Califica de 'egoísta' la postura de Reino Unido y España

El ministro Joe Bossano ha intervenido en el Seminario del Pacífico de las Naciones Unidas en Bali donde ha vuelto a proclamar el discurso de la descolonización y autodeterminación de Gibraltar.
Bossano señaló que el Reino Unido explicó el alto nivel de autogobierno en cada territorio, que todos eran libres de buscar la independencia excepto Gibraltar, donde el Reino Unido tenía que obtener el consentimiento de España, según el Tratado de 1713. Así, el ministro gibraltareño expuso su teoría en la que concluye que los términos del Tratado de 1713 reflejaron los valores de la época, contrarios a todo lo que representa ahora la ONU.
No obstante, cabe recordar que como se sabe, en varias resoluciones de la Asamblea General de la ONU en 1965, 1967 y 1968, es decir, de época contemporánea, se insta al Reino Unido y España al diálogo para proceder a la descolonización de Gibraltar, pero los esfuerzos quedaron aparcados hasta 1980 y 1984 cuando se renovaron por Madrid y Londres el compromiso de resolver el contencioso de acuerdo al criterio de Naciones Unidas, sin que desde entonces se haya alcanzado ningún acuerdo al respecto.
Para Bossano, según el discurso pronunciado, Gibraltar cuenta con más de 1.500 años de historia, de los que "solo 200" ha estado en "posesión" de España, a la que acusa de que "su posesión de 200 años es más importante para ellos que los otros 1.300 años".
Además, el ministro gibraltareño, calificó como "endeble el caso español", además de asegurar que el "argumento de Reino Unido y España" es "egoísta".
Este es el discurso íntegro de Bossano facilitado por el Gobierno:
'En nombre de Gibraltar, deseo expresar mi agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Indonesia por acoger este seminario. También acogieron el seminario regional de 2008 en Bangdun, al que asistí.
Los principios fundamentales de la famosa Conferencia de Bandung de 1955 fueron temas de importancia central para todos los participantes, especialmente la autodeterminación y la promoción de la descolonización, que siguen siendo relevantes hoy en día.
En 2008, el Reino Unido presentó un documento, del que se tomó nota en el seminario, en el que afirmaba que sus territorios de ultramar ya no se consideraban colonias, basándose en que sus constituciones se habían modernizado y ya no podían considerarse de naturaleza colonial.
El Reino Unido explicó el alto nivel de autogobierno de cada territorio, todos eran libres de buscar la independencia excepto Gibraltar, donde el Reino Unido tenía que obtener el consentimiento de España, en virtud del Tratado de 1713. Esta sigue siendo la postura del Reino Unido, pero al presentar 73e informes anuales respecto a cada territorio, está aceptando de facto que no han sido descolonizados.
En Bandung dejé claro que no compartíamos los puntos de vista de la potencia administradora que estaban en conflicto con las disposiciones de la Carta y la metodología para la descolonización de las Resoluciones 1514 y 1541 de la Asamblea General.
En aquel momento existía, siempre había existido y sigue existiendo unanimidad en Gibraltar entre todos los partidos políticos a la hora de rechazar cualquier restricción del derecho de nuestro pueblo a la autodeterminación debido a un Tratado firmado en 1713.
La posición del representante de España en 2008 fue rechazar los argumentos del Reino Unido sobre la descolonización de facto y argumentar que el proceso de descolonización tenía que restaurar la integridad territorial que España perdió en 1704 y la soberanía a la que renunció en 1713, a perpetuidad.
En 1713, España cedió territorios como Gibraltar, Menorca y partes de los Países Bajos españoles a Gran Bretaña, Sicilia a Saboya, y Cerdeña y Nápoles a Austria. Además, España reconoció la independencia de Portugal y cedió territorios en Sudamérica.
Así que la descolonización de Gibraltar no causaría la fragmentación de la integridad territorial de España. Esa fragmentación comenzó en 1700 con una guerra por el trono de España y terminó en 1713 al aceptar España la fragmentación de la que se quejan en 2023.
En un seminario reciente, España dijo que el reconocimiento de la autodeterminación de las islas Chagos se debía a que los chagosianos eran los habitantes nativos. De hecho, las islas fueron pobladas primero por esclavos importados por Francia y luego por trabajadores contratados traídos por comerciantes británicos 100 años después de que los gibraltareños se establecieran en Gibraltar.
