Nuevo fracaso presupuestario global del GSD
Por Robert Vasquez
Abogado y periodista gibraltareño

Keith Azopardi, líder del GSD y de la Oposición en el Parlamento de Gibraltar
Foro
- 20 Jul
*El GSD no transmite un mensaje presupuestario claro y centrado
*El fracaso es fundamental
*El GSD no logra una presencia electoral real
*Los GSLP-Liberales tienen vía libre para ganar las próximas elecciones
*El GSD necesita aunar fuerzas en los próximos meses
*Poco se puede avanzar en el acuerdo Gibexit antes de las elecciones
*Permite a Picardo argumentar que no haya cambio de gobierno
*Permite a Picardo también ignorar las consecuencias de un no acuerdo
NINGÚN MENSAJE BIEN CENTRADO DEL GSD SOBRE EL PRESUPUESTO
La oposición Socialdemócrata gibraltareña [GSD] en el Parlamento vuelve a fracasar a la hora de transmitir un mensaje cohesionado en el debate presupuestario. El GSD es un desastre. Si hay un desastre en cualquier partido político importante, como es el GSD, la culpa es de su líder, Keith Azopardi.
Algunos diputados del GSD han transmitido mensajes contundentes, pero no hay un único núcleo contundente que permanezca en la mente de los votantes para reflejar lo que representa el GSD. Es un fallo fundamental.
Si el GSD quiere ganar unas elecciones generales, debe presentar a los votantes una imagen verdadera y bien centrada de sí mismo y de sus políticas. No lo hace. Refleja a un grupo dispar de individuos más que a un partido.
EL FRACASO DA RIENDA SUELTA A LOS GSLP-LIBERALES
El fracaso del GSD se vio agravado porque permitió al Ministro Principal del Gobierno GSLP-Liberal, Fabián Picardo, desviar la atención y ofuscarse en su aburridamente larga respuesta al Presupuesto. Su mensaje no sólo fue largo, sino también difícil de escuchar debido a la manera desdeñosa, arrogante, altiva, superior y soberbia en que lo pronunció.
La política en Gibraltar en general está en un lugar triste. El GSD deja a los GSLP-Liberales una puerta abierta a través de la cual caminar hacia una clara victoria en las próximas elecciones. Si el GSD se toma en serio su política, debe dedicarle tiempo y esfuerzo. Si sigue dando bandazos, seguirá fracasando en las urnas en detrimento de la democracia, la buena política y el buen gobierno.
LÍNEAS CLARAS Los distintos discursos de los bancos de la oposición contenían líneas claras y cohesionadas, pero no se consolidaron en un mensaje memorable. Les corresponde a ellos unir esas líneas, no a nadie más. Corresponde a Keith Azopardi, líder de la oposición, aportar esa cohesión. Es posible que el GSD haya fracasado en la sesión presupuestaria, pero deberían esforzarse por cooperar y trabajar juntos como una unidad para identificar esas líneas y transmitir un mensaje claro de cara al futuro. El principal fallo de los GSLP-Liberales es la falta de detalles o explicaciones sobre los préstamos públicos ocultos en empresas públicas. El GSD debería transmitir este mensaje con más fuerza. Hay mucho más, pero son ellos los que cobran sueldos para dedicar tiempo al servicio público que tienen la responsabilidad de prestar. Si no quieren prestarlo, deberían dejar la política electoral. Se lo deben al pueblo. ACUERDO O NO ACUERDO Hay indicios de que no habrá acuerdo sobre el Gibexit. El primero es que hace varios meses España dijo que el Reino Unido tenía propuestas completas sobre las que no se había recibido respuesta. El siguiente es la respuesta presupuestaria del Sr. Picardo, que se aferra a la paja con fines electorales como son las conversaciones en curso y, sin embargo, es tan contundente sobre lo que no se dará en ninguna negociación sobre el Gibexit. El Sr. Picardo sigue argumentando que no debería haber cambios mientras las negociaciones del Gibexit no hayan terminado. La realidad, y él debe saberlo, es que no puede haber avances en ese frente hasta dentro de varios meses. Las elecciones en España son el domingo. A partir de entonces, el gobierno debe formarse y necesita cohesionarse con cada ministro hincando los codos en la mesa; poco de eso sucederá en el mes de agosto. Todo ello nos lleva a septiembre, siendo octubre la fecha más temprana en la que podrían ocurrir muchas cosas en España. ELECCIONES GENERALES Es un calendario que lleva convenientemente al Sr. Picardo a unas elecciones generales en octubre con el tratado del Gibexit todavía en el aire. Le permitirá apoyarse en el argumento que ha empezado a esgrimir, a saber, que no es el momento de cambiar el gobierno por el GSD, ya que la continuidad exige que los votantes le devuelvan a él y a los GSLP-Liberales al gobierno. Es un argumento que refuerza en su respuesta a los Presupuestos al negarse claramente a participar con el GSD en las conversaciones en curso sobre el Gibexit, en caso de no ser reelegido para el Gobierno. Su mensaje es que, si me queréis en las negociaciones sobre el Gibexit, tenéis que votarme a mí y a los GSLP-Liberales para formar gobierno. ¿TODAS LAS ESPERANZAS DE PICARDO PUESTAS EN EL ACUERDO DEL GIBEXIT? El argumento también permite al Sr. Picardo, en las próximas elecciones, depositar las esperanzas y expectativas de todo el mundo en la consecución de un acuerdo del Gibexit, lo que distrae de la necesidad de concentrarse en tener que gestionar un resultado sin acuerdo del Gibexit. Deja esta tarea en manos de su adjunto, Joseph García, al tiempo que afirma que no se pueden prever todas las eventualidades. Un no acuerdo del Gibexit es una perspectiva aterradora, especialmente en el lamentable estado en el que se encuentran nuestras finanzas públicas debido al derroche del Gobierno GSLP-Liberal en los últimos 12 años. Ha llevado a un excesivo endeudamiento público directo e indirecto de 1.900 millones de libras. El Sr. Picardo ignora convenientemente esta realidad en sus intervenciones presupuestarias. Sin embargo, es una verdad que hay que afrontar. Su Gobierno GSLP-Liberal no dice cómo lo hará. Simplemente juega con las cifras y oculta lo que no le conviene que la gente vea. Es probable que llegue el día del ajuste de cuentas, sobre todo si no hay acuerdo sobre el Gibexit. Un acuerdo del Gibexit permitirá ganar tiempo para aplicar medidas políticas que reduzcan la deuda. En cualquier caso, debemos recordar la necesidad de pagar y reembolsar la deuda de 500 millones de libras que el Reino Unido sólo ha garantizado durante tres años.
