Nuevos diputados, nuevo Parlamento, Oposición dormida
Por Robert Vasquez
Abogado y periodista gibraltareño

Sede del GSD en Gibraltar. Foto NG
Foro
- 21 Nov
*Terminan los ceremoniales, Parlamento en funcionamiento inminente
*Elección inoportuna del líder del GSD
*Picardo sigue dominando los bancos GSLP-Liberales
*Más pronto que tarde, un nuevo Ministro Principal sustituirá a Picardo
*La última contingencia que necesita ahora el GSD es su batalla interna por el liderazgo
*Mala decisión la de iniciar el proceso antes de la primera reunión de trabajo del Parlamento
*El líder interino de la Oposición deja al Gobierno un gran margen de maniobra
*La división ideológica del GSD en la elección del líder debilita aún más al partido
*En política, las grandes «familias» acaban en escisiones así que no hay excusa
*La elección del líder del GSD debería haber sobrado
*El Sr. Azopardi debería haber esperado varios meses para dimitir, sin presentarse él mismo a la reelección
*Debería haberse dado a otros la oportunidad de renovar el GSD
*No se ve el esfuerzo de oposición del GSD, por lo que los votantes no lo ven como un partido con ganas de estar en el gobierno
*Together Gibraltar intenta llenar el vacío pero por ahora le falta profundidad y madurez
HORA DE TRABAJAR
Ya han pasado todas las ceremonias, el nuevo Parlamento se ha puesto en marcha y la visita de la Princesa Real, la Princesa Ana, ha llegado y se ha ido. Ahora aguardamos expectantes la normalidad política, con una primera reunión de trabajo del Parlamento el miércoles. Se trata de una ‘normalidad política’ salpicada por un nuevo Presidente, nueve nuevos diputados de diecisiete, cinco de los cuales son nuevos ministros, y una elección inoportuna del líder del GSD.
Las dos fuerzas en el Parlamento siguen siendo los GSLP-Liberales en el Gobierno y el GSD en la oposición. Sin embargo, la dinámica se ve ligeramente alterada por el hecho de que el Gobierno sólo cuenta con una mayoría de uno. Ello refleja el tamaño de nuestro Parlamento, que no tiene diputados del partido del Gobierno que no tengan responsabilidades gubernativas.
Una mayoría de un diputado electo es una situación que era normal antes de la Constitución de 2006. Entonces no causaba ninguna incertidumbre. No debería causar ninguna incertidumbre ahora, a menos que un contratiempo o los acontecimientos lleven al Gobierno a perder su mayoría, en cuyo caso se celebrarán elecciones generales o parciales, según decida el Ministro Principal.
CONTINÚA EL DOMINIO DE PICARDO A pesar de ello, en los bancos del Gobierno GSLP- Liberal continuará el dominio por parte del Ministro Principal, Fabián Picardo, aunque está desacostumbradamente callado desde las elecciones. Cuánto durará el silencio del número 6 es una incógnita. Lo que sí se sabe es que ha dicho que es su último mandato como Ministro Principal. Esto significa que dentro de cuatro años tendremos un nuevo Ministro Principal, aunque lo más probable es que sea más pronto que tarde. Él o ella necesitará adquirir experiencia antes de las próximas elecciones y beneficiarse de los conocimientos del Sr. Picardo, lo que significa algún tiempo en el cargo, con la tutela del Sr. Picardo, antes de las próximas elecciones. CAMBIO EN EL GSD En este momento en que estaba pendiente la primera reunión del Parlamento, la última contingencia que necesita el GSD es la batalla por el liderazgo entre Keith Azopardi y Damon Bossino. Puede que exista el requisito de celebrar una elección de este tipo en los doce meses siguientes a que un líder haya perdido en las urnas, pero es probable que haya sido una mala decisión iniciarla justo antes de esa primera reunión de trabajo del Parlamento. Permite al Gobierno un enorme margen de maniobra, ya que el Líder de la