Los instructores destacan su motivación y ansia por regresar a su país para luchar

Casi un centenar de reclutas de las Fuerzas Armadas de Ucrania están a punto de finalizar su adiestramiento militar básico como soldados de infantería en la sede del Tercio de Armada en San Fernando y en el Campo de Adiestramiento y Maniobras de la Sierra del Retín, en Barbate.
El Tercer Batallón Mecanizado de Desembarco es el responsable de dicha instrucción. Los noventa soldados ucranianos acabarán su instrucción básica de combate en pocos días, tras cinco intensas semanas en las que han empleado doce horas diarias a su formación.
Divididos en tres secciones, se turnan para permanecer dos de ellas en El Retín y una en San Fernando permanentemente. La instrucción que reciben se centra en tiro (los mandos ucranianos han insistido en este aspecto fundamentalmente), primeros auxilios en combate, orientación en el campo y combate en zonas urbanas.
Cuando finalice el ciclo actualmente en marcha, en España se habrán formado en distintas especialidades unos 850 soldados ucranianos, que seguirán llegando según sea la demanda de las autoridades militares de ese país. Lo seguro es que habrá un segundo turno bajo la responsabilidad de la Infantería de Marina española.
El despliegue de formación de la Infantería de Marina se concreta en cincuenta militares dedicados al apoyo logístico y 36 instructores, de los que nueve son oficiales y suboficiales y el resto tropa. El módulo de formación totaliza 330 horas de instrucción. Según explicó hoy el teniente coronel Vega Mateo, jefe del Tercer Batallón y comandante de la Unidad de Formación de Combate de las fuerzas ucranianas adscritas a la Infantería de Marina, fundamentalmente se les adiestra en acciones de ofensiva, tiro, tácticas y procedimiento de pequeñas unidades (máximo pelotón, once soldados), combate urbano, combate individual, primeros auxilios para bajas de combate, topografía básica, estrés del combate, reconocimiento y explosivos.
En el tiro, para lo cual se han empleado las instalaciones tanto a cielo abierto de El Retín como las galerías reales y virtuales del acuartelamiento de San Fernando, incluye el fusil, granadas de mano, ametralladoras ligeras y sistemas contra carro. Cada soldado ucraniano consumirá al final de sus cinco semanas de instrucción unos 600 disparos.
Todos los instructores y responsables de este adiestramiento coincidieron esta mañana en señalar a los medios de comunicación que les preguntaron que lo más relevante de todo es la actitud comprometida y el ansia de aprender que todos manifiestan, así como las ganas de volver a su país para contribuir a la lucha.
Los instructores, durante las primeras horas de estancia del contingente, se dedicaron a descubrir cuáles de entre los soldados ucranianos tenían dotes y cualidades de liderazgo para convertirlos durante los días de instrucción en mandos de escuadra y pelotón, figuras esenciales para que una pequeña unidad pueda desenvolverse en el campo de batalla con eficacia y cumplir sus misiones.
Entre los reclutas que aún se encuentran en San Fernando existen perfiles muy diferentes, tanto profesional como de edad, además de que casi todos carecen de experiencia en combate, aunque alguno sí la ha tenido.
A primera hora de la mañana, en la sede del Tercio de Armada, los reclutas ucranianos forman junto a sus instructores y tras recibir las novedades el capitán de la compañía se mantiene un minuto de silencio por los caídos en combate y todos gritan: “Slava Ukraini. Heroyam Slava” (Gloria a Ucrania. Gloria a sus héroes).
Además de la formación básica de infantería (el de San Fernando es el cuarto módulo de estas características que se ha desarrollado en España) ha habido soldados ucranianos adiestrándose como tiradores de precisión, desminado, contra artefactos improvisados, atención sanitaria en combate, servidores de obús 105/14, del sistema antiaérea Hawk y tripulaciones de carros de combate Leopard. La fase de mantenimiento de los misiles Hawk se ofreció en el acuartelamiento Buenavista de Campamento (San Roque). Toledo, Zaragoza, Almería, Pontevedra y Burgos han sido otras localizaciones donde han cumplido ciclos de adiestramiento los soldados ucranianos.
El futuro de estos módulos de instrucción, según comentaron los responsables de este proyecto que se financia con fondos europeos, depende de lo que en cada momento soliciten los mandos militares ucranianos, de acuerdo a sus necesidades operativas.