LÍNEAS CLARAS Los distintos discursos de los bancos de la oposición contenían líneas claras y cohesionadas, pero no se consolidaron en un mensaje memorable. Les corresponde a ellos unir esas líneas, no a nadie más. Corresponde a Keith Azopardi, líder de la oposición, aportar esa cohesión. Es posible que el GSD haya fracasado en la sesión presupuestaria, pero deberían esforzarse por cooperar y trabajar juntos como una unidad para identificar esas líneas y transmitir un mensaje claro de cara al futuro. El principal fallo de los GSLP-Liberales es la falta de detalles o explicaciones sobre los préstamos públicos ocultos en empresas públicas. El GSD debería transmitir este mensaje con más fuerza. Hay mucho más, pero son ellos los que cobran sueldos para dedicar tiempo al servicio público que tienen la responsabilidad de prestar. Si no quieren prestarlo, deberían dejar la política electoral. Se lo deben al pueblo. ACUERDO O NO ACUERDO Hay indicios de que no habrá acuerdo sobre el Gibexit. El primero es que hace varios meses España dijo que el Reino Unido tenía propuestas completas sobre las que no se había recibido respuesta. El siguiente es la respuesta presupuestaria del Sr. Picardo, que se aferra a la paja con fines electorales como son las conversaciones en curso y, sin embargo, es tan contundente sobre lo que no se dará en ninguna negociación sobre el Gibexit. El Sr. Picardo sigue argumentando que no debería haber cambios mientras las negociaciones del Gibexit no hayan terminado. La realidad, y él debe saberlo, es que no puede haber avances en ese frente hasta dentro de varios meses. Las elecciones en España son el domingo. A partir de entonces, el gobierno debe formarse y necesita cohesionarse con cada ministro hincando los codos en la mesa; poco de eso sucederá en el mes de agosto. Todo ello nos lleva a septiembre, siendo octubre la fecha más temprana en la que podrían ocurrir muchas cosas en España. ELECCIONES GENERALES Es un calendario que lleva convenientemente al Sr. Picardo a unas elecciones generales en octubre con el tratado del Gibexit todavía en el aire. Le permitirá apoyarse en el argumento que ha empezado a esgrimir, a saber, que no es el momento de cambiar el gobierno por el GSD, ya que la continuidad exige que los votantes le devuelvan a él y a los GSLP-Liberales al gobierno. Es un argumento que refuerza en su respuesta a los Presupuestos al negarse claramente a participar con el GSD en las conversaciones en curso sobre el Gibexit, en caso de no ser reelegido para el Gobierno. Su mensaje es que, si me queréis en las negociaciones sobre el Gibexit, tenéis que votarme a mí y a los GSLP-Liberales para formar gobierno. ¿TODAS LAS ESPERANZAS DE PICARDO PUESTAS EN EL ACUERDO DEL GIBEXIT? El argumento también permite al Sr. Picardo, en las próximas elecciones, depositar las esperanzas y expectativas de todo el mundo en la consecución de un acuerdo del Gibexit, lo que distrae de la necesidad de concentrarse en tener que gestionar un resultado sin acuerdo del Gibexit. Deja esta tarea en manos de su adjunto, Joseph García, al tiempo que afirma que no se pueden prever todas las eventualidades. Un no acuerdo del Gibexit es una perspectiva aterradora, especialmente en el lamentable estado en el que se encuentran nuestras finanzas públicas debido al derroche del Gobierno GSLP-Liberal en los últimos 12 años. Ha llevado a un excesivo endeudamiento público directo e indirecto de 1.900 millones de libras. El Sr. Picardo ignora convenientemente esta realidad en sus intervenciones presupuestarias. Sin embargo, es una verdad que hay que afrontar. Su Gobierno GSLP-Liberal no dice cómo lo hará. Simplemente juega con las cifras y oculta lo que no le conviene que la gente vea. Es probable que llegue el día del ajuste de cuentas, sobre todo si no hay acuerdo sobre el Gibexit. Un acuerdo del Gibexit permitirá ganar tiempo para aplicar medidas políticas que reduzcan la deuda. En cualquier caso, debemos recordar la necesidad de pagar y reembolsar la deuda de 500 millones de libras que el Reino Unido sólo ha garantizado durante tres años.