Oposición, Keith Azopardi, ocupa un cargo interino. Su capacidad de liderazgo se ve así obstaculizada. El GSD tiene un líder hipotecado con posibilidades de ser derrotado en una elección interna por el liderazgo. El del Sr. Azopardi se ve aún más obstaculizado por los disparos iniciales de la campaña de liderazgo del GSD. Estos indican una división ideológica del GSD, con el Sr. Azopardi predicando una política progresista y el Sr. Bossino una política más conservadora. El parche que ponen los diputados del GSD a esta división es que el GSD siempre ha sido como una amplia «familia». En política, son precisamente las «familias» amplias las que acaban en escisiones. LA ELECCIÓN DEL LIDER DEL GSD DEBERÍA HABER SOBRADO La elección del lider del GSD debería haberse dejado para dentro de un tiempo, hasta que se conozca mejor la agenda parlamentaria del Gobierno GSLP-Liberal. De ese modo, la oposición política sería más eficaz. Se habría determinado la postura del Gobierno en la mayoría de los temas, y la elección del GSD no se habría basado en la ideología, sino en la capacidad de llevar al GSD a la victoria en las elecciones generales. El Sr. Azopardi lleva cuatro goles en contra. Ha perdido dos veces como líder del PDP y dos veces como líder del GSD. A pesar de tener las alas del conservadurismo cortadas, el Sr. Bossino habría tenido entonces ventaja contra las iniciativas del Gobierno GSLP-Liberal, adoptando decisiones políticas ya asentadas, basadas en la socialdemocracia y desarrolladas en el momento en que las reacciones a las decisiones políticas anunciadas por el Gobierno GSLP-Liberal lo hubiese permitido. DESPEJAR LOS NUBARRONES La realidad es que una contienda por el liderazgo del GSD habría tenido más repercusión si el Sr. Azopardi se hubiera limitado a dimitir dentro de varios meses sin presentarse como candidato. El concurso lo habrían librado otras personas con el deseo de renovar el GSD para convertirlo en un partido ganador. Ahora mismo, el GSD está anquilosado, no sólo en la imagen que proyecta, sino también en sus políticas y en la falta de proyección de unas y otras. Da la impresión de que el GSD juega a la política, mientras que los GSLP-Liberales viven y disfrutan de ella. El GSD tiene que cambiar eso. Tiene que proyectarse con fuerza, al igual que hacen los ministros GSLP-Liberales. NECESIDAD DE ACTIVIDAD La diferencia salarial no es excusa para una actitud relajada. Los diputados del GSD reciben una buena suma. Los votantes tienen que ver que esa buena suma se gasta bien y ver una implicación proporcional en la política. Es evidente que no es el caso, que no se ve el esfuerzo y que, mientras sea así, los votantes no ven a un partido político hambriento de llegar al Gobierno. Es muy posible que el GSD se cuele debido al despilfarro natural de los GSLP-Liberales. Ahora es menos probable porque el Sr. Picardo ya ha dicho que se han aprendido las lecciones del resultado de las últimas elecciones. Además, los GSLP-Liberales tendrán un nuevo líder ansioso por garantizar el éxito electoral. LA DEMOCRACIA NECESITA ACCIÓN El GSD necesita actuar para convencer positivamente a los votantes de que un cambio de gobierno a favor del GSD será beneficioso para todos. El GSD necesita despertar para que eso ocurra. La contienda por el liderazgo no da esperanzas de que logre despertar. En consecuencia, la democracia queda debilitada y dañada. Together Gibraltar intenta llenar el vacío. Por desgracia, carece de profundidad y madurez, pero sin duda tiene entusiasmo. Es esa pasión la que podría verle avanzar, desarrollarse y florecer. Sin duda, la democracia lo necesita desesperadamente. Así que esperemos que un GSD renovado o un Together Gibraltar activo den a la democracia el impulso que necesita.
