Dice que las reuniones son “con Gibraltar”

El gobierno de Picardo y el propio ministro principal, en particular, han desplegado una campaña de afirmación nacionalista gibraltareña que pretende hacer pasar por supuestas negociaciones bilaterales entre España y Gibraltar las que, en realidad, son negociaciones bilaterales entre España y Reino Unido sobre Gibraltar, encargadas por la Unión Europea y que se derivan de la cláusula 24 de las directrices negociadoras comunitarias.
La más reciente ayer mismo, ante el Parlamento gibraltareño, cuando Fabian Picardo dedicó casi una cuarta parte de su discurso a explicar que, según él, “no existe dicho proceso bilateral aparte en relación a Gibraltar entre el Reino Unido y España”. El lunes ya había emitido un comunicado oficial que pretendía corregir al periódico español El País porque hablaba de discusiones bilaterales entre Reino Unido y España, aunque la verdad es que el diario español siguió hablando de las negociaciones bilaterales hispanobritánicas al día siguiente y posteriores.
La pretendida confusión proviene de un relato que hace Picardo según el cual Gibraltar ha tenido, de forma directa, contactos con los 27 estados miembros de la Unión Europea, entre ellos y de manera particular, España como país vecino y de especial interés.
Para autoconfirmarse y confirmárselo a su electorado aprovecha algunas contadas expresiones verbales, no oficiales, utilizadas por Mariano Rajoy y Josep Borrell, cada uno de ellos en una sola ocasión, en las que hablan de forma general de conversaciones con Gibraltar en lugar de conversaciones sobre Gibraltar, como por ejemplo sí hizo ayer, en castellano y en inglés, el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, en su comparecencia ante los periodistas después de la cumbre de Salzburgo.
Tanto le importa a Picardo este asunto que lo ha llevado al Parlamento de Gibraltar, ha relatado las dos únicas ocasiones en las que Mariano Rajoy y Josep Borrell usan, en comparecencias públicas no oficiales, la expresión “con Gibraltar” y ha pedido formalmente que consten en las actas oficiales estas palabras “para la posterioridad o de hecho, a perpetuidad, que sería un término más apropiado”, según él.
La realidad es que las conversaciones que se han venido llevando a cabo son consecuencia directa de la cláusula 24 de las directrices negociadoras de la Unión Europea, que afirma lo siguiente: “Después de que Reino Unido abandone la Unión Europea, ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre el Reino de España y Reino Unido". Está cláusula, en principio dedicada a los acuerdos postBrexit, fue posteriormente confirmada también para los acuerdos de salida del Reino Unido –y por tanto Gibraltar—y el periodo de transición.
Y desde entonces ha habido, que se sepa, seis reuniones técnicas – es decir, sin representación de políticos, sólo funcionarios— entre las delegaciones de España y Reino Unido en las que, sin ninguna clase de exclusión, han participado gibraltareños.
Llama la atención que el ministro principal de Gibraltar, en su particular relato ante el Parlamento de sus ciudadanos, dedique mucha más atención e interés a este asunto de las conversaciones “con” o “sobre” Gibraltar que a lo que realmente importa a sus ciudadanos y le reclama la oposición política y las asociaciones profesionales y empresariales: los acuerdos que se están negociando o que están ya negociados. De hecho, afirmó que “todavía no creo que haya llegado el momento de ofrecer más detalles” y se refugió en los asuntos generales ya contados por todos los medios de comunicación.
Tal vez el objeto de este relato, al que tanto esfuerzo y tiempo dedica, tenga que ver con la apariencia de que es Gibraltar y, más en concreto, el propio Picardo quien tiene el control de la situación. O quizás pretenda echar un pulso al Gobierno español, lo que no parece la actitud más sensata en este momento, habida cuenta de que quien hoy por hoy está fuera de la Unión Europea es Gibraltar.