Pablo Milanés, entre el amor y la revolución
Por Patricio González
Político y escritor. Alcalde de Algeciras tres legislaturas. Ingeniero técnico naval

Patricio González
Foro
- 23 Nov
La dulce, comprometida y contestataria voz de Pablo Milanés se ha apagado para siempre. El cantante y compositor cubano que vivió entre la revolución y el amor, murió en la madrugada de este martes en Madrid a los 79 años, donde estaba hospitalizado por una enfermedad oncohematológica contra la que luchaba desde hace tiempo.
Autor de himnos románticos como 'Yolanda', 'Para vivir', o 'Ámame como soy' y políticos como 'Yo pisaré las calles nuevamente', pero alejado del régimen cubano que había alentado en sus inicios, fue la cara más visible de la Nueva Trova Cubana junto a su compatriota Silvio Rodríguez.
Dueño de una de las mejores y más versátiles voces de la canción cubana de todos los tiempos, Milanés deja un legado de más de 50 discos en los que conjugó géneros y sonoridades, del bolero al son pasando por la rumba o el jazz, siempre moviéndose entre la tradición y modernidad.
Transitó todos los géneros de la música popular cubana, pero muy especialmente el son. No en vano, se le definió como «el aglutinador del vanguardismo particular del feeling y la auténtica guajira-son». Milanés perdía este martes su larga batalla contra el cáncer que le había llevado en los últimos años a entrar y salir de los hospitales, y a suspender muchas de las actuaciones y giras que seguía programando. Su delicado estado de salud, con variadas patologías, había empeorado los últimos tres meses. Su enfermedad le llevó a instalarse en Madrid a finales de 2017 con su familia para recibir un tratamiento «imposible» en Cuba, según recordó este martes su oficina al confirmar «con gran dolor y tristeza el fallecimiento del «maestro» cubano. No dejó nunca de alzar su voz contra el racismo, la homofobia, el machismo o la injusticia. En septiembre pasado Milanés firmó junto a un centenar de artistas e intelectuales cubanos un manifiesto de la sociedad civil y se pronunció en las redes sociales por el impulso de cambios en su país «dentro de un espíritu de soberanía, inclusión y respeto al ser humano, a su dignidad y aspiraciones más básicas».
Transitó todos los géneros de la música popular cubana, pero muy especialmente el son. No en vano, se le definió como «el aglutinador del vanguardismo particular del feeling y la auténtica guajira-son». Milanés perdía este martes su larga batalla contra el cáncer que le había llevado en los últimos años a entrar y salir de los hospitales, y a suspender muchas de las actuaciones y giras que seguía programando. Su delicado estado de salud, con variadas patologías, había empeorado los últimos tres meses. Su enfermedad le llevó a instalarse en Madrid a finales de 2017 con su familia para recibir un tratamiento «imposible» en Cuba, según recordó este martes su oficina al confirmar «con gran dolor y tristeza el fallecimiento del «maestro» cubano. No dejó nunca de alzar su voz contra el racismo, la homofobia, el machismo o la injusticia. En septiembre pasado Milanés firmó junto a un centenar de artistas e intelectuales cubanos un manifiesto de la sociedad civil y se pronunció en las redes sociales por el impulso de cambios en su país «dentro de un espíritu de soberanía, inclusión y respeto al ser humano, a su dignidad y aspiraciones más básicas».