
El Parlamento británico ha vuelto a rechazar la propuesta para el Acuerdo de Retirada de la Unión Europea propuesto por Theresa May y deja al Reino Unido sin opciones de cara al Brexit. 344 diputados han votado en contra y sólo 286 a favor, a pesar de la promesa de la primera ministro de dimitir después de que se aprobara.
Este resultado en el último día del plazo inicial para la salida británica de Europa, hoy 29 de marzo, deja al Reino Unido y su Gobierno prácticamente con solo dos opciones: la salida sin acuerdo el día 12 de abril o la petición de una prórroga larga a Bruselas que dejaría a ese país en un limbo jurídico, ni dentro ni fuera de la UE.
Incluso esta última opción, la prórroga larga y el limbo jurídico, deberá ser aprobada por los 27 estados comunitarios actuales de la Unión Europea y, aunque Donald Tusk, ha hecho ya una llamada a una cumbre de emergencia en Bruselas el próximo día 10 de abril, los socios europeos han hecho ya todas las concesiones posibles al Reino Unido y la unanimidad será complicada.
Esta opción es, además, la más complicada y la que menos agrada a todas las partes porque obliga al Reino Unido a participar en las próximas elecciones europeas, convocatoria de la que siempre ha querido huir Theresa May y que los líderes comunitarios también han preferido eludir.
De nuevo ha sido el ala dura de su propio partido y también los diputados norirlandeses quienes han hecho fracasar el último ardid de la primera ministro británica quien, para solventar las advertencias del presidente del Parlamento sobre la presentación, por tercera vez, de la misma propuesta optó por desgajar la misma y presentar a votación sólo el Acuerdo de Retirada de la UE, sin la Declaración Política que se refiere a las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido, cuestión ahora muy en el aire.