
El Reino Unido endurece las medidas fiscales sobre el sector del juego y, además de otras decisiones sobre los terminales de apuestas, antes consideradas máquinas recreativas, ahora ha aprobado una subida hasta el 21% de los impuestos sobre el juego online.
La medida fue aprobada el pasado lunes y acerca las tasas del sector, para operadores y jugadores, a la realidad de los países europeos comunitarios, pero supone un incremento del 6% sobre ganancia bruta para el mercado británico que, hasta ahora, gozaba de unas condiciones fiscales más ventajosas.
Esta medida, con el Brexit de fondo, hace que empresas como 888 y Bet365 se planteen seriamente su continuidad en Gibraltar, sobre todo teniendo en cuenta que ya hace tres años el Reino Unido decidió que los operadores de juego, con clientes en su territorio, deberían pagar al fisco británico al margen de donde estuvieran ubicadas sus sedes fiscales o corporativas, por lo que el Peñón dejó de tener el interés que tenía.
Según informaciones del sector, de las que se hacía eco recientemente el Financial Times, la noticia ha perjudicado el valor de las acciones de operadores como 888 o William Hill y compañías como Bet365 se plantean ya abandonar Reino Unido como una posibilidad real. De hecho, algunas casas de juego online están transfiriendo sus activos a Malta y prevén abandonar Gibraltar.