
Con una amplia diferencia, el Parlamento británico ha votado a favor del aplazamiento del Brexit. Un total de 412 votos a favor han servido, frente a los 202 en contra, para retrasar la salida de la UE hasta el 30 de junio. La moción presentada por el Gobierno incluye la extensión del Artículo 50 del Tratado de la UE por tres meses, condicionada a la aprobación del acuerdo de Theresa May que sería votado (por tercera vez) la próxima semana.
La moción aprobada reconoce que, en caso de que el acuerdo sea nuevamente rechazado, Bruselas podría requerir una extensión más larga y "un claro propósito", lo que obligaría incluso al Reino Unido a participar en las elecciones europeas, que se celebran del 23 al 26 de mayo.
Tras la votación en Westminster, el Gobierno británico debería requerir formalmente la extensión del Artículo 50 a Bruselas. La petición deberá ser finalmente aceptada por unanimidad por los estados miembros, posiblemente en la cumbre europea que se celebrará el 21 de marzo.
Los expertos legales del Gobierno británico consideran que la nueva fecha de salida del 30 de junio permitiría eximir al Reino Unido de la elecciones europeas del 26 de mayo, pues el nuevo Parlamento Europeo no estaría constituido hasta el 2 de julio. Los abogados de la UE han mostrado cierta flexibilidad y consideran también que la prórroga sería "legal", aunque plantearía ciertos problemas.