Ser o no ser, esa es la cuestión
Por Estanislao Ramírez
Periodista, fundador y primer presidente de la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar
La vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes.
Lo dijo John Lenon y supongo que Fabian Picardo no piensa en otra cosa desde hace meses.
Su primer triunfo electoral en Gibraltar, derrotando al invicto Peter Caruana y rescatando de la travesía del desierto al GSLP, le convirtieron en un nuevo líder sustentado en un viejo discurso: marcar distancias con el vecino del norte, como le gusta decir en privado.
Casi en paralelo, el nombramiento de García Margallo como Ministro de Asuntos Exteriores de España, le vino bien.
Su obsesión por el Peñón, rebajando el plural de su cartera al singular de un sólo asunto exterior, y su escasa diplomacia, le dieron alas al Ministro Principal
Todo le sirvió para repetir victoria y confiaba en que desde este lado de la verja, le siguieran haciendo la campaña.
A pesar de que Dastis resulta menos virulento que su antecesor, le podía servir para vivir de las rentas.
Pero… surgió lo del brexit y con él lo impensable. De nada han valido los recovecos ni los equilibrios. Gibraltar se va de la Unión Europea, porque el Reino Unido se marcha. Y lo peor de todo es que el mayor enemigo del número 6 de Convent Place ahora reside en el número 10 de Downing Street. Son los británicos los que pueden imponer visados, los que pueden inducir a que la verja se entorne, los que pueden provocar aranceles a las mercancías, los que pueden forzar la salida de muchas empresas y los culpables de muchas otras consecuencias negativas para la Roca. La disyuntiva es muy dura. Picardo pasará al libro de la historia pero tiene que decidir si lo hace en una página par o impar. Ya lo escribió el poeta y cantautor extremeño Pablo Guerrero “nada es fácil… y tampoco la vida”
Pero… surgió lo del brexit y con él lo impensable. De nada han valido los recovecos ni los equilibrios. Gibraltar se va de la Unión Europea, porque el Reino Unido se marcha. Y lo peor de todo es que el mayor enemigo del número 6 de Convent Place ahora reside en el número 10 de Downing Street. Son los británicos los que pueden imponer visados, los que pueden inducir a que la verja se entorne, los que pueden provocar aranceles a las mercancías, los que pueden forzar la salida de muchas empresas y los culpables de muchas otras consecuencias negativas para la Roca. La disyuntiva es muy dura. Picardo pasará al libro de la historia pero tiene que decidir si lo hace en una página par o impar. Ya lo escribió el poeta y cantautor extremeño Pablo Guerrero “nada es fácil… y tampoco la vida”