Jueves, 28 de Septiembre de 2023
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Los socios de gobierno de Johnson, contra el acuerdo del Brexit

  • Empieza la Cumbre Europea pendiente del Reino Unido

    Arlene Foster (DUP)
    Arlene Foster (DUP)
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    Los socios del gobierno británico, los unionistas norirlandeses, se han negado a apoyar el principio de acuerdo para el Brexit, mientras hoy comienza la Cumbre Europea pendiente del Reino Unido y, prácticamente, fuera de plazo para poder maniobrar en las negociaciones.

    El Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP), que lidera Arlene Foster, ha dicho hoy que no podía apoyar el acuerdo de Brexit propuesto por el primer ministro Boris Johnson y la Unión Europea. "Tal como están las cosas, no podemos apoyar lo que se está sugiriendo en materia de aduanas y consentimiento, y hay una falta de claridad sobre el IVA", dijeron en una declaración púbica Arlene Foster y Nigel Dodds, vicedirector del DUP.

    "Seguiremos trabajando con el Gobierno para tratar de conseguir un acuerdo sensato que funcione para Irlanda del Norte y proteja la integridad económica y constitucional del Reino Unido". El apoyo del DUP, que respalda al gobierno de Johnson en el Parlamento, es crucial ya que algunos partidarios de la línea dura de Brexit del Partido Conservador tomarán su decisión final según lo que se decida respecto a la frontera irlandesa.

    La Cumbre Europea, pendiente de Londres





    Por otra parte, hoy comienza en Bruselas la cumbre de dos días de los líderes de la Unión Europea y que estará pendiente de los esfuerzos de último momento para sellar un acuerdo sobre la salida de Gran Bretaña del bloque, a pesar de una serie de otros temas urgentes como la crisis en Oriente Medio o los presupuestos comunitarios.

    "Los fundamentos básicos de este acuerdo están listos y teóricamente podríamos aceptar un acuerdo", dijo ayer el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pero el primer ministro Johnson todavía está luchando por conseguir el apoyo parlamentario al proyecto de acuerdo que, de no lograrlo, frustraría todas las esperanzas el próximo sábado en la sesión de la Cámara de los Comunes.

    Si Johnson finalmente no consigue la aprobación en Londres, es casi seguro que tendrá que buscar otro aplazamiento de la fecha de salida, más de tres años después de que Gran Bretaña votara en un referéndum para marcharse.