¿Han escuchado alguna vez, desde que gobierna con Unidas Podemos, llamarlos extrema izquierda? No, claro. Solo habla, tanto él como el columnismo partidario, del peligro de la extrema derecha. O sea, de Vox. El miedo no siempre es negativo, aunque nos atenaza y nos limita si no lo controlamos para utilizarlo a nuestro favor. Se puede, sin duda. Personalmente no le tengo ningún miedo ni a Feijóo ni a Abascal. No más del que le pueda tener a Sánchez o a Pablo Iglesias, que no les tengo ninguno. Pero lo ocurrido estos días pasados en mi ciudad. Esas mujeres mayores que no quieren ir a misa por miedo, este sentimiento de abandono de nuestra ciudad y nuestra comarca. Sólo nuestra comarca está con nosotros porque todos sufrimos ese desapego con respecto al resto de España. Sin comunicaciones ferroviarias, con un gran puerto pero en la frontera sur de Europa con los muchísimos problemas que eso conlleva. Mucho paro…y ahora esto. Yo no tengo miedo porque lo que tengo es un sentimiento más cercano al desprecio, que al pánico.
¿Han escuchado alguna vez, desde que gobierna con Unidas Podemos, llamarlos extrema izquierda? No, claro. Solo habla, tanto él como el columnismo partidario, del peligro de la extrema derecha. O sea, de Vox. El miedo no siempre es negativo, aunque nos atenaza y nos limita si no lo controlamos para utilizarlo a nuestro favor. Se puede, sin duda. Personalmente no le tengo ningún miedo ni a Feijóo ni a Abascal. No más del que le pueda tener a Sánchez o a Pablo Iglesias, que no les tengo ninguno. Pero lo ocurrido estos días pasados en mi ciudad. Esas mujeres mayores que no quieren ir a misa por miedo, este sentimiento de abandono de nuestra ciudad y nuestra comarca. Sólo nuestra comarca está con nosotros porque todos sufrimos ese desapego con respecto al resto de España. Sin comunicaciones ferroviarias, con un gran puerto pero en la frontera sur de Europa con los muchísimos problemas que eso conlleva. Mucho paro…y ahora esto. Yo no tengo miedo porque lo que tengo es un sentimiento más cercano al desprecio, que al pánico.