Regresa a su puerto en Norfolk, concluyendo el tercer relevo del DESRON-60

El destructor de misiles guiados ‘USS Ross’ (DDG 71), de la clase ‘Arleigh Burke’, finalizó su adscripción al área de operaciones de las Fuerzas Navales de los EE. UU. en Europa y África, ayer 6 de septiembre, marcando así el final de su despliegue como destructor de las Fuerzas Navales desplegadas en Europa (FDNF-E), según informó la 6ª Flota. El ‘USS Ross’ era uno de los dos destructores que ya había recibido su relevo, en concreto el ‘USS Paul Ignatius’ (DDG 117), pero aún no había abandonado la zona europea de operaciones y en concreto su puerto base de Rota.
"Ross y su tripulación se desempeñaron admirablemente mientras operaban como un destructor FDNF-E", dijo el capitán de navío Ed Sundberg, comodoro del ‘Destroyer Squadron 60’ y ‘Task Force 65’. "Durante ocho años, todo el equipo del ‘USS Ross’ estuvo con nuestros aliados y socios construyendo la interoperabilidad y reforzando las capacidades al desempeñar roles críticos en ejercicios y operaciones".
El ‘USS Ross’ se unió al ‘USS Donald Cook’ en junio de 2014, como uno de los dos primeros destructores FDNF-E, con base en Rota, bajo el mando del comodoro de la ‘Task Force (CTF) 65’. Después de doce patrullas mientras estaba asignado a la 6ª Flota de EE. UU., el ‘USS Ross’ concluyó su patrulla final en el Mediterráneo durante el inicio de la invasión rusa en Ucrania.
Durante sus 8 años navegando desde Rota, este destructor frecuentó ejercicios y operaciones con aliados en el mar Negro, el mar Báltico, Barents, el Círculo Polar Ártico y frente a la costa de África.
“Los desafíos de hoy requieren fuertes alianzas y asociaciones que demuestren nuestras capacidades de integración e interoperabilidad. Estoy extremadamente agradecido por las oportunidades que ha tenido este buque y me siento honrado de tener el privilegio de servir en el extranjero con un equipo tan fenomenal”, dijo el comandante Scott Jones, oficial al mando del ‘USS Ross’. “Nuestras experiencias en la Sexta Flota no tienen precio, y no olvidaremos pronto las lecciones que aprendimos, o las amistades que hicimos, mientras zarpamos hacia Norfolk”, añadió.