Al mediodía de hoy ha llegado al puerto de la Base Naval de Gibraltar el patrullero de altura de la Royal Navy británica HMS Medway, que hará una escala en el Peñón de camino a su misión actual en el Mar Caribe.
El buque, con base en Portsmouth, está siendo desplegado como punta de lanza en el marco del Grupo de Patrulla Atlántico (Norte) [Atlantic Patrol Tasking (North)], “una misión que se centra en brindar seguridad a los Territorios Británicos de Ultramar y de la Commonwealth en el Caribe, interrumpiendo el flujo de narcóticos de contrabando y apoyando los esfuerzos de ayuda humanitaria”, según explica el comunicado del Ministerio de Defensa británico.
El HMS Medway tomará en el Caribe el relevo del RFA Mounts Bay, que lleva patrullando aquellas aguas tres años.
El HMS Medway es el segundo de los cincos nuevos buques de patrulla en alta mar de clase River y está diseñado para combatir la piratería y el contrabando, proteger barcos pesqueros, controlar fronteras y realizar actividades antiterroristas y de defensa marítima.
El último lote de buques de patrulla en alta mar construidos para la Royal Navy se caracteriza por el hecho de que los buques son más rápidos y de mayor tamaño, proporcionando espacio suficiente para una cubierta de vuelo y capacidad para alojar a 50 efectivos adicionales. La cubierta de vuelo es lo suficientemente grande como para dar cabida a los helicópteros Wildcat y Merlin de la Flota Aérea de la Royal Navy.