La opinión mayoritaria de los expertos en Derecho Internacional de los derechos humanos es que, mientras que el derecho a la autodeterminación se aplica universalmente como principio general, en el caso de la autodeterminación como medio de descolonización tiene la fuerza de una ley perentoria que no puede ser desplazada por una reclamación de soberanía del territorio NSGT por parte de un Estado vecino, y mucho menos si se basa en un antiguo y anacrónico tratado de 300 años de antigüedad.
Cualquiera de los 3 términos es suficiente para anular el Tratado de 1713. Así de endeble es el caso español.
En muchos seminarios, el mensaje del Secretario General ha sido que hay que explicar a los habitantes de los territorios incluidos en la lista las opciones que tienen. La posición de España, que según ella es también la doctrina de la ONU y del C24, es que Gibraltar sólo puede ser español o británico. No hay otra opción.
Si es británica entonces somos una Colonia, si pasa a ser española estamos siendo descolonizados, aunque se redujera el nivel de autogobierno del que disfrutábamos. Esta "doctrina" es fundamentalmente contraria a los criterios que el C24 está obligado a aplicar en 1541 para determinar si se ha alcanzado un grado pleno de autogobierno que le permita recomendar a la Asamblea General la exclusión de Gibraltar de la lista.
La posición de España entra en conflicto fundamental con las disposiciones del capítulo 11 de la Carta, que es la única ley internacional que rige el proceso de descolonización.
Durante unos 6 años España estuvo muy entusiasmada con el foro tripartito de diálogo y sus acuerdos y dijo en seminarios que esperaba que creara el clima para reanudar las negociaciones bilaterales con el Reino Unido. Luego lo abandonaron unilateralmente.
Ahora tenemos una negociación para un tratado entre la UE y el Reino Unido para crear fluidez fronteriza, que protegería, y con toda probabilidad aumentaría, la prosperidad compartida que nuestro país proporciona a la zona de Campo, estimada en un 25% de su PIB, resultado de que el 50% de nuestra mano de obra sean trabajadores fronterizos. Esto no ocurrirá si en el tratado se incluye algo que prevea la presencia española en nuestro país.
Para evitarlo, España acordó en principio en diciembre de 2020 que el control de las llegadas de extranjeros a Gibraltar correría a cargo de Frontex durante un periodo de aplicación de 4 años. Después de eso los funcionarios españoles tomarían el relevo o se rescindiría el tratado, así que tenemos que asumir que el tratado se rescindirá.
España describe nuestra frontera con ellos como una "valla" que ahora quieren ver eliminada como parte de la fluidez. Esta valla no es la posición según el Derecho Internacional. La soberanía de nuestro país, la Ciudad-Estado de Gibraltar, termina en la frontera internacional que está en el istmo, que ellos reclaman como suyo.
El istmo se incluyó en los límites territoriales de Gibraltar cuando se inscribió en 1946 y como ha demostrado el caso de Mauricio y la isla de Chagos descolonizar uno y no el otro constituye la fragmentación de la integridad territorial NSGT.
En su caso y en el nuestro. En el istmo se aplica la ley de Gibraltar, no la de España, y sólo los funcionarios gibraltareños pueden hacer cumplir estas leyes. Si esto ocurre, no cambiará nuestra posición sobre la autodeterminación, ni nuestra oposición a las discusiones sobre soberanía entre el Reino Unido y España. Así que, haya o no Tratado de la UE o haya o no foro tripartito, la posición de nuestro pueblo es y será siempre la misma.
El Peñón de Gibraltar es nuestro y de nadie más. Todo nuestro territorio, sus aguas territoriales y su espacio aéreo territorial nos pertenecen a nosotros y a nadie más. Nunca cederemos nada de ello, ni un milímetro, ni un grano de arena de nuestras playas, ni de nuestro istmo. Y si esto significa que nunca seremos eliminados de la lista, que así sea.
Podemos seguir avanzando en nuestro nivel de autogobierno negociando con el Reino Unido y permanecer en la lista de la ONU para siempre, si eso es lo que quiere la ONU'.