Esta mañana han arribado a Rota el ‘Juan Carlos I’ y la fragata ‘Victoria’ tras dos meses y medio de operaciones

A primeras horas de esta mañana, con la llegada a la Base Naval de Rota del ‘Juan Carlos I’ y de la fragata ‘Victoria’, ha finalizado el despliegue ‘Dédalo 23’, el de mayor duración llevado a cabo por un Grupo Anfibio Expedicionario de la Armada. Desde el 16 de enero al 28 de marzo de 2023, el Grupo, con una configuración variable, ha estado formado por el portaaviones ‘Juan Carlos I’, los buques de asalto anfibio ‘Galicia’ y ‘Castilla’, el buque de aprovisionamiento ‘Cantabria’, las fragatas ‘Victoria’ y ‘Blas de Lezo’, el submarino ‘Tramontana’, el 2º Batallón Desembarco de Infantería de Marina con 53 Vehículos, dos helicópteros SH60F, seis aviones Harrier y ocho embarcaciones de desembarco LCM1E, según ha informado el Cuartel General de la Flota.
Tras el atraque de los buques, el almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río, dirigió a las dotaciones una breve alocución en la cubierta del ‘Juan Carlos I’, en la que expresó su satisfacción por el excelente desarrollo de un despliegue en el que sus integrantes se han conducido con profesionalidad y eficacia sobradas, “contribuyendo a mostrar a la sociedad a la que servimos el valor que la Armada tiene como instrumento de paz y seguridad”. Felicitó al Comandante del Grupo, el contralmirante Gonzalo Villar, y a todos los participantes que volvían con la “legítima satisfacción del deber cumplido”.
La mera presencia del Grupo Expedicionario en una zona concreta, “constituye un factor determinante de estabilización y disuasión ante potenciales adversarios”, señalan las fuentes oficiales. En esa línea, y en este despliegue, se han efectuado adiestramientos y ejercicios conjuntos con las fuerzas de veintiún países y con cuatro grupos de portaaviones aliados.
El número total de personal desplegado ha oscilado entre 1.174 y 1.909 personas, de las que 516 han sido infantes de marina. Además, según el Cuartel General de la Flota, ha sido la primera vez que un Grupo de Combate español ha realizado una Transferencia de Autoridad (TOA) a la OTAN, durante los días 17 y 18 de enero y del 20 al 27 de febrero, para participar en las actividades de vigilancia reforzada de la OTAN “Neptune Strike 23.1”. Los aviones Harrier de la 9ª Escuadrilla han volado cien horas sobre los cielos de Hungría, Eslovaquia, Rumanía, Grecia, Italia, Macedonia del Norte y Albania, en misiones coordinadas entre tres portaaviones: además del ‘Juan Carlos I’, el ‘Cavour’ de la Armada italiana y el ‘GHW Bush’ de la US Navy, y hasta 1.900 millas. Además, se han realizado misiones operativas en todo el Mediterráneo, en coordinación permanente con el mando aéreo aliado, AIRCOM, a través del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, CAOC, de Torrejón.
El componente anfibio del despliegue ha tenido una importante presencia en cuanto a operaciones de esa índole y se han realizado 15 actividades avanzadas en Francia (Córcega y Toulon), Italia (Puglia), Turquía (Hatay, Iskenderun) y Albania.
Al encontrarse el Grupo desplegado en el Mediterráneo pudo tener presencia y llevar a cabo rápidamente la operación de asistencia a Turquía, poniendo a disposición de la población afectada todas sus capacidades, dentro de las primeras 48 horas del terremoto sufrido el 6 de febrero.
Para el Cuartel General de la Flota, la Armada española sigue siendo una de las pocas capaz de llevar a cabo este tipo de misiones anfibias y aeronavales. Además, el satisfactorio resultado de este despliegue supondrá que, a medio plazo, se pueda llevar a cabo un nuevo despliegue entre los meses de septiembre a noviembre de 2023, cuyo escenario incluiría aguas del Atlántico y el Mediterráneo.