CONTINÚA EL DOMINIO DE PICARDO A pesar de ello, en los bancos del Gobierno GSLP- Liberal continuará el dominio por parte del Ministro Principal, Fabián Picardo, aunque está desacostumbradamente callado desde las elecciones. Cuánto durará el silencio del número 6 es una incógnita. Lo que sí se sabe es que ha dicho que es su último mandato como Ministro Principal. Esto significa que dentro de cuatro años tendremos un nuevo Ministro Principal, aunque lo más probable es que sea más pronto que tarde. Él o ella necesitará adquirir experiencia antes de las próximas elecciones y beneficiarse de los conocimientos del Sr. Picardo, lo que significa algún tiempo en el cargo, con la tutela del Sr. Picardo, antes de las próximas elecciones. CAMBIO EN EL GSD En este momento en que estaba pendiente la primera reunión del Parlamento, la última contingencia que necesita el GSD es la batalla por el liderazgo entre Keith Azopardi y Damon Bossino. Puede que exista el requisito de celebrar una elección de este tipo en los doce meses siguientes a que un líder haya perdido en las urnas, pero es probable que haya sido una mala decisión iniciarla justo antes de esa primera reunión de trabajo del Parlamento. Permite al Gobierno un enorme margen de maniobra, ya que el Líder de la Oposición, Keith Azopardi, ocupa un cargo interino. Su capacidad de liderazgo se ve así obstaculizada. El GSD tiene un líder hipotecado con posibilidades de ser derrotado en una elección interna por el liderazgo. El del Sr. Azopardi se ve aún más obstaculizado por los disparos iniciales de la campaña de liderazgo del GSD. Estos indican una división ideológica del GSD, con el Sr. Azopardi predicando una política progresista y el Sr. Bossino una política más conservadora. El parche que ponen los diputados del GSD a esta división es que el GSD siempre ha sido como una amplia «familia». En política, son precisamente las «familias» amplias las que acaban en escisiones. LA ELECCIÓN DEL LIDER DEL GSD DEBERÍA HABER SOBRADO La elección del lider del GSD debería haberse dejado para dentro de un tiempo, hasta que se conozca mejor la agenda parlamentaria del Gobierno GSLP-Liberal. De ese modo, la oposición política sería más eficaz. Se habría determinado la postura del Gobierno en la mayoría de los temas, y la elección del GSD no se habría basado en la ideología, sino en la capacidad de llevar al GSD a la victoria en las elecciones generales. El Sr. Azopardi lleva cuatro goles en contra. Ha perdido dos veces como líder del PDP y dos veces como líder del GSD. A pesar de tener las alas del conservadurismo cortadas, el Sr. Bossino habría tenido entonces ventaja contra las iniciativas del Gobierno GSLP-Liberal, adoptando decisiones políticas ya asentadas, basadas en la socialdemocracia y desarrolladas en el momento en que las reacciones a las decisiones políticas anunciadas por el Gobierno GSLP-Liberal lo hubiese permitido. DESPEJAR LOS NUBARRONES La realidad es que una contienda por el liderazgo del GSD habría tenido más repercusión si el Sr. Azopardi se hubiera limitado a dimitir dentro de varios meses sin presentarse como candidato. El concurso lo habrían librado otras personas con el deseo de renovar el GSD para convertirlo en un partido ganador. Ahora mismo, el GSD está anquilosado, no sólo en la imagen que proyecta, sino también en sus políticas y en la falta de proyección de unas y otras. Da la impresión de que el GSD juega a la política, mientras que los GSLP-Liberales viven y disfrutan de ella. El GSD tiene que cambiar eso. Tiene que proyectarse con fuerza, al igual que hacen los ministros GSLP-Liberales. NECESIDAD DE ACTIVIDAD La diferencia salarial no es excusa para una actitud relajada. Los diputados del GSD reciben una buena suma. Los votantes tienen que ver que esa buena suma se gasta bien y ver una implicación proporcional en la política. Es evidente que no es el caso, que no se ve el esfuerzo y que, mientras sea así, los votantes no ven a un partido político hambriento de llegar al Gobierno. Es muy posible que el GSD se cuele debido al despilfarro natural de los GSLP-Liberales. Ahora es menos probable porque el Sr. Picardo ya ha dicho que se han aprendido las lecciones del resultado de las últimas elecciones. Además, los GSLP-Liberales tendrán un nuevo líder ansioso por garantizar el éxito electoral. LA DEMOCRACIA NECESITA ACCIÓN El GSD necesita actuar para convencer positivamente a los votantes de que un cambio de gobierno a favor del GSD será beneficioso para todos. El GSD necesita despertar para que eso ocurra. La contienda por el liderazgo no da esperanzas de que logre despertar. En consecuencia, la democracia queda debilitada y dañada. Together Gibraltar intenta llenar el vacío. Por desgracia, carece de profundidad y madurez, pero sin duda tiene entusiasmo. Es esa pasión la que podría verle avanzar, desarrollarse y florecer. Sin duda, la democracia lo necesita desesperadamente. Así que esperemos que un GSD renovado o un Together Gibraltar activo den a la democracia el impulso que necesita.