Principios y valores
Por Juan Antonio Palacios
Escritor, profesor y político. Ha sido alcalde de Algeciras y vicepresidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar.

Juan Antonio Palacios
Foro
- 17 Nov
El principal capital de alguien que se dedica al servicio de la comunidad, a trabajar por la ciudadanía, a la POLÍTICA, es su palabra. La inmensa mayoría de quienes tienen y mantienen este compromiso son gente honrada y coherentes, pero aquellos casos en los que solo miran por sus intereses cueste lo que cueste y pase lo que pase, no solo hacen mucho daño sino que promueven algo realmente injusto como es la generalización del “todos son iguales”
Y afortunadamente no es así, cuantos y cuantos alcaldes, concejales, presidentes de Diputaciones y Mancomunidades, diputados provinciales o en el Congreso de los diputados, senadores o parlamentarios autonómicos entre otros muchos se entregan al servicio público con el consiguiente perjuicio de su salud y de la convivencia familiar.
Los sujetos que siguen la filosofía de Groucho Marx: “Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros”, que en realidad, hay quienes dicen que se trata de una leyenda urbana y que al parecer apareció en un periódico de Nueva Zelanda en 1873 ,en la forma “estos son mis principios, pero si no les gustan yo los cambio”. Son sinvergonzones, granujas y demagogos que acomodan su discurso, para decir lo que el público quiere oír.
La falta de principios, o cambiantes en función de sus intereses del momento, lleva a ejercer como principales valores infundir el miedo y difundir la mentira. Exigen aquello que nunca han sido capaces y van de sacrificados y personas buenas por la vida para ocultar su veneno y su maldad.
La estrategia del miedo la practican bajo el lema o “estás conmigo o estás contra mí”. No hay lugar a la diferencia ni a la discrepancia, y si no obedeces ciegamente te fulminaré y destruiré. Una actitud nada democrática, sino todo lo contrario, y utilizan para completar la faena las mentiras, intentando que tengan la máxima difusión.
Sin embargo cuando los principios funcionan los lideres y referentes políticos van haciendo pedagogía, y sus comportamientos son éticos, la sociedad les respeta y son la mejor vacuna contra el desapego y la desafección de la ciudadanía hacia la POLÍTICA. Entre los valores más destacables a mi modo de ver ,yo destacaría seis, pero ni pretendo que sean los únicos ni reducir el número a éstos,. A mi modo de ver el primero de ellos debería ser la responsabilidad , para lo bueno y para lo malo, para lo agradable y lo desagradable , para admitir los aciertos y reconocer los fracasos. Hay que ser valientes y dar la cara. Si quieres ser respetado por tus vecinos , escúchalos, atiéndelos, establece una corriente de empatía y trata de resolverle sus problemas y demandas. No se te olvide que el ciudadano , los que te votan y los que no , son tus empleadores. Hay quienes creen que las cosas se solucionan solas , con decirlas en una rueda de prensa, o con el deseo de que ocurra , pero en la vida pública, hay muchos momentos fuera de foco, sin fotos ni titulares , sin protagonismos visibles , muchas horas de trabajo, por tanto hace falta perseverancia para conseguir nuestros objetivos. Algunos responsables institucionales pierden con facilidad el equilibrio y atacados por el virus de la soberbia, se les va la olla, y llegan a creer que el mundo gira alrededor de ellos. Hemos de mantener la humildad sobre todo cuando se administra poder. Y yo añadiría dos más solidaridad y bondad,. Veo muy difícil, por no decir imposible, ser un buen político, siendo una mala persona.
Sin embargo cuando los principios funcionan los lideres y referentes políticos van haciendo pedagogía, y sus comportamientos son éticos, la sociedad les respeta y son la mejor vacuna contra el desapego y la desafección de la ciudadanía hacia la POLÍTICA. Entre los valores más destacables a mi modo de ver ,yo destacaría seis, pero ni pretendo que sean los únicos ni reducir el número a éstos,. A mi modo de ver el primero de ellos debería ser la responsabilidad , para lo bueno y para lo malo, para lo agradable y lo desagradable , para admitir los aciertos y reconocer los fracasos. Hay que ser valientes y dar la cara. Si quieres ser respetado por tus vecinos , escúchalos, atiéndelos, establece una corriente de empatía y trata de resolverle sus problemas y demandas. No se te olvide que el ciudadano , los que te votan y los que no , son tus empleadores. Hay quienes creen que las cosas se solucionan solas , con decirlas en una rueda de prensa, o con el deseo de que ocurra , pero en la vida pública, hay muchos momentos fuera de foco, sin fotos ni titulares , sin protagonismos visibles , muchas horas de trabajo, por tanto hace falta perseverancia para conseguir nuestros objetivos. Algunos responsables institucionales pierden con facilidad el equilibrio y atacados por el virus de la soberbia, se les va la olla, y llegan a creer que el mundo gira alrededor de ellos. Hemos de mantener la humildad sobre todo cuando se administra poder. Y yo añadiría dos más solidaridad y bondad,. Veo muy difícil, por no decir imposible, ser un buen político, siendo una mala persona.