Martes, 28 de Noviembre de 2023
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Ni incidencias ni endurecimiento de controles en la Verja de Gibraltar

  • Picardo prepara su relato ante un fracaso de las negociaciones y las próximas elecciones

    La Verja de Gibraltar. Foto NG
    La Verja de Gibraltar. Foto NG
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    Ni hay incidencias en la Verja ni las autoridades españolas han endurecido las medidas de control en la frontera. Al contrario, las medidas Schengen no se están aplicando a los ciudadanos gibraltareños, como el propio gobierno de Gibraltar ha reconocido públicamente en varias ocasiones. No obstante, Fabian Picardo ha iniciado un relato en los medios de comunicación en el que, ante la ausencia de avances en las negociaciones sobre Gibraltar y las cada vez más próximas elecciones generales, viene a acusar a España del endurecimiento de medidas fronterizas.

    Las últimas reuniones que Picardo ha mantenido en Córdoba y Londres, con la mirada puesta en el Tratado de la Unión Europea, no han debido de ser satisfactorias para sus intereses ya que, hace días, se inició una campaña de denuncias en algunos escogidos medios de comunicación que desembocaron en la sorprendente afirmación del Ministro Principal: "Si España está tratando de jugar duro en la frontera en las etapas finales de las negociaciones sobre un Tratado, podría romper todo el proceso".

    No hay constancia de ninguna incidencia en las últimas semanas más allá de las que habitualmente se producen en los controles fronterizos de cualquier territorio, especialmente cuando coinciden grupos de turistas. Tampoco hay ninguna medida de control nueva desde hace meses, cuando se empezó a pedir el pasaporte a los ciudadanos británicos, como corresponde a los ciudadanos de terceros países cuando quieren entrar en territorio Schengen.

    Medida de la que, de momento, están exentos los ciudadanos gibraltareños, que se identifican con una tarjeta singular que les facilita el propio Gobierno de Gibraltar y que, hasta la fecha, les permite cruzar la Verja sin ninguna dificultad, más allá de las inevitables colas que se produzcan cuando coinciden muchas personas o vehículos.

    Precisamente, esta diferencia beneficiosa para los ciudadanos gibraltareños motivó, en su día, la denuncia al Gobierno y al Parlamento del Reino Unido de un reducido grupo de ciudadanos británicos. El Comité de Escrutinio del Parlamento viajó incluso a Gibraltar, se entrevistó con este grupo de ciudadanos y emitió un informe posterior en el que no denunciaba nada ni adoptaba medida ninguna.





    UN RELATO PARA EXCUSAR UN FRACASO

    La inesperada declaración del Ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ante las cámaras de su televisión pública sólo tendrían explicación si es que se dan ya por fracasadas las negociaciones para el Tratado con la Unión Europea, al menos en esta etapa y de cara a las próximas elecciones generales en el Peñón.

    Lo cierto es que, desde el famoso Acuerdo de Nochevieja del 31 de diciembre de 2020, la situación de Gibraltar sigue estando pendiente de una negociación que no concluye nunca y que tampoco parece avanzar en las cuestiones más importantes, por muchos mensajes políticos interesados que atribuyen distintas proporciones de acuerdo, pero que ni son reconocidos ni publicados.

    LA FLUIDEZ EN LA VERJA, CRÍTICA PARA GIBRALTAR

    La fluidez en la Verja es una cuestión crítica para la sociedad y la economía de Gibraltar y que se vayan a cumplir ya dos años desde los acuerdos “en principio”, sin más noticias de avance, inquieta a los ciudadanos gibraltareños que afrontarán, el próximo año, unas elecciones generales para las que Picardo carga con la crisis económica general, la deuda financiera de su gobierno, el desastre ecológico y portuario del OS35, el desgaste de la investigación McGrail, las variadas polémicas ciudadanas y un descrédito político creciente al que se sumaría, en su caso, el fracaso estrepitoso de unas negociaciones inconclusas sobre el paso fronterizo antes de las elecciones.

    De momento, la próxima ronda negociadora entre Londres y Bruselas ha sido aplazada, algo previsible también al casi coincidir con los funerales de la Reina Isabel II, pero que vuelve a extender los plazos que se aproximan peligrosamente a fin de año sin ninguna previsión cierta de acuerdo. Una falta de acuerdo que afecta gravemente a la sociedad y economía gibraltareña y que, obviamente, es un riesgo electoral importante para que un político en el gobierno presente una candidatura de pretendido éxito.