Jueves, 30 de Noviembre de 2023
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El bombardeo de Algeciras por parte del acorazado republicano Jaime I

  • El Jaime I en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, mayo de 1936 (Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife)
    El Jaime I en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, mayo de 1936 (Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife)
    Historia

    En el recuerdo de una generación de algecireños permanece el bombardeo a la ciudad por parte del acorazado republicano Jaime I. En mis estancias de niño en el barrio de Pescadores, tuve la oportunidad de conocer historias personales de quienes huyeron a lugares más seguros durante el ataque. También de un miembro de la tripulación.

    Algeciras había caído rápidamente del lado de los sublevados, más que por adhesión ciudadana, por efecto de la rápida acción golpista. El cronista oficial de la ciudad, Luis Alberto del Castillo, escribe, “queda patente que la población de Algeciras, la ciudad de Algeciras no se sumó al Alzamiento nacional el 18 de julio de 1936. Fueron los militares mandados por el teniente coronel Coco (aquellos jefes y oficiales que se le opusieron fueron eliminados) y 20 falangistas los que ganaron la plaza para los sublevados en las primeras horas de la tarde del 18 de julio”.

    Junto al triunfo rebelde, otro jalón de la iniciada guerra civil en la localidad, fue el desembarco de tropas marroquíes y legionarias procedentes de África, y el ataque del Jaime I.

    A este respecto Del Castillo, resalta “el máximo de la actividad bélica se registra en la comarca del Campo de Gibraltar y en la zona del Estrecho el día 5 de agosto con el paso del convoy, posteriormente denominado por la propaganda franquista `Convoy de la Victoria´; y el día 7 con el bombardeo efectuado por el acorazado republicano Jaime I sobre la ciudad de Algeciras”.

    El también cronista de la localidad, Cristóbal Delgado, señala que como represalia al transporte de tropas africanas, el acorazado se situó frente a Algeciras, abriendo fuego. “Sus objetivos principales eran el Gobierno Militar y el cañonero Dato, que se hallaba en el puerto”, escribe.

    Se refiere el cronista oficial a la respuesta de fuego del cañonero Dato, surto en el puerto, “pero poco después los proyectiles del acorazado destruían las piezas del cañonero al par que le provocaban un terrible incendio”.

    En efecto, el barco buscó la destrucción de puntos militares, como el polvorín del palacio de Marzales y los barcos de guerra situados en el puerto.





    El fuego continuó durante toda la mañana, cesando al mediodía. Tras una hora en suspenso el ataque se reanudó hasta las seis de la tarde, cuando el buque puso rumbo a Málaga, según algunas fuentes.

    En cualquier caso la acción de mayor envergadura, según otras crónicas, se efectuó entre las 7:30 y 11:00 horas.

    En los días anteriores el acorazado había efectuado disparos sobre distintos puntos de la costa como la desembocadura del Guadiaro, Tarifa y Puente Mayorga, donde testigos me comentaron la huida hacia Gibraltar de muchos vecinos.

    Sobre las bajas causadas por el ataque ha habido divergencias en las fuentes. Incluso, en ocasiones, ha aparecido algunos nombres de personas fallecidas asociados a ello, sin que se hubiese contrastado suficientemente.

    Para acercarse a la realidad, es importante recurrir al historiador y experto en la guerra en la comarca, José Manuel Algarbani, quien ha logrado registrar la muerte de dos soldados, uno de ellos pertenecientes a los marroquíes transportados.

    Asimismo ha logrado establecer un total de veintiún heridos, entre militares y paisanos. Los más graves un sargento y un soldado, ambos pertenecientes a las fuerzas de regulares llegadas de Marruecos.

    La llegada a la bahía del Jaime I constituyó, junto a algunas incursiones aéreas de esos días sobre Algeciras y San Roque, la respuesta más firme de las fuerzas gubernamentales ante la rebelión militar en la comarca. Aparte de la resistencia que se había producido en puntos concretos, como en el caso del cuartel militar de La Línea.