Después de 8 meses del accidente sigue el riesgo de contaminación

El vertido contaminante del fuel del OS35, encallado en Gibraltar desde el mes de agosto del año pasado, ha llegado a las costas de Palmones y Algeciras como los grupos ecologistas temían y habían anunciado. El Gobierno de Gibraltar, que lleva 8 meses pendiente de solucionar la constante amenaza de contaminación, ya reconoció ayer la existencia de una fuga de fuel.
Y, en efecto, esta mañana del jueves llegaron a las costas de Los Barrios, más concretamente Palmones, y de Algeciras los restos de lo que, según explicó ayer Gibraltar, son residuos que proceden del conducto de la quilla donde estaban las tuberías que conectaban el tanque uno de combustible con la sala de máquinas.
Por su parte, la organización ecologista Verdemar, que ha iniciado una actuación para la recogida de residuos, ha denunciado la presencia en las costas de la Bahía de Algeciras de bolas de hidrocarburos y manchas de aceite. Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción, ha comparado esta situación con la del New Flame en el año 2007.
Curiosamente, y pese a que el buque siniestrado está en la costa este del Peñón y a tan solo 400 metros de la playa de levante de La Línea, los vertidos no han llegado al litoral de la ciudad española tal y como han podido confirmar tanto Verdemar como la Delegación de Playas del Ayuntamiento linense, que mantiene también activo un dispositivo de vigilancia en toda su costa.
El buque OS35, que protagonizó un choque con otro barco en el puerto de Gibraltar en el mes de agosto del año pasado, realizó una extraña deriva primero alejándose de la Bahía dirección al Estrecho y luego regresando hasta la costa este del Peñón, donde definitivamente quedó encallado y semihundido, hasta romperse en dos. Por un tiempo, se mantuvo una barrera anticontaminación alrededor del buque y se llevaron a cabo tareas de extracción, pero ambas actuaciones se retiraron por parte del Gobierno de Gibraltar después de asegurar que ya no quedaban restos de hidrocarburos en el buque siniestrado.
Por su parte Verdemar, que ha denunciado el caso ante distintas instancias españoles y comunitarias, siempre ha mantenido que el OS35 seguía alojando restos tanto de aceite como de hidrocarburos y esta nueva fuga, que ayer reconocía el propio Gobierno gibraltareño, viene a darles la razón después de 8 meses sin soluciones definitivos a un riesgo de contaminación constante.
“Creemos –afirma Verdemar-- que el buque todavía tiene en sus bodegas y circuitos de aceite restos de hidrocarburos que pueden salir como consecuencia del temporal. En estas tareas de vigilancia que llevamos haciendo hemos visto cómo la carga que llevaba el granelero se está extrayendo y depositando en el dique central para su trazabilidad”.