Se trata de un submarino de la clase Kilo II y un remolcador

La pasada semana, y después de atravesar el estrecho de Gibraltar en dirección al Mediterráneo, el buque de acción marítima (BAM) ‘Rayo’ (P-42) de la Armada española realizó un seguimiento y vigilancia de dos buques de guerra rusos que transitaban por el mar Mediterráneo occidental, próximos a la Zona Económica Exclusiva española (ZEE), según informó el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
Las dos unidades rusas son un submarino clase Kilo II y el remolcador naval ‘Sergey Balk’. La escolta comenzó al sur de las islas Baleares y se prolongó hasta que abandonaron las aguas de responsabilidad españolas.
El ‘Rayo’ se encuentra integrado en el Mando Operativo Marítimo, bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), desde el 1 de octubre. Hasta la interceptación de las unidades rusas, su misión era la propia de las Operaciones de Vigilancia Marítima, consistentes en actividades de verificación y control del tráfico marítimo, supervisión de la actividad pesquera en los límites de la ZEE y protección de las líneas marítimas de comunicación.
El BAM ‘Rayo’ está adscrito al Mando Naval de Canarias y tiene su base en el Arsenal de Las Palmas, cuenta con una dotación de 52 hombres y mujeres y al mando se encuentra un capitán de corbeta.
El Mando Operativo Marítimo es el órgano de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al jefe de Estado Mayor de la Defensa responsable, a su nivel, del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones permanentes de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se encuentra bajo el mando del almirante de Acción Marítima y tiene su cuartel general en Cartagena.
Las Operaciones Permanentes de vigilancia y disuasión son una herramienta para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.