Sábado, 23 de Septiembre de 2023
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¡Qué cabeza!

  • Imagen de Juan Antonio Palacios
    Por Juan Antonio Palacios
    Escritor, profesor y político. Ha sido alcalde de Algeciras y vicepresidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar.
    Juan Antonio Palacios
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    A pesar de que la inmensa mayoría de la población española no hemos pasado el coronavirus, al menos de momento y que nosotros sepamos, sí hay alrededor de 260.000 contagiados y unos 29.000 fallecidos, que deben ser más si metemos los que perdieron la vida en las Residencias Geriátricas como consecuencia del COVID 19.

    No voy a hacer un estudio sobre las secuelas psicológicas y neurológicas que nos puede dejar el coronavirus, sería presuntuoso y fuera de lugar por mi parte, además de que es algo que debe abordar un equipo multiprofesional de investigadores que escojan adecuadamente muestras y pruebas.

    Lo que sí podemos hacer, si les parece, es seleccionar algunos ejemplos que la realidad nos ofrece, y cómo hemos cambiado en apenas cuatro meses. Cómo actuábamos y cómo lo hacemos en los tiempos  actuales, lo que en algunos nos hace exclamar, con nuestros despistes y actuaciones aquello de ¡Qué cabeza!

    Se imaginan ustedes jugar los deportes de masa, como el fútbol o el baloncesto, sin público y con sonido ambiente enlatado, y que así tengamos que terminar la liga del balompié o la Copa del enceste. De la primera, aun no terminada, la cosa está entre merengues y azulgranas, mientras que en los segundos el Baskonia se impuso al Barca.

    En este barullo que nos ha dejado el  confinamiento del Coronavirus, hemos de combatir los pensamientos negativos y el miedo al mañana. Tenemos que saber controlar y superar la ansiedad y la incertidumbre. Es positivo saber cambiar el pensamiento condicional e intentar mantenernos en el momento presente.

    Cuando, superando mil y una dificultades aprendemos a gestionar las emociones, utilizando diversas técnicas, emocionales, divididas en tres grupos, emocionales, cognitivas y fisiológicas, aprendiendo a no reprimirlas, a conectar con ellas y a tomar su manifestación física como una alerta, pero sin perder la cabeza en una alarma que se nos vaya de las manos.





    A primeros de este 2020 ni a soñar que nos echáramos podíamos imaginar que, en estas fechas del mes de julio, podríamos encontrar alojamiento hotelero o en un apartamento turístico para pasar unos días de vacaciones, Y solo suponerlo, nos parecería una locura por nuestra parte, que nos haría exclamar ¡Qué cabeza, la nuestra!. Cada día soñamos más disparates.

    Tampoco hubiéramos admitido, aunque nos lo hubieran jurado y perjurado, que el anterior Jefe del Estado Español y hoy Rey Emérito podría ser juzgado por avalar la creación de una sociedad off shore para ocultar los 100 millones de dólares, unos 65 millones de euros, -que le donó el Rey de Arabía Saudí. ¡Cuánta fraternidad hay entre algunas monarquías!

    Casi nadie podía pensar en nuestro país, España, presencial y sensitivo, que muchas de las reuniones se celebraran telemáticamente, que lo que antes era tan escasamente practicado como el teletrabajo, ahora descubriéramos sus ventajas y las herramientas digitales que nos enseñan a ser más productivos en un entorno más deslocalizado y familiar, de tal manera que se está preparando un anteproyecto de Ley para regular el Teletrabajo.

    Lo que vemos que sigue igual en nuestra Comarca es el tren de Algeciras a Madrid, así que, en pleno siglo XXI, en cinco días sufrió cuatro averías. La última de cine, ya que salió ardiendo la locomotora antes de llegar a Ciudad Real y tuvo  un retraso de dos horas. Hemos de salir de este bucle de la chapuza nacional.

    Y si en otros años ya habíamos culminado gran parte de la ida de la OPE, en este 2020 Marruecos reabrirá las fronteras el 14, pero sin embarques desde Tarifa y Algeciras y sólo podrán llegar por ferry desde Séte (Francia) y Génova (Italia).

    Tras las circunstancias vividas después de un confinamiento restrictivo, hemos  de aprender a mejorar nuestra salud mental y para ello, debemos saber reducir el alcance de estados como la exageración, la generalización y la personalización.

    Por mucho que nuestro cerebro sea experto en anticipar, he de confesar que jamás me hubiera podido imaginar y resulta sorpresivo, que hoy diga todo lo contrario de ayer sobre el papel de los medios de comunicación, cuando se encontraba fuera del Gobierno. Señor, don Pablo Iglesias, Vicepresidente Segundo del Gobierno “Los periodistas no se representan solo a sí mismos, representan el derecho de los ciudadanos a estar informados”. Así que don Pablo Manuel, recordarle que “No hay democracia sin periodismo”.