El GSD ha alertado, a través de varios de sus parlamentarios, entre ellos el líder de la organización, Keith Azopardi, sobre algunos planeamientos urbanísticos que están desarrollándose en el Peñón, advirtiendo de la proliferación de rascacielos. Son varias las iniciativas privadas, con la aprobación del Gobierno, que se están ejecutando, han señalado.
En este sentido, han añadido que son varias las promociones de viviendas que están en marcha o en proyecto y algunas incluyen la construcción de rascacielos que, a nivel visual, pueden suponer un perjuicio para la imagen que se ofrece al visitante y a toda la comunidad.
A juicio de Azopardi, es necesario “preservar la presencia histórica, enigmática y simbólica de la cara norte, de seguir así vamos a perder la vista del Peñón”. Es por ello que el GSD plantea la posibilidad de crear una zona de amortiguación para preservar el patrimonio natural y los símbolos que hacen de Gibraltar un lugar diferente.
Por su parte, el parlamentario Damon Bossino ha aludido al peligro de “convertirnos en una jungla”, citando como ejemplo “la conocida como Torre del Diablo”. Es por ello que el dirigente del GSD, que es el encargado entre otras materias de la parcela turística en el partido, pide que se lleve a cabo “un plan director claro y que no suponga un perjuicio para las futuras generaciones”.
Para Bossino, se están llevando a cabo proyectos sin una estrategia homogénea y eso puede suponer “fracasar en la planificación, lo que supone planear el fracaso